La bajada de las temperaturas es uno de los factores que propicia la aparición de los típicos trastornos invernales, principalmente catarros y gripes. Los síntomas asociados a la cavidad bucal suelen ser los primeros en aparecer, y en concreto el dolor de garganta es uno de los más comunes. De hecho, algunos estudios estiman que las consultas anuales a los médicos sobre este síntoma rondan lo 4 millones en nuestro país.
El dolor de garganta está vinculado a determinadas patologías, principalmente infecciosas o alérgicas. Y además en ocasiones se asocia a procesos inflamatorios como faringitis, laringitis o amigdalitis.
En la mayoría de los casos suele presentarse como un síntoma leve y remite poco tiempo después, ya que suele ser de origen viral. Los principales desencadenantes del dolor de garganta son los virus, sobre todo los que causan el resfriado y la gripe. La zona se inflama y las sustancias liberadas durante el proceso de recuperación del organismo son las que ocasionan el dolor de garganta.
El dolor de garganta suele presentar una serie de síntomas asociados como la hinchazón y el enrojecimiento de la zona, sequedad, dificultad para tragar y, en ocasiones, la inflamación de las cuerdas vocales que se manifiesta a través de trastornos de la voz (afonía o ronquera).
Para aliviar la inflamación de la garganta deberemos tapar bien la zona con ropa de abrigo, evitar los contrastes de temperatura y los líquidos muy fríos. También es conveniente no gritar mucho al hablar y evitar el tabaco o los ambientes muy cargados, ya que pueden perjudicar la zona.
La homeopatía es eficaz para el abordaje del dolor de garganta. Existen principios activos que se encuentran en la formulación de algunos medicamentos homeopáticos y que se caracterizan por su acción antiinfecciosa e inmunoestimulante, y otros que sobresalen por su acción cicatrizante, antiinflamatoria y antiséptica. Estos medicamentos ayudan a aliviar el dolor de garganta y se pueden combinar con otros tratamientos.