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Medicalización de la vida. «Etiquetas de enfermedad: todo un negocio.»

De manera paradójica, a la vez que mejora el nivel de salud de la población, existe un aumento del número de enfermedades y enfermos.
En la práctica clínica diaria, y por diferentes motivos, ponemos «etiquetas de enfermedad» a comportamientos o acontecimientos que no son más que elementos que integran el carácter o forma de ser de las personas, o bien se trata de reacciones saludables ante situaciones vitales acontecidas como conflictos laborales, familiares, escolares o duelos.
En este artículo se analizan los agentes responsables del proceso de medicalizar y las consecuencias que ello conlleva, deteniéndonos en el efecto iatrogénico de las intervenciones innecesarias.
http://zl.elsevier.es/es/revista/atencion-primaria-27/articulo/medicalizacion-vida-etiquetas-enfermedad-todo-90247085#elsevierItemsResumenes

Medicalization I . ‘Disease labeling: All business.’

María Jesús Cerecedo Pérez a, , Margarita Tovar Bobo a, , Aurora Rozadilla Arias a, , a Centro de Saúde Culleredo, A Coruña, Servicio Galego de Saúde, A Coruña, España

 

Cese la guerra, hablen los resultados en homeopatía

No osaré hablar aquí de cómo se realiza un trasplante de cara o de corazón, y por eso tampoco entiendo que haya médicos, profesores, catedráticos, periodistas y ahora estudiantes que se atreven a pontificar sobre las medicinas naturistas, con la homeopatía y la acupuntura a la cabeza, sin haberlas estudiado, ni practicado.

Muchos de los que nos menosprecian, nos presentan como engañabobos, y afirman que damos placebos, se han formado en las facultades de Medicina o se están formando. Pues bien, yo también, y en seminarios de formación, yo también. Pero además he estudiado acupuntura en varias facultades de China, he realizado un máster de medicina biológico-naturista, he aprendido homeopatía (unicista, pluralista, complejista y spagyrica) y siempre que puedo trato de aprender algo nuevo. Muchos años y dinero invertidos con un único objetivo: curar al paciente que me viene a consultar. Vivo, como mis compañeros, del boca a oído. Intentamos diariamente asesorar y ayudar a los enfermos que vienen a nuestras consultas. Por cada uno de nuestros pacientes que pueda decir que algo de nuestro tratamiento no convencional le ha hecho daño, miles de personas suelen padecer los graves efectos secundarios de los fármacos de la medicina de la evidencia o la estadística.

Como muchos otros llegué a las medicinas naturistas por experiencia propia. Hace muchos años, gracias a la acupuntura, me traté una rinitis crónica para la que el único tratamiento que la medicina de la evidencia proponía eran vacunas, antihistamínicos y cortisona o quemarte los cornetes con cirugía. Me hicieron de todo, pero las terapias de la medicina científica no me curaron. Supongo que sería del cesto estadístico donde van todos aquellos que no responden a sus tratamientos y fármacos. Desesperado llegué a la acupuntura y con la milenaria medicina tradicional china me curé. No sé si sus críticos se han parado a pensar que no es posible que una terapia tenga más de 2.500 años de existencia, en un país cerrado durante siglos a Occidente, sin demostrar su utilidad. A mí me curó, dejé antihistamínicos, cortisonas y vacunas. Al no encontrar estudios de acupuntura en la facultad de Medicina, tuve que estudiarla en China en 1992 y 1995. Allí vi como trataban a hemipléjicos con acupuntura, a reumáticos, hombros congelados, cefaleas, ansiedades, enuresis nocturnas, etc.

Estudie mucho y comencé a hacer tratamientos en la Clínica Ruber de Madrid en la que estuve 11 años. A uno de mis últimos pacientes, le habían visto casi todos los médicos de la clínica y nadie sabía lo que le pasaba, así que la familia me pidió que fuera a verle y me permitió pasar el médico que lo llevaba. Le noté una hiperestesia (un desequilibrio global del yang sobre el yin según la MTChina), le regulé con agujas de acupuntura, y después de tres meses en la UCI y tres en planta, comenzó a coger tono muscular en piernas, espalda y salió de la clínica. Le pregunté a su médico, neurólogo, qué le había parecido el tratamiento, contestándome: “a veces existen milagros”; supongo que para no tener que darme las gracias por sacarle de un apuro. Típico de la soberbia de los colegas médicos. Parece mentira que gente con vocación no entienda que cualquier cosa vale con tal de curar al paciente. Y por favor que no vuelvan con la milonga del placebo. Lo natural funciona bien. Lo saben, por ejemplo, los pediatras que atienden con homeopatía en la Seguridad Social a los bebés, aunque sus padres tengan que pagar los medicamentos. O lo saben los veterinarios que la usan con animales, donde es imposible el efecto placebo, o los miles de pacientes que acuden a vernos.

Y de la homeopatía qué vamos a decir, que Luc Montagnier se tuvo que marchar a trabajar a China después de afirmar su utilidad y aportar una hipótesis creíble a su funcionamiento. La homeopatía se respeta en Alemania, en Francia, en Suiza, de hecho se respeta y se paga. Los alemanes y los suizos que la han incluido en su Constitución como un derecho ciudadano también deben de ser gente fácil de engañar. La homeopatía es la tercera medicina oficial en un país, la India, de más de mil millones de habitantes, con cientos de miles de médicos y cientos de universidades. Otros pobres tontos que no saben que no sirve. ¿Pueden creer que si una medicina como la homeopatía no funcionase, estaríamos prescribiendo fármacos homeopáticos -ya existen más de 3.000 para sanar o curar según los repertorios modernos- a los enfermos, y nuestros consultorios recibirían cada día más pacientes? Y por cierto, quién afirma que no hay estudios es que ni siquiera se han planteado buscarlos.

Hace pocos años vinieron a España dos homeópatas hindúes de Calcuta, los Banerji, padre e hijo, para demostrarnos que paraban o eliminaban los tumores cerebrales, gliomas, astrocitomas, etc. con un protocolo homeopático, casi en un 80 por ciento. Habían publicado su estudio en el International Journal of Oncology, en colaboración con el MD Anderson Cancer de Houston, y su protocolo había recibido el visto bueno del Comité Asesor para Medicinas Complementarias y Alternativas en Cáncer, del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, pero cuando vinieron a España, ningún representante de la medicina ortodoxa quiso saber nada de ellos, ¿por qué?

Si alguien con semejantes antecedentes es capaz de conseguir mejores resultados frente a cualquier tumor que los que la medicina científica consigue, sea con homeopatía, con agujas o con hierbas, debe de ser escuchado porque la experiencia clínica vale más que la estadística. Claro que aquí parece que solo estamos dispuestos a escuchar y a creernos lo que nos digan las  farmacéuticas. Todos hemos visto a los enfermos por el juicio después de 57 años de la Talidomida por la televisión. ¿Qué caso como éste hemos visto con las terapias complementarias?

Luego si la homeopatía alivia, cura, si está haciendo un bien a la humanidad, si no intoxica y la pueden tomar niños, embarazadas, adultos y ancianos, es inexplicable el acoso contra ella, precisamente desde quienes se suponen que tienen la cura de la enfermedad como meta, sobre todo sin estudiarla, sin experimentarla, sin escuchar a quienes la practicamos ni a quienes se benefician de ella, sin apreciar los positivos resultados que a nivel mental, general y local tiene. De la Medicina se vive a diario y se estudia continuamente. Somos médicos colegiados, no curanderos ni estafadores, y nos limitamos a poner nuestro granito de arena, nuestra voluntad y nuestros conocimientos al servicio de los pacientes; pido que termine esta guerra, que se respete la libertad de elección de los pacientes, que no se les trate como tontos -el nivel socioeconómico de quienes recurren a nosotros es medio alto- que no se les atemorice ni se les engañe, y a quienes nos critican, sobre todo a los estudiantes, les digo que en Medicina no hay una verdad única, un camino exacto, por mucho que quienes idolatran la estadística y retuercen el método científico así quieran presentarlo.

Así que esperemos que por fin podamos los médicos prescribir en las recetas digitales la homeopatía como un fármaco más, para nuestros pacientes agudos y crónicos-degenerativos, porque nosotros y ellos sabemos que no tienen efectos secundarios ni contraindicaciones.

Soy médico y quiero escribir sobre la guerra desatada contra la homeopatía, las medicinas naturistas y quienes las practicamos. Nada hay tan osado como la ignorancia. Hablar sobre lo que no se sabe está en nuestro país a la orden del día, y puede que resulte entretenido en el marco de una tertulia de café, lo malo es cuando el desconocimiento se pretende elevar a categoría a través de las redes sociales, buscando el apoyo de otros desinformados, como si el número fuera la base de la razón. No osaré hablar aquí de cómo se realiza un trasplante de cara o de corazón, y por eso tampoco entiendo que haya médicos, profesores, catedráticos, periodistas y ahora estudiantes que se atreven a pontificar sobre las medicinas naturistas, con la homeopatía y la acupuntura a la cabeza, sin haberlas estudiado, ni practicado.

Muchos de los que nos menosprecian, nos presentan como engañabobos, y afirman que damos placebos, se han formado en las facultades de Medicina o se están formando. Pues bien, yo también, y en seminarios de formación, yo también. Pero además he estudiado acupuntura en varias facultades de China, he realizado un máster de medicina biológico-naturista, he aprendido homeopatía (unicista, pluralista, complejista y spagyrica) y siempre que puedo trato de aprender algo nuevo. Muchos años y dinero invertidos con un único objetivo: curar al paciente que me viene a consultar. Vivo, como mis compañeros, del boca a oído. Intentamos diariamente asesorar y ayudar a los enfermos que vienen a nuestras consultas. Por cada uno de nuestros pacientes que pueda decir que algo de nuestro tratamiento no convencional le ha hecho daño, miles de personas suelen padecer los graves efectos secundarios de los fármacos de la medicina de la evidencia o la estadística.

Como muchos otros llegué a las medicinas naturistas por experiencia propia. Hace muchos años, gracias a la acupuntura, me traté una rinitis crónica para la que el único tratamiento que la medicina de la evidencia proponía eran vacunas, antihistamínicos y cortisona o quemarte los cornetes con cirugía. Me hicieron de todo, pero las terapias de la medicina científica no me curaron. Supongo que sería del cesto estadístico donde van todos aquellos que no responden a sus tratamientos y fármacos. Desesperado llegué a la acupuntura y con la milenaria medicina tradicional china me curé. No sé si sus críticos se han parado a pensar que no es posible que una terapia tenga más de 2.500 años de existencia, en un país cerrado durante siglos a Occidente, sin demostrar su utilidad. A mí me curó, dejé antihistamínicos, cortisonas y vacunas. Al no encontrar estudios de acupuntura en la facultad de Medicina, tuve que estudiarla en China en 1992 y 1995. Allí vi como trataban a hemipléjicos con acupuntura, a reumáticos, hombros congelados, cefaleas, ansiedades, enuresis nocturnas, etc.

Estudie mucho y comencé a hacer tratamientos en la Clínica Ruber de Madrid en la que estuve 11 años. A uno de mis últimos pacientes, le habían visto casi todos los médicos de la clínica y nadie sabía lo que le pasaba, así que la familia me pidió que fuera a verle y me permitió pasar el médico que lo llevaba. Le noté una hiperestesia (un desequilibrio global del yang sobre el yin según la MTChina), le regulé con agujas de acupuntura, y después de tres meses en la UCI y tres en planta, comenzó a coger tono muscular en piernas, espalda y salió de la clínica. Le pregunté a su médico, neurólogo, qué le había parecido el tratamiento, contestándome: “a veces existen milagros”; supongo que para no tener que darme las gracias por sacarle de un apuro. Típico de la soberbia de los colegas médicos. Parece mentira que gente con vocación no entienda que cualquier cosa vale con tal de curar al paciente. Y por favor que no vuelvan con la milonga del placebo. Lo natural funciona bien. Lo saben, por ejemplo, los pediatras que atienden con homeopatía en la Seguridad Social a los bebés, aunque sus padres tengan que pagar los medicamentos. O lo saben los veterinarios que la usan con animales, donde es imposible el efecto placebo, o los miles de pacientes que acuden a vernos.

Y de la homeopatía qué vamos a decir, que Luc Montagnier se tuvo que marchar a trabajar a China después de afirmar su utilidad y aportar una hipótesis creíble a su funcionamiento. La homeopatía se respeta en Alemania, en Francia, en Suiza, de hecho se respeta y se paga. Los alemanes y los suizos que la han incluido en su Constitución como un derecho ciudadano también deben de ser gente fácil de engañar. La homeopatía es la tercera medicina oficial en un país, la India, de más de mil millones de habitantes, con cientos de miles de médicos y cientos de universidades. Otros pobres tontos que no saben que no sirve. ¿Pueden creer que si una medicina como la homeopatía no funcionase, estaríamos prescribiendo fármacos homeopáticos -ya existen más de 3.000 para sanar o curar según los repertorios modernos- a los enfermos, y nuestros consultorios recibirían cada día más pacientes? Y por cierto, quién afirma que no hay estudios es que ni siquiera se han planteado buscarlos.

Hace pocos años vinieron a España dos homeópatas hindúes de Calcuta, los Banerji, padre e hijo, para demostrarnos que paraban o eliminaban los tumores cerebrales, gliomas, astrocitomas, etc. con un protocolo homeopático, casi en un 80 por ciento. Habían publicado su estudio en el International Journal of Oncology, en colaboración con el MD Anderson Cancer de Houston, y su protocolo había recibido el visto bueno del Comité Asesor para Medicinas Complementarias y Alternativas en Cáncer, del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, pero cuando vinieron a España, ningún representante de la medicina ortodoxa quiso saber nada de ellos, ¿por qué?

Si alguien con semejantes antecedentes es capaz de conseguir mejores resultados frente a cualquier tumor que los que la medicina científica consigue, sea con homeopatía, con agujas o con hierbas, debe de ser escuchado porque la experiencia clínica vale más que la estadística. Claro que aquí parece que solo estamos dispuestos a escuchar y a creernos lo que nos digan las  farmacéuticas. Todos hemos visto a los enfermos por el juicio después de 57 años de la Talidomida por la televisión. ¿Qué caso como éste hemos visto con las terapias complementarias?

Luego si la homeopatía alivia, cura, si está haciendo un bien a la humanidad, si no intoxica y la pueden tomar niños, embarazadas, adultos y ancianos, es inexplicable el acoso contra ella, precisamente desde quienes se suponen que tienen la cura de la enfermedad como meta, sobre todo sin estudiarla, sin experimentarla, sin escuchar a quienes la practicamos ni a quienes se benefician de ella, sin apreciar los positivos resultados que a nivel mental, general y local tiene. De la Medicina se vive a diario y se estudia continuamente. Somos médicos colegiados, no curanderos ni estafadores, y nos limitamos a poner nuestro granito de arena, nuestra voluntad y nuestros conocimientos al servicio de los pacientes; pido que termine esta guerra, que se respete la libertad de elección de los pacientes, que no se les trate como tontos -el nivel socioeconómico de quienes recurren a nosotros es medio alto- que no se les atemorice ni se les engañe, y a quienes nos critican, sobre todo a los estudiantes, les digo que en Medicina no hay una verdad única, un camino exacto, por mucho que quienes idolatran la estadística y retuercen el método científico así quieran presentarlo.

Así que esperemos que por fin podamos los médicos prescribir en las recetas digitales la homeopatía como un fármaco más, para nuestros pacientes agudos y crónicos-degenerativos, porque nosotros y ellos sabemos que no tienen efectos secundarios ni contraindicaciones.

Soy médico y quiero escribir sobre la guerra desatada contra la homeopatía, las medicinas naturistas y quienes las practicamos. Nada hay tan osado como la ignorancia. Hablar sobre lo que no se sabe está en nuestro país a la orden del día, y puede que resulte entretenido en el marco de una tertulia de café, lo malo es cuando el desconocimiento se pretende elevar a categoría a través de las redes sociales, buscando el apoyo de otros desinformados, como si el número fuera la base de la razón. No osaré hablar aquí de cómo se realiza un trasplante de cara o de corazón, y por eso tampoco entiendo que haya médicos, profesores, catedráticos, periodistas y ahora estudiantes que se atreven a pontificar sobre las medicinas naturistas, con la homeopatía y la acupuntura a la cabeza, sin haberlas estudiado, ni practicado.

Muchos de los que nos menosprecian, nos presentan como engañabobos, y afirman que damos placebos, se han formado en las facultades de Medicina o se están formando. Pues bien, yo también, y en seminarios de formación, yo también. Pero además he estudiado acupuntura en varias facultades de China, he realizado un máster de medicina biológico-naturista, he aprendido homeopatía (unicista, pluralista, complejista y spagyrica) y siempre que puedo trato de aprender algo nuevo. Muchos años y dinero invertidos con un único objetivo: curar al paciente que me viene a consultar. Vivo, como mis compañeros, del boca a oído. Intentamos diariamente asesorar y ayudar a los enfermos que vienen a nuestras consultas. Por cada uno de nuestros pacientes que pueda decir que algo de nuestro tratamiento no convencional le ha hecho daño, miles de personas suelen padecer los graves efectos secundarios de los fármacos de la medicina de la evidencia o la estadística.

Como muchos otros llegué a las medicinas naturistas por experiencia propia. Hace muchos años, gracias a la acupuntura, me traté una rinitis crónica para la que el único tratamiento que la medicina de la evidencia proponía eran vacunas, antihistamínicos y cortisona o quemarte los cornetes con cirugía. Me hicieron de todo, pero las terapias de la medicina científica no me curaron. Supongo que sería del cesto estadístico donde van todos aquellos que no responden a sus tratamientos y fármacos. Desesperado llegué a la acupuntura y con la milenaria medicina tradicional china me curé. No sé si sus críticos se han parado a pensar que no es posible que una terapia tenga más de 2.500 años de existencia, en un país cerrado durante siglos a Occidente, sin demostrar su utilidad. A mí me curó, dejé antihistamínicos, cortisonas y vacunas. Al no encontrar estudios de acupuntura en la facultad de Medicina, tuve que estudiarla en China en 1992 y 1995. Allí vi como trataban a hemipléjicos con acupuntura, a reumáticos, hombros congelados, cefaleas, ansiedades, enuresis nocturnas, etc.

Estudie mucho y comencé a hacer tratamientos en la Clínica Ruber de Madrid en la que estuve 11 años. A uno de mis últimos pacientes, le habían visto casi todos los médicos de la clínica y nadie sabía lo que le pasaba, así que la familia me pidió que fuera a verle y me permitió pasar el médico que lo llevaba. Le noté una hiperestesia (un desequilibrio global del yang sobre el yin según la MTChina), le regulé con agujas de acupuntura, y después de tres meses en la UCI y tres en planta, comenzó a coger tono muscular en piernas, espalda y salió de la clínica. Le pregunté a su médico, neurólogo, qué le había parecido el tratamiento, contestándome: “a veces existen milagros”; supongo que para no tener que darme las gracias por sacarle de un apuro. Típico de la soberbia de los colegas médicos. Parece mentira que gente con vocación no entienda que cualquier cosa vale con tal de curar al paciente. Y por favor que no vuelvan con la milonga del placebo. Lo natural funciona bien. Lo saben, por ejemplo, los pediatras que atienden con homeopatía en la Seguridad Social a los bebés, aunque sus padres tengan que pagar los medicamentos. O lo saben los veterinarios que la usan con animales, donde es imposible el efecto placebo, o los miles de pacientes que acuden a vernos.

Y de la homeopatía qué vamos a decir, que Luc Montagnier se tuvo que marchar a trabajar a China después de afirmar su utilidad y aportar una hipótesis creíble a su funcionamiento. La homeopatía se respeta en Alemania, en Francia, en Suiza, de hecho se respeta y se paga. Los alemanes y los suizos que la han incluido en su Constitución como un derecho ciudadano también deben de ser gente fácil de engañar. La homeopatía es la tercera medicina oficial en un país, la India, de más de mil millones de habitantes, con cientos de miles de médicos y cientos de universidades. Otros pobres tontos que no saben que no sirve. ¿Pueden creer que si una medicina como la homeopatía no funcionase, estaríamos prescribiendo fármacos homeopáticos -ya existen más de 3.000 para sanar o curar según los repertorios modernos- a los enfermos, y nuestros consultorios recibirían cada día más pacientes? Y por cierto, quién afirma que no hay estudios es que ni siquiera se han planteado buscarlos.

Hace pocos años vinieron a España dos homeópatas hindúes de Calcuta, los Banerji, padre e hijo, para demostrarnos que paraban o eliminaban los tumores cerebrales, gliomas, astrocitomas, etc. con un protocolo homeopático, casi en un 80 por ciento. Habían publicado su estudio en el International Journal of Oncology, en colaboración con el MD Anderson Cancer de Houston, y su protocolo había recibido el visto bueno del Comité Asesor para Medicinas Complementarias y Alternativas en Cáncer, del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos, pero cuando vinieron a España, ningún representante de la medicina ortodoxa quiso saber nada de ellos, ¿por qué?

Si alguien con semejantes antecedentes es capaz de conseguir mejores resultados frente a cualquier tumor que los que la medicina científica consigue, sea con homeopatía, con agujas o con hierbas, debe de ser escuchado porque la experiencia clínica vale más que la estadística. Claro que aquí parece que solo estamos dispuestos a escuchar y a creernos lo que nos digan las  farmacéuticas. Todos hemos visto a los enfermos por el juicio después de 57 años de la Talidomida por la televisión. ¿Qué caso como éste hemos visto con las terapias complementarias?

Luego si la homeopatía alivia, cura, si está haciendo un bien a la humanidad, si no intoxica y la pueden tomar niños, embarazadas, adultos y ancianos, es inexplicable el acoso contra ella, precisamente desde quienes se suponen que tienen la cura de la enfermedad como meta, sobre todo sin estudiarla, sin experimentarla, sin escuchar a quienes la practicamos ni a quienes se benefician de ella, sin apreciar los positivos resultados que a nivel mental, general y local tiene. De la Medicina se vive a diario y se estudia continuamente. Somos médicos colegiados, no curanderos ni estafadores, y nos limitamos a poner nuestro granito de arena, nuestra voluntad y nuestros conocimientos al servicio de los pacientes; pido que termine esta guerra, que se respete la libertad de elección de los pacientes, que no se les trate como tontos -el nivel socioeconómico de quienes recurren a nosotros es medio alto- que no se les atemorice ni se les engañe, y a quienes nos critican, sobre todo a los estudiantes, les digo que en Medicina no hay una verdad única, un camino exacto, por mucho que quienes idolatran la estadística y retuercen el método científico así quieran presentarlo.

Así que esperemos que por fin podamos los médicos prescribir en las recetas digitales la homeopatía como un fármaco más, para nuestros pacientes agudos y crónicos-degenerativos, porque nosotros y ellos sabemos que no tienen efectos secundarios ni contraindicaciones.

Jueves, 12 de diciembre de 2013, a las 19:43

http://www.redaccionmedica.com/opinion/cese-la-guerra-hablen-los-resultados-2459

Dr. Miguel Corty: «La Administración solo podrá actuar si las TMNC son parte de las prácticas médicas»

dr corty

Alicante, 19 de diciembre de 2013 (medicosypacientes.com)

En primer lugar, deseo hacer constar mi situación: soy un médico general licenciado hace 25 años, con ejercicio de las terapias no convencionales desde hace más de quince años. Actualmente dirijo la sección de TMNC de la provincia de Alicante, desde hace casi 10 años, y soy miembro de la directiva del COM de aquella provincia desde el año 1992. No soy ni «rojo» ni «anarquista», pero sí soy homeópata.

La «Declaración» me recuerda al dicho de aquello de «…aprovechando que el  rio Pisuerga pasa por Valladolid…», ya que según mis conocimientos, «La Casa» (la asamblea de la OMC)  debía decidir sobre si declaran «acto Médico» a las prácticas de la Medicina Naturista.

Deseo recordar, que ya han sido declarado «acto médico» hace varios años la Acupuntura y la Homeopatía, y por tanto me irrita mucho, que la «Declaración» cite artículos del Código Deontológico, cuando todos estos supuestos están integrados hace tiempo en la práctica diaria de la medicina. Digo «aprovecharon la circunstancia», puesto que sólo me cabe imaginar, que tal «declaración» se debe al hecho, de que el Ministerio por fin va a dar forma y contenido oficial a una orden europea de regulación, que hace ya años estaba pendiente de hacerse.

Nada tiene que ver la regulación del medicamento homeopático con la «declaración», que, a mi juicio, suena como una declaración de guerra contra las TMNC.

A ningún médico le cabe plantearse no cumplir el código deontológico, por lo que, dado que acupuntura y homeopatía ya son actos médicos reconocidos, resulta evidente que tal cual se aplica cuanto queda dicho en el recordatorio de la «declaración». .

No sé si tiene algún sentido recordar, que no millones, sino miles de millones de personas son tratadas mediante medicina tradicional china y acupuntura anualmente en todo el planeta, y que es absurdo por parte de una institución como la nuestra, y a la que defiendo desde hace 22 años, poner en tela de juicio la eficacia que la técnica médica no convencional pueda tener. Exactamente lo mismo se aplica para la repetida exigencia de «eficacia y demostración de eficiencia»: si alguien desease arrancarse el tupido velo de la ignorancia una sola vez, y ver cuanta investigación y publicación se realiza anualmente en TMNC, no tendríamos que leer semejantes afirmaciones como la de (cito textualmente)  «en tanto las denominadas técnicas y terapias no convencionales no hayan conseguido dotarse de una base científica suficiente…» Tales estudios existen, y la industria estaría encantada de remitirla a quien la solicite, pero no podemos seguir pensando del modo: «porque los médicos no sabemos pilotar aviones, quedan prohibidos los aviones».

Con esto llego al propósito central de este comentario:

Coincido como médico TMNC plenamente con la declaración en lo referente a la «publicidad engañosa y charlatanería» que suscita la práctica. No a la administración, sino a nuestra propia casa de todos los médicos estamos pidiendo desde hace años que de una vez decidan que tales prácticas son MEDICAS, y precisan de todo cuanto dice en la «declaración». Pero si los médicos, de acuerdo con la citada «declaración», se desean distanciar por ignorancia de lo que ocurre en las TMNC, provocan que justamente ésa caja de Pandora queda a libre disposición de cuantos «terapeutas» y curanderos auto asignados deseen hacer uso de ella. La administración solamente podrá actuar, si las TMNC son parte de las PRACTICAS MËDICAS, como lo son en países tan retrógrados y tercermundistas como Alemania, Suiza, Francia… etc. Ahí SI existe una regulación clara por parte de la administración, porque los Colegios de Médicos y los Ministerios de Educación previamente han coincidido, en que cualquier acto destinado a actuar sobre la enfermedad de un paciente es primero médico, y luego se regulará según convenga.

Por lo tanto, RUEGO al Consejo General que reconsidere su postura, hecha pública en semejante «declaración» como la del 16 de Diciembre 2013, y APRUEBE de forma uniforme las actuaciones sobre la salud hecha por médicos sobre pacientes que de forma voluntaria acuden a ellos, como un ACTO MEDICO, y abandone esta postura de pretender que en España toda medicina solo será medicina cuando lo decida un catedrático.

La misma propuesta de regulación del medicamento homeopático ya lo dice claramente: lo que es legal en un país europeo comunitario, no puede ser distinto en otro, cuando habla del uso e indicaciones del medicamento.

Entiendo, que cuando este punto del orden del día (declaración de acto médico en medicina naturista, que es solamente una parte de las llamadas TMNC¡!) llega, no hubo ningún médico presente en la sala, que supiese defender la petición, para explicar los motivos que desde hace muchos años nos lleva a los médicos TMNC a querer formar parte de todos. Me gustaría, que tuviéramos oportunidad de expresar mediante nuestros propios vocales, lo que creemos es urgente regular, «aprovechando el río» de la regulación del medicamento, si lo prefieren, y establecer con carácter permanente un «consejo» de TMNC en «la Casa».

Miguel Corty Friedrich, Vocal COM Alicante, Coordinador General TMNC Provincia de Alicante, Doctorado en Salud Pública e Historia de la Ciencia y Experto Universitario en Homeopatía (CEDH)

 

La miel, un eficaz antioxidante

Un artículo de la revista científica Food Chemistry recoge los resultados de un trabajo que «resulta realmente interesante porque la miel es uno de los productos naturales más complejos y beneficiosos para salud», explica en declaraciones a DiCYT María Inmaculada González-Martín, investigadora del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Universidad de Salamanca.
Los componentes antioxidantes inhiben la acción de los radicales libres, moléculas relacionadas con el envejecimiento, el deterioro de la salud y la aparición de enfermedades. La miel es especialmente rica en alguno de estos compuestos, como los fenoles, los flavonoides, el ácido ascórbico y algunos minerales, como el cobre.
Sin embargo, «los métodos tradicionales para determinar la capacidad antioxidante de una muestra consisten en una reacción con especies químicas que se comportan como si fueran radicales libres». De esta forma, «se estudia el tiempo que tarda en reaccionar» y esto significa que «cada muestra pueda tardar doce horas para su determinación», señala la experta. En definitiva, el procedimiento es lento y costoso.
Fiablidad y rapidez
El grupo de investigación de Inmaculada González ha desarrollado un nuevo método para determinar compuestos antioxidantes en la miel. La espectroscopía estudia la interacción entre la radiación electromagnética y la materia, que se plasma en la absorción o en la emisión de energía radiante. Mediante esta técnica se identifican las sustancias que componen una muestra. «Podemos registrar el espectro de muestras sólidas, pastosas o de cualquier tipo», apunta, con un método «sencillo, rápido y sobre todo muy fiable».
En la actualidad, la información que tiene el consumidor acerca de la miel es muy escasa. La legislación permite vender miel etiquetada como de eucalipto, de castaño o de brezo, aunque solo proceda en un 50% del polen de estas especies y el resto sea de cualquier otra. Por eso, un método barato para la determinación exacta de los componentes podría ser de utilidad para los productores que pretendan diferenciar su producto del resto.
Relación entre propiedades y procedencia
La investigación de la Universidad de Salamanca se ha realizado en colaboración con la Universidad de Vigo y con mieles procedentes de Galicia, región en la que muchas se venden, precisamente, con etiquetas que hacen alusión a la procedencia del polen. La cuestión es importante porque «las propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y bioactivas dependen de tipo de planta y del lugar donde ha crecido; el aspecto geográfico y climático es determinante», comenta.
Sin embargo, el consumidor aún no valora esta información porque no tiene acceso a ella. Por otra parte, ante la falta de detalles en el etiquetado, los expertos señalan que un porcentaje de algunas mieles comercializadas en España procede del extranjero, de manera que contar con un método rápido de análisis también podría ayudar a mantener un mayor control y ofrecer más garantías.
Tras desarrollar este método, los investigadores trabajan también en el análisis de propóleos, sustancia de aspecto similar a la cera que las abejas emplean para tapar celdas y colmenas y que también posee propiedades antioxidantes muy apreciables. Aunque en España apenas se aprovecha, en Latinoamérica se emplea en pequeñas cantidades para agregarla a productos farmacéuticos o caramelos, por lo que su estudio también resulta interesante.

13 de noviembre de 2013. 16:32h DiCYT/SINC. Madrid.

http://www.larazon.es/detalle_normal/noticias/4336699/la-miel-un-eficaz-antioxidante

Los “sofritos” reducen el riesgo cardiovascular e incluso previenen el cáncer

Así lo asegura la última investigación de un equipo en la Universidad de Barcelona, que estudia distintos aspectos de la llamada “dieta mediterránea” cuyos beneficios comparativos con otras dietas europeas, son cada vez puestos más de relieve.
Según los expertos, la unión del tomate, el aceite de oliva, el ajo y la cebolla, favorece el aumento de los polifenoles y los carotenoides, ambos compuestos que previenen dos de las patologías más preocupantes de la vida moderna.
Dos antioxidantes de altos beneficios para la salud
La investigación realizada en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III y el Hospital Clinic, de Barcelona, identificó mediante técnicas de espectrometría de masas de alta resolución, distintas sustancias antioxidantes muy beneficiosas, según el reporte.
Unos 40 diferentes polifenoles –asociados con la disminución de la enfermedad cardiovascular- aparecen en el análisis. Entre ellos figura el licopeno, conocido por reducir la incidencia del cáncer de próstata, y derivados del beta-caroteno que reduce la aparición del cáncer de pulmón.
“Con un consumo diario de 120 gramos de sofrito –añadido a la pasta, por ejemplo– la ingesta de polifenoles totales es de 16 a 24 miligramos por porción y de 6 a 10 miligramos en el caso de los carotenoides”, detalló la investigadora Rosa María Lamuela, de la Universidad de Barcelona, en el artículo que publica Food Chemistry.
El estudio del sofrito fue extrapolado del “casero” al industrial y se realizaron análisis en diez variedades de sofritos comerciales: los resultados sobre los beneficios fueron similares, aunque los dietistas afirman que el aceite de oliva que es empleado en casa, es más recomendable que el de girasol que se emplea en los que están a la venta en el comercio.

http://www.lr21.com.uy/salud/1141947-los-sofritos-reducen-el-riesgo-cardiovascular-e-incluso-previenen-el-cancer

Probióticos para la prevención de la diarrea asociada con antibióticos en niños

 

Objetivos
Los objetivos primarios fueron evaluar la eficacia y la seguridad de los probióticos (cualquier cepa o dosis especificada) utilizados para la prevención de la DAA en niños.
Estrategia de búsqueda
Se realizaron búsquedas en MEDLINE, EMBASE, CENTRAL, CINAHL, AMED y en la Web of Science(inicio hasta mayo 2010), junto con registros especializados, incluidos el Grupo de revisión Cochrane de Enfermedad Inflamatoria Intestinal y Trastornos Funcionales del Intestino (Cochrane Inflammatory Bowel Disease and Functional Bowel Disorders Review Group [Cochrane IBD/FBD review group]), en CISCOM (Centralized Information Service for Complementary Medicine), NHS Evidence, en la International Bibliographic Information on Dietary Supplements, así como en registros de ensayos. Se enviaron cartas a los autores de los ensayos incluidos, las compañías nutra/farmacéuticas y los expertos en el campo en busca de información adicional sobre ensayos no publicados o en curso. También se realizaron búsquedas en resúmenes de congresos, resúmenes de disertaciones y listas de referencias de los artículos incluidos y pertinentes.
Criterios de selección
Se consideraron para la inclusión los ensayos controlados aleatorios paralelos en niños (0 a 18 años) que recibieron antibióticos, que compararan los probióticos con placebo, profilaxis alternativa activa, o ningún tratamiento y midieran la incidencia de diarrea secundaria al uso de antibióticos.
Obtención y análisis de los datos
La selección de estudios, la extracción de datos así como la evaluación de la calidad metodológica mediante el uso del instrumento del riesgo de sesgo fueron realizadas de forma independiente y en duplicado por dos autores. Se combinaron los datos dicotómicos (incidencia de diarrea, eventos adversos) mediante el riesgo relativo agrupado y la diferencia de riesgos (eventos adversos), y los datos continuos (duración media de la diarrea, frecuencia media de las deposiciones diarias) como diferencias de medias ponderadas, junto con sus intervalos de confianza del 95% correspondientes. Para los resultados agrupados globales sobre la incidencia de diarrea, los análisis de sensibilidad incluyeron análisis de casos disponibles versus análisis altamente convincentes, y modelos de efectos aleatorios versus de efectos fijos. Para explorar las explicaciones posibles de la heterogeneidad, se realizaron análisis de subgrupos a priori en la cepa del probiótico, la dosis, la definición de diarrea asociada con antibióticos, el agente antibiótico así como el riesgo de sesgo.
Resultados principales
Dieciséis estudios (3432 participantes) cumplieron los criterios de inclusión. Estos ensayos incluían tratamiento con Bacillus spp., Bifidobacterium spp., Lactobacilli spp., Lactococcus spp., Leuconostoc cremoris, Saccharomyces spp., o Streptococcus spp., solo o en combinación. Nueve estudios usaron un agente probiótico de cepa única, cuatro combinaron dos cepas de probióticos, uno combinó tres cepas de probióticos, un producto incluyó diez agentes probióticos, y un estudio incluyó dos brazos de probiótico que usaron tres y dos cepas respectivamente. Se determinó que el riesgo de sesgo fue alto en ocho estudios y bajo en ocho estudios. Los resultados de los casos disponibles (los pacientes que no finalizaron los estudios no se incluyeron en el análisis) de 15/16 ensayos que informaron sobre la incidencia de diarrea muestran un beneficio preciso y grande de los probióticos en comparación con el control activo, placebo o ningún tratamiento. La incidencia de DAA en el grupo de probióticos fue del 9% en comparación con un 18% en el grupo de control (2874 participantes; CR 0,52; IC del 95%: 0,38 a 0,72; I2 = 56%). Este beneficio no fue estadísticamente significativo en un análisis de sensibilidad altamente convincente (el 60% de los niños perdidos durante el seguimiento en el grupo de probióticos y el 20% de los perdidos durante el seguimiento en el grupo de control presentaron diarrea). La incidencia de DAA en el grupo de probióticos fue del 16% en comparación con el 18% en el grupo de control (3392 participantes; CR 0,81; IC del 95%: 0,63 a 1,04; I2 = 59%). Un análisis de subgrupos de casos disponibles a priori que exploró la heterogeneidad indicó que la dosis alta (≥ 5 000 000 000 UFC/día) es más efectiva que la dosis baja de probióticos (< 5 000 000 000 UFC/día), valor de p de interacción = 0,010. Para los estudios de dosis alta la incidencia de DAA en el grupo de probióticos fue del 8% en comparación con el 22% en el grupo de control (1474 participantes; CR 0,40; IC del 95%: 0,29 a 0,55). Para los estudios de dosis baja la incidencia de DAA en el grupo de probióticos fue del 8% en comparación con el 11% en el grupo de control (1382 participantes; CR 0,80; IC del 95%: 0,53 a 1,21). Un análisis de subgrupos por intención de tratar altamente convincente fue levemente significativo para los probióticos en dosis alta. Para los estudios de dosis alta la incidencia de DAA en el grupo de probióticos fue del 17% en comparación con el 22% en el grupo de control (1776 participantes; CR 0,72; IC del 95%: 0,53 a 0,99; I2 = 58%). Ninguno de los 11 ensayos (n = 1583) que informó sobre los eventos adversos documentó algún evento adverso grave. El metanálisis excluyó todas excepto una diferencia no significativa sumamente pequeña en los eventos adversos entre el tratamiento y el control (DR 0,00; IC del 95%: -0,01 a -0,02).
Conclusiones de los autores
A pesar de la heterogeneidad en la cepa del probiótico, la dosis y la duración, así como en la calidad de los estudios, las pruebas generales sugieren un efecto protector de los probióticos en cuanto a la prevención de la DAA. Al utilizar 11 criterios para evaluar la credibilidad del análisis de subgrupos de la dosis de probióticos, los resultados indican que el efecto del subgrupo basado en la dosis (≥ 5 000 000 000 UFC/día) fue creíble. Basado en los probióticos en dosis alta, el número necesario a tratar (NNT) para prevenir un caso de diarrea es de siete (NNT 7; IC del 95%: 6 a 10). Sin embargo, un análisis de GRADE indicó que la calidad general de las pruebas para la variable principal de evaluación (incidencia de diarrea) fue baja debido a cuestiones relacionadas con el riesgo de sesgo (debido a la tasa alta de pérdidas durante el seguimiento) y la imprecisión (datos dispersos, 225 eventos). El beneficio de los probióticos en dosis alta (Lactobacillus rhamnosus o Saccharomyces boulardii) debe confirmarse mediante un ensayo aleatorio amplio y bien diseñado. También se necesitan ensayos más refinados que prueben probióticos de cepas específicas y evalúen la eficacia (p.ej. incidencia y duración de la diarrea) y la seguridad de los probióticos con pérdidas limitadas durante el seguimiento. Es prematuro establecer conclusiones acerca de la eficacia y la seguridad de otros agentes probióticos para la DAA en los niños. Los ensayos futuros se beneficiarían a partir de resultados estándar y válidos para medir la DAA.
Resumen en términos sencillos
Probióticos para la prevención de la diarrea asociada con antibióticos (DAA) en niños
La diarrea asociada con antibióticos (DAA) ocurre cuando los antibióticos perturban el equilibrio natural de las bacterias «buenas» y «malas» en el tracto intestinal y causan una multiplicación de las bacterias perjudiciales más allá de las cifras normales. Los síntomas de la DAA incluyen evacuaciones intestinales acuosas frecuentes y dolor abdominal en forma de calambre. Los probióticos se encuentran en los suplementos dietéticos o los yogures y contienen bacterias o levaduras potencialmente beneficiosas. Los probióticos pueden restaurar el equilibrio natural de las bacterias en el tracto intestinal. Se examinaron 16 estudios y se proporcionaron las mejores pruebas disponibles. Los estudios realizaron pruebas en 3432 niños (entre 2 semanas y 17 años de edad) que recibieron probióticos coadministrados con antibióticos para prevenir la DAA. Los participantes recibieron probióticos (Lactobacilli spp., Bifidobacterium spp., Streptococcus spp., o Saccharomyces boulardii solos o en combinación), placebo (pastillas que no incluían probióticos), otros tratamientos para prevenir la DAA (es decir, diosmectita o leche de fórmula) o ningún tratamiento. Los estudios se realizaron a corto plazo, y la duración varió de diez días a tres meses. Los análisis demostraron que los probióticos pueden ser efectivos para prevenir la DAA. Los probióticos generalmente fueron bien tolerados, y ocurrieron efectos secundarios menores con poca frecuencia, sin diferencias significativas entre los grupos de probióticos y de control. Los efectos secundarios informados en los estudios incluyen erupción, náuseas, gases, flatulencias, vómitos, aumento de la flema, dolor torácico, estreñimiento, trastorno del gusto y poco apetito. Los datos actuales indican que el Lactobacillus rhamnosus y el Saccharomyces boulardii en una dosificación alta de 5 a 40 000 000 000 UFC/día pueden prevenir la aparición de DAA, sin efectos secundarios graves documentados en los niños sanos. Este beneficio de los probióticos en dosis alta debe confirmarse mediante un estudio aleatorio amplio y bien diseñado. No es posible establecer conclusiones acerca de la efectividad y la seguridad de otros agentes probióticos para la DAA en los niños. También se necesitan estudios más refinados que evalúen los probióticos de cepas específicas e informen tanto la efectividad (p.ej. incidencia y duración de la diarrea) como la seguridad de los probióticos.
Antecedentes
DIARREA ASOCIADA CON ANTIBIÓTICOS
Más de 400 especies de bacterias habitan en el intestino humano, y un equilibrio de estos microorganismos es importante para una función normal del aparato digestivo (Madsen 2001). El tratamiento con antibióticos puede perturbar la resistencia a la colonización de la flora gastrointestinal, dando lugar a una diversidad de síntomas, particularmente, diarrea. En particular, los antibióticos como las aminopenicilinas, las cefalosporinas y la clindamicina que actúan en los anaerobios se asocian más comúnmente con la diarrea (Wistrom 2001; Owens 2008; McFarland 2008). Además de las evacuaciones intestinales acuosas frecuentes, el tenesmo y el dolor abdominal en forma de calambre, la diarrea asociada con antibióticos (DAA) está relacionada con la alteración de la microflora intestinal, la integridad de la mucosa y el metabolismo de vitaminas/minerales (Saavedra 1999). Si es grave, la DAA puede dar lugar a alteraciones electrolíticas, disminución del volumen, colitis pseudomembranosa, megacolon tóxico y, posiblemente, la muerte (Berrington 2004; Arvola 1999). Los informes en la población en general indican que la incidencia de DAA varía de un 5% a 62% y ocurre en cualquier punto desde el inicio del tratamiento hasta dos meses después del final del tratamiento (LaRosa 2003; Wistrom 2001; McFarland 1998; McFarland 2008). La incidencia de diarrea en niños que reciben antibióticos de amplio espectro ha sido notificada en el rango entre 11% y 40% (Turck 2003; Elstner 1983). El sobrecrecimiento de muchos enteropatógenos se ha asociado con diarrea inducida por antibióticos. El Clostridium difficile (C. difficile), que crece de forma excesiva, es el agente bacteriano más asociado con la DAA (McFarland 2008; McFarland 1998; Bartlett 1978). La diarrea por C. difficile se asocia con los eventos adversos más graves, y ocurre con mayor frecuencia en los adultos mayores, inmunocomprometidos y hospitalizados, aunque también ocurre en niños (Gogate 2005).
La definición de DAA varía entre los ensayos. Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) define la diarrea como tres o más evacuaciones blandas o líquidas durante 24 horas, la definición de los ensayos en niños varía de una a tres deposiciones anormalmente blandas durante 24 a 48 horas (Johnston 2010). Además, la frecuencia de las deposiciones es más difícil de cuantificar en los niños con diarrea que todavía usan pañal y puede variar significativamente entre los neonatos y los niños mayores.
PROBIÓTICOS
Los probióticos se refieren a la microbiota no patógena bacteriana o de levaduras denominada «amistosa» dirigida para beneficiar al huésped a través de la alteración de la microflora mediante implantación o colonización (Schrezenmeir 2001). El fundamento detrás de la administración de probióticos se basa en la reinoculación y normalización de la microflora indígena desequilibrada mediante cepas de probiótico específicas. Los probióticos han sido administrados tanto profiláctica como terapéuticamente en un intento por modificar la actividad inmune mucosa, epitelial, intestinal y sistémica y así beneficiar la salud humana. Se informa que los probióticos mejoran el equilibrio microbiano en el tracto intestinal y generan efectos antibacterianos y reguladores de la respuesta inmune en los seres humanos (Gibson 1998; Goldin 1998). Los probióticos administrados con frecuencia en los ensayos controlados aleatorios de DAA son: Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus bulgaris, Lactobacillus casei, Lactobacillus rhamnosus, Bifidobacteria bifidum, Bifidobacteria longum, Streptococcus thermophilus, Saccharomyces boulardii y Clostridium butyicum.
REVISIONES ANTERIORES SOBRE PROBIÓTICOS Y LA DAA
Cuatro metanálisis consideraron el uso de probióticos, solos o en combinación, para la prevención de la DAA en la población en general. Los resultados favorecieron la coadministración de probióticos con antibióticos (CR 0,43; IC del 95%: 0,31 a 0,58; McFarland 2006; CR 0,48; IC del 95%: 0,35 a 0,65; Sazawal 2006; CR 0,40; IC del 95%: 0,28 a 0,57; Cremonini 2002 y OR 0,37; IC del 95%: 0,26 a 0,53; D’Souza 2002). Además, los metanálisis que consideraron el uso de un único agente probiótico para prevenir la DAA y examinaron el Saccharomyces boulardii (S. boulardii) y el Lactobacillus también favorecieron el tratamiento con probióticos (CR 0,35; IC del 95%: 0,19 a 0,67; Kale-Pradhan 2010; CR 0,47; IC del 95%: 0,35 a 0,63; McFarland 2010; y CR 0,43; IC del 95%: 0,23 a 0,78; Szajewska 2005). Tres metanálisis de ensayos aleatorios que evaluaron la eficacia de los probióticos para prevenir la diarrea inducida por antibióticos en niños también sugirieron un beneficio (CR 0,43; IC del 95%: 0,25 a 0,75; Johnston 2006; CR 0,44; IC del 95%: 0,25 a 0,77; Szajewska 2006; y CR 0,43; IC del 95%: 0,25 a 0,75; Johnston 2007), el último de los cuales esta revisión intenta actualizar.
SEGURIDAD DE LOS PROBIÓTICOS
Según las mejores pruebas disponibles, la seguridad de las diversas intervenciones con probióticos no parece ser una inquietud en los individuos sanos (Whelan 2010; Johnston 2007; Hammerman 2006; Borriello 2003). Se informaron infecciones (p.ej. bacteriemia, endocarditis, septicemia, neumonía, abscesos abdominales profundos) como resultado del uso de probióticos en recién nacidos, gravemente debilitados e individuos inmunocomprometidos (Land 2005; Salminen 2004; Mackay 1999; Piarroux 1999; Rautio 1999; McFarland 1998; Salminen 1998; Saxelin 1996; Hata 1988; Sussman 1986), y todavía existe debate sobre la seguridad de los probióticos en estos pacientes. No obstante, los estudios prospectivos demostraron la seguridad de los probióticos en adultos y niños inmunocomprometidos con VIH y recién nacidos prematuros, y no se informaron infecciones secundarias a los probióticos (Bin-Nun 2005; Lin 2005; Salminen 2004; Cunningham-Rundles 2000).
Dos revisiones sistemáticas recientes consideraron la seguridad del Saccharomyces boulardii (S. boulardii) y otros probióticos (McFarland 2010; Whelan 2010).  La primera, una revisión sistemática de los ensayos controlados aleatorios (ECA), informa sobre una diversidad amplia de pacientes adultos asignados al azar S. boulardii como parte de un ensayo clínico (diarrea del viajero, n = 1596; DAA, n = 958; diarrea aguda, n = 156; alimentación por sonda enteral, n = 103; enfermedad inflamatoria intestinal, n = 66; enfermedad del colon irritable, n = 16, diarrea relacionada con el VIH, n = 18 e infecciones por giardiasis, n = 50). Estos estudios proporcionaron datos de seguridad para un total de 2963 pacientes adultos. Los únicas reacciones adversas asociadas con S. boulardii fueron sed (n = 5 pacientes) y estreñimiento (n = 8 pacientes) en un ensayo de pacientes con infecciones por C. difficile (McFarland 1998). No se informó ningún caso de fungemia por S. boulardii en estas poblaciones diversas de pacientes (McFarland 2010).
Una revisión sistemática de ensayos aleatorios y no aleatorios de informes de casos de la seguridad de los probióticos en pacientes que recibieron apoyo nutricional incluyó 53 ensayos con 4131 pacientes que recibieron probióticos. La mayoría de los ensayos demostró ningún efecto o un efecto positivo sobre los resultados relacionados con la seguridad (p.ej. infecciones, mortalidad). Tres ensayos informaron un aumento de las complicaciones, que en gran parte fueron de naturaleza no infecciosa y específicas de los pacientes con pancreatitis o sometidos a trasplante (Whelan 2010). La revisión sistemática también proporcionó 20 informes de casos de eventos adversos en 32 pacientes, 27 de los cuales fueron infecciones causadas por S. boulardii (cepa no especificada) o Lactobacillus rhamnosus GG (n = 5). De los 32 pacientes que recibieron S. boulardii con infecciones posteriores (es decir fungemia, bacteriemia), 11 de los mismos fueron niños (recién nacidos prematuros, niños gravemente debilitados o inmunocomprometidos con factores de riesgo subyacente incluido el uso de catéter venoso central y trastornos asociados con la translocación bacteriana/micótica). Se interrumpió el tratamiento en cada uno de los niños que se recuperó después del S boulardii o el Lactobacillus GG, se retiró el catéter venoso central (n = 7) y se administró un antibiótico o antimicótico (n = 11). Los autores del estudio informaron que estos informes de casos probablemente reflejan el uso amplio de S boulardii y Lactobacillus GG en el ámbito clínico, en lugar de su mayor virulencia (Whelan 2010).
OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO
El objetivo del tratamiento con probióticos es prevenir o mejorar la diarrea (es decir, acortar la duración o la gravedad de la diarrea).
Objetivos
PRIMARIOS
1) Evaluar sistemáticamente si los probióticos (cualquier cepa o dosis especificada) coadministrados con antibióticos (cualquier agente) reducen la incidencia de diarrea asociada con antibióticos en niños.
2) Evaluar sistemáticamente los eventos adversos de los probióticos cuando se coadministran con antibióticos en niños.
SECUNDARIOS
1) Evaluar sistemáticamente qué cepa/s y dosis/s de probiótico producen los resultados más beneficiosos para reducir la incidencia de diarrea.
2) Evaluar sistemáticamente si los probióticos (cualquier cepa o dosis especificada) coadministrados con antibióticos (cualquier agente) reducen la duración de la diarrea.
3) Evaluar sistemáticamente si los probióticos (cualquier cepa o dosis especificada) coadministrados con antibióticos (cualquier agente) reducen la frecuencia de las deposiciones diarias.
Métodos
Criterios para la inclusión de los estudios para esta revisión
Tipos de estudios
Se consideraron para la inclusión todos los ensayos controlados aleatorios independientemente del idioma o el estado de publicación, en los que un agente probiótico especificado se comparó con placebo, control activo o ningún tratamiento.
Tipos de participantes
Se consideraron para la inclusión los niños (0 a 18 años de edad), varones o mujeres de cualquier grupo étnico sometidos al tratamiento con antibióticos por cualquier motivo.
Tipos de intervenciones
Grupo de la intervención: probiótico específico e identificado en cualquier forma (p.ej. cápsula, sachet, yogur). No se consideraron los ensayos que investigaban agentes probióticos o yogures no específicos (p.ej. productos que no rotulan la cepa y dosis del probiótico). Los ensayos que combinaron probióticos con prebióticos fueron incluidos si la dosis de prebióticos era menor de 2,5 gramos, debido a que se consideró como de impacto limitado en cuanto a la alteración del medio intestinal (Davis 2010; Gibson 2004; Roberfroid 1998). Control group: placebo, control activo o sin tratamiento. Se consideraron para la revisión todos los estudios que compararon probióticos con atención convencional (es decir, diosmectita, loperamida) o probióticos más atención convencional versus atención convencional más placebo o ningún tratamiento.
Tipos de medida de resultado
RESULTADOS PRIMARIOS
1. Incidencia de diarrea mediante el uso de la definición de los investigadores primarios (es decir, frecuencia, consistencia de las evacuaciones intestinales)
2. Número y tipo de eventos adversos (por ejemplo, bacteriemia, meningitis)
RESULTADOS SECUNDARIOS
1. Duración media de la diarrea
2. Frecuencia media de las deposiciones
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Para una presentación detallada de los resultados y de los gráficos, ver la versión PDF en inglés de esta revisión.
El objetivo primario de esta revisión fue determinar si la coadministración de probióticos con antibióticos previene o mejora la DAA en niños. Dieciséis estudios elegibles incluyeron tratamiento con Bacillus spp., Bifidobacterium spp., Lactobacilli spp., Lactococcus spp., Leuconostoc cremoris, Saccharomyces spp., o Streptococcus spp., solo o en combinación. Siete de los 16 ensayos probaron el S. boulardii o el Lactobacillus rhamnosus spp.  Los resultados de los casos disponibles (los pacientes que no finalizaron los estudios no se incluyeron en el análisis) de 15/16 ensayos que informaron sobre la incidencia de diarrea, demostraron un beneficio preciso y relativamente grande de los probióticos (CR 0,52; IC del 95%: 0,38 a 0,72; I2 = 56%). Una prueba de hipótesis a priori para la heterogeneidad indicó que la dosis alta (≥ 5 000 000 000 UFC/día; CR 0,40; IC del 95%: 0,29 a 0,55; I2 = 29%) es significativamente más efectiva que la dosis baja de probióticos (< 5 000 000 000 UFC/día; CR 0,80; IC del 95%: 0,53 a 1,21). Basado en los probióticos en dosis alta, el número necesario a tratar (NNT) para prevenir un caso de diarrea es de siete (NNT 7; IC del 95%: 6 a 10).
Para probar la solidez de nuestro análisis de casos disponibles, se optó por hacer suposiciones acerca de los datos faltantes de los ensayos que emplearon probióticos en dosis alta (≥ 5 000 000 000 UFC/día) lo cual fue menos extremo y posiblemente más verosímil. Seis de los siete ensayos que utilizaron ≥ 5 000 000 000 UFC/día tuvieron pérdidas durante el seguimiento (6% a 28%). Después de imputar los datos de las respuestas faltantes, un análisis por intención de tratar altamente convincente (el 60% de los niños perdidos durante el seguimiento en el grupo de probióticos y el 20% de los perdidos durante el seguimiento en el grupo de control presentaron diarrea) indicó un beneficio levemente significativo de los probióticos en dosis alta (1776 participantes; CR 0,72; IC del 95%: 0,53 a 0,99; I2 = 57%). Un análisis por intención de tratar altamente convincente de los 15 ensayos que informaron la incidencia de diarrea no fue estadísticamente significativo (CR 0,81; IC del 95%: 0,63 a 1,04). I2 = 59%).
La heterogeneidad estadística fue moderada en ambos análisis de casos disponibles. Se especificaron las hipótesis de subgrupos a priori para explorar la heterogeneidad en nuestros resultados que incluyeron las especies de probióticos, las dosis de probióticos, el riesgo de sesgo (p.ej., cegamiento, ocultación de la asignación), el agente antibiótico y la definición de diarrea. Una prueba de heterogeneidad fue significativa para un subgrupo – dosis de probióticos – y aportó pruebas de que un gradiente de dosis-respuesta es la explicación más probable de la heterogeneidad estadística observada. La prueba de interacción para la heterogeneidad potencial relacionada con la dosis fue estadísticamente significativa (p = 0,010). Al utilizar 11 criterios para evaluar la credibilidad del análisis de subgrupos, los resultados indican que el efecto del subgrupo basado en la dosis (≥ 5 000 000 000 UFC/día) fue convincente (Sun 2010; Ver Apéndice 1, Tabla 1). Este hecho representa un hallazgo importante debido a que las recomendaciones de las dosificaciones de los productos que contienen probióticos disponibles en las farmacias y las tiendas de alimentos naturales presentan una gran diversidad (p.ej. 1 a 450 000 000 000 UFC/día); y las dosificaciones que se acercan al rango inferior pueden no conferir un beneficio terapéutico (Raza 1995). Debido a que nuestra revisión incluyó ensayos que probaron diez probióticos diferentes ya sea solos o en combinación, entre una población clínica diversa, y casi todos demostraron resultados favorables; con el objeto de realizar recomendaciones clínicas y para la investigación futura, nuestros hallazgos indican que la dosis efectiva mínima puede ser de 5 000 000 000 UFC/día.
Con respecto a la seguridad, 11/16 ensayos informaron sobre los eventos adversos, y ninguno informó un evento adverso grave. El metanálisis no demostró diferencias significativas en la incidencia de eventos adversos entre el tratamiento y el control (DR 0,00; IC del 95%: -0,01 a -0,02). La calidad de las pruebas para cada resultado se determinó después de considerar cada uno de estos ítems. Para el resultado principal de la eficacia, la incidencia de diarrea, la calidad de las pruebas se clasificó como baja (es probable que la investigación adicional tenga una marcada repercusión sobre nuestra confianza en la estimación del efecto y es probable que cambie la estimación) debido a un riesgo alto de sesgo en dos de los siete estudios del análisis agrupado (por la tasa alta de pérdidas durante el seguimiento) y la imprecisión (datos dispersos, 225 eventos). Para la incidencia de los eventos adversos la calidad de las pruebas se clasificó como baja (nuestra confianza en la estimación del efecto es limitada: el efecto verdadero puede ser considerablemente diferente de la estimación del efecto). Sin embargo, los probióticos generalmente fueron bien tolerados y no se informaron eventos adversos graves, y existe seguridad en cuanto a que el efecto absoluto, si existiera, es pequeño.
Si se considera el resultado secundario de la duración media de la diarrea (cinco ensayos, n = 897), mediante un análisis de casos disponibles, los probióticos redujeron la duración media de la diarrea en aproximadamente tres cuartos de un día (DMP -0,60; IC del 95%: -1,18 a -0,02), una diferencia estadísticamente significativa. En lo que se refiere a las diferencias en la frecuencia media de las deposiciones (cuatro ensayos, n = 425), los resultados de los casos disponibles no fueron estadísticamente significativos (DMP -0,30; IC del 95%: -0,60; 0,00). Para los dos resultados secundarios, la duración media de la diarrea y la frecuencia media de las deposiciones, la calidad de las pruebas se clasificó como baja debido a la inconsistencia (es decir heterogeneidad estadística grande con I2 de 77%, valor de p bajo [p < 0,06], las estimaciones puntuales y los intervalos de confianza varían considerablemente) y la imprecisión (p.ej. los intervalos de confianza incluyen estimaciones del efecto que son de importancia dudosa para el paciente). Además, los resultados de la duración media de la diarrea pueden ser engañosos debido a nuestra sospecha de sesgo de informe selectivo. En particular, la mayoría de los estudios no logra presentar hallazgos para este resultado clave del cual se esperaría que haya sido evaluado. Una revisión anterior de ECA de la diarrea aguda informó que la duración de la diarrea fue el resultado primario más común (72/138 ensayos, 52% de los ensayos) y que este dato se informó en casi todos los ensayos como un resultado primario o secundario (Johnston 2010). En esta revisión, sólo cinco de 16 ensayos informaron la duración de la diarrea como un resultado primario o secundario.
Esta revisión sistemática tiene varias fortalezas. Se realizó una pregunta clínica clara y la estrategia de búsqueda para esta revisión fue integral e incluyó cualquier ensayo relevante de forma independiente del idioma o el estado de publicación (es decir se incluyeron datos no publicados de Destura y se obtuvieron datos pediátricos específicos de Conway 2007). Los fortalezas adicionales de la revisión incluyen su aplicación rigurosa de los criterios GRADE para cada uno de los resultados (Guyatt 2008) y la evaluación rigurosa de cada uno de los cinco subgrupos (es decir especies de probióticos, dosis de probióticos, clase de antibióticos, riesgo de sesgo y definición de diarrea) mediante el uso de los 11 criterios para evaluar la credibilidad de los subgrupos (Sun 2010).
Esta revisión también presenta varias limitaciones. No se realizaron búsquedas en los resúmenes de congresos sobre hepatología y nutrición de la United European Gastroenterology Week y la North American Society for Pediatric Gastroenterology. Además, aunque previamente se realizó una búsqueda más exhaustiva de la literatura gris, para nuestra búsqueda actualizada no se realizaron búsquedas en los resúmenes de congresos o ni en los resúmenes de disertaciones. Algunos lectores pueden cuestionar la agrupación de diferentes especies de probióticos. De acuerdo con la justificación de la combinación de especies de probióticos utilizados en dos ensayos en esta revisión (Tankanow 1990 administró L. acidophilus con L. bulgaricus; Jirapinyo 2002 administró L. acidophilus con B. infantis; Szymanski 2008 administró un cóctel de B. longum, L. rhamnosus y L. plantarum), los datos se agruparon debido a que los probióticos utilizados en cada ensayo comparten las características recomendadas de un probiótico viable: las propiedades no patógenas (se requieren estudios adicionales sobre L. sporogenes), la capacidad de sobrevivir el tránsito a través del tracto gastrointestinal, la adherencia al epitelio intestinal, la colonización en el tracto intestinal, la producción de sustancias antimicrobianas y variedad opciones en alimentos o fórmula en polvo (Goldin 1998).
Conclusiones de los autores
Implicaciones para la práctica
A pesar de la heterogeneidad en la cepa del probiótico, la dosis y la duración y las cuestiones de la calidad de los estudios (riesgo de sesgo), las pruebas generales sugieren un efecto protector de los probióticos en cuanto a la prevención de la DAA. Una prueba para la heterogeneidad indica que un gradiente de dosis-respuesta explica algo de la heterogeneidad estadística. Al utilizar 11 criterios para evaluar la credibilidad del análisis de subgrupos de la dosis de probióticos, los resultados de los casos disponibles indican que el efecto del subgrupo basado en la dosis (≥ 5 000 000 000 UFC/día) fue creíble, lo cual demuestra un beneficio preciso y grande de los probióticos en dosis alta (CR 0,40; IC del 95%: 0,29 a 0,55). Basado en los probióticos en dosis alta, el número necesario a tratar (NNT) para prevenir un caso de diarrea es de siete (NNT 7; IC del 95%: 6 a 10). Sin embargo, el análisis por intención de tratar altamente convincente fue levemente significativo para los probióticos en dosis alta (CR 0,72; IC del 95%: 0,53 a 0,99). El uso de Lactobacillus rhamnosus o Saccharomyces boulardii en 5 a 40 000 000 000 de unidades formadoras de colonias/día puede ser apropiado debido al NNT moderado y la probabilidad de que los eventos adversos sean muy poco frecuentes. Es prematuro establecer conclusiones acerca de la eficacia y la seguridad de otros agentes probióticos para la DAA en los niños. Aunque no se observaron eventos adversos graves entre los niños sanos incluidos en este grupo de ensayos, se observaron eventos adversos de moderados a graves en niños gravemente debilitados o inmunocomprometidos con factores de riesgo subyacente incluido el uso de catéter venoso central y de trastornos asociados con la translocación bacteriana/micótica. Hasta que se haya realizado investigación adicional, debe evitarse el uso de probióticos en las poblaciones pediátricas en riesgo de eventos adversos.
Implicaciones para la investigación
El análisis de GRADE indicó que la calidad general de las pruebas para la variable principal de evaluación de los estudios de los probióticos en dosis alta (incidencia de diarrea) fue baja debido a un riesgo alto de sesgo en el análisis agrupado (tasa alta de pérdidas durante el seguimiento: 29% en dos estudios y 16% entre los siete estudios) y la imprecisión (datos dispersos, 225 eventos). El beneficio de los probióticos en dosis alta (Lactobacillus rhamnosus o Saccharomyces boulardii) debe confirmarse con un ECA amplio y bien diseñado. También se necesitan ensayos más refinados que prueben probióticos de cepas específicas y evalúen la eficacia (p.ej. incidencia y duración de la diarrea) y la seguridad de los probióticos con pérdidas limitadas durante el seguimiento. En particular, los ensayos deben considerar la posibilidad de determinar el efecto de las cepas de probióticos específicos en: 1. la incidencia de diarrea y la duración de la diarrea mediante el uso de definiciones apropiadas de la aparición de diarrea (incidencia de diarrea) y la eliminación (duración de la diarrea), 2. definir a priori los eventos adversos potenciales y controlar estas reacciones adversas según las guías disponibles (Ioannidis 2004) y 3. debido al período de seguimiento relativamente corto en los ensayos de esta naturaleza – limitar las pérdidas durante el seguimiento. Además, los ensayos futuros se beneficiarían a partir de un conjunto estándar y central de resultados en ensayos sobre diarrea aguda que sean válidos y fiables (Clarke 2007; Johnston 2010). Este hecho haría que los ensayos sean más comparables y ayudaría a evitar el sesgo de informe selectivo.

Carátula
 
Autores
Bradley C Johnston1, Joshua Z Goldenberg2, Per O Vandvik3, Xin Sun1, Gordon H Guyatt1
Filiación
1McMaster University, Department of Clinical Epidemiology and Biostatistics , 1200 Main Street West , 2C12 , Hamilton , Canada , L8N 3Z5
2Bastyr University, , Seattle , USA
3Norwegian Knowledge Centre for the Health Services, , Oslo , Norway
Información de contacto
Bradley C Johnston
McMaster University, Department of Clinical Epidemiology and Biostatistics , 1200 Main Street West , 2C12 , Hamilton , Canada , L8N 3Z5
E-mail: bradley.johnston@sickkids.ca

Traducción realizada por el Centro Cochrane Iberoamericano.
Usado con permiso de John Wiley & Sons, Ltd.

Premios AEMN 2013

Club-unesco

Madrid, a  26 de octubre. En el contexto de su XXXII Congreso La Asociación Española de Médicos Naturistas (AEMN) ha entregado su 1º Premio AEMN 2013, concedido al Dr. José Luis Cidón Madrigal por su trabajo “Nutrición y digestión”. Patrocinados por la Asociación Española de Farmacéuticos Formulistas y la Asociación Española de Médicos Naturistas.

Por su parte, el áccesit ha sido para la Dra. Patricia Escobar Flores por su “Estudio comparatido del tratamiento y efectividad de la obesidad y sobrepeso a través de las terapias integrativas (medicina naturista, homeopatía, acupuntura y fitoterapia) en relación al tratamiento convencional (dieta hipocalórica y ejercicio físico”. Patrocinado por Club Unesco para la Protección del Patrimonio Inmaterial.

 

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Un modelo activo de salud: la salutogénesis

La teoría de la salutogénesis se fundamenta en que cada persona tiene la capacidad de mejorar su propia salud y calidad de vida

¿Qué es salutogénesis?
Salutogénesis es un término acuñado por el doctor en Sociología Aaron Antonovsky (1923-1994) a finales de los años setenta. Este nuevo paradigma, que deriva de Salus (del latín, salud) y Genesis (del griego, origen), quiere recuperar la visión integral de la persona como ser físico, anímico y espiritual, y el papel activo y responsable de cada uno en su salud y, por consiguiente, en su calidad de vida.
La salutogénesis quiere recuperar el papel activo y responsable de cada uno en su salud y su calidad de vida
De hecho, esta teoría surgió en contraposición a la supremacía de la «patogénesis», a la búsqueda del origen de las patologías (saber por qué enferma un individuo) y al conocimiento de la enfermedad en sí, que ha sido uno de los objetivos clave en la medicina durante siglos.
Una de las figuras representativas en estos momentos a nivel mundial es el doctor Bengt Linström, pediatra de la Nordic School of Public Health, en Gothenburg (Suecia). Linström ha publicado numerosos estudios que aportan evidencia científica a la investigación salutogénica y en los que demuestra que este enfoque podría tener un peso específico en la salud pública, además de en la investigación y la práctica de la promoción de la salud. También aporta datos que sustentan que proporcionaría soluciones a problemas que, en el ámbito de la salud pública, son considerados los más urgentes en la actualidad, como la salud mental.
La teoría salutogénica
El foco principal de la salutogénesis, tal como el propio término indica, es generar salud, pero cada persona la suya propia: cada uno tiene la capacidad de reconocer y utilizar sus recursos para mejorar su salud y calidad de vida.
En este escenario, el reto de los profesionales de la salud pasa por ofrecer los instrumentos necesarios. Linström explica el cambio de paradigma entre educación para la salud y promoción de la salud: la primera lleva explícito que el profesional de la salud sabe qué es lo correcto, cómo se hace y lo enseña; y en la promoción, es el individuo el que quiere aprender algo y quiere hacerlo por sí solo, y los profesionales de la salud solo le ofrecen las ideas y las herramientas necesarias para que consiga el objetivo.
La salud física es un estado y una capacidad de recuperar y mantener la energía que posibilita hacer lo que uno desee y disfrutarlo
La salud física es un estado y una capacidad de recuperar y mantener la energía que posibilita hacer lo que uno desee y disfrutarlo. Linström aconseja interrogarse sobre el o los motivos que a uno le dan fuerza para vivir, que es, en definitiva, lo que genera salud y felicidad.
La experiencia vital de cada uno, con las experiencias negativas y positivas, insiste, hace aumentar el repertorio de recursos para afrontar la vida y los infortunios. Así, la autoestima, el optimismo y el apoyo familiar, entre otros, protegen de los efectos negativos de las adversidades. Por este motivo, ante situaciones desfavorables, cada uno evoluciona de manera diferente. La enfermedad no debe ser una perspectiva dominante en la vida de una persona; a pesar de que siempre cabe la posibilidad de caer enfermo o de perder la vida, lo que, en general, es un estado excepcional. La promoción de la salud es un proceso que permite a las personas ganar control sobre su salud y, en consecuencia, tener una buena calidad de vida.
Para este especialista, es importante empezar cuanto antes. Como pediatra, recomienda a progenitores y profesionales, desde la infancia, ofrecer recursos a los pequeños para que puedan abordar sus problemas de manera lo más autónoma posible, sin sobreprotegerlos ni actuar antes de que necesiten o pidan ayuda; es una manera de ayudar a su desarrollo.
Promoción de la salud
La promoción de la salud es un paso más allá de la educación y se sustenta de otras muchas disciplinas como son la medicina, la sociología, la psicología, la pedagogía y la comunicación, entre otras. Es un transcurso que permite a las personas aumentar el control sobre su salud para mejorarla.
La Carta de Ottawa para la Promoción de la Salud, elaborada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la celebración de la «Primera Conferencia Internacional para la Promoción de la Salud», en 1986, ya definió entonces que el objetivo de la promoción de la salud era «proporcionar a la gente los medios necesarios para  y ejercer un mayor control sobre la misma».
Así, pues, en este documento se propuso que las áreas de acción principal fueran el desarrollo de políticas públicas saludables, la creación de ambientes saludables, el refuerzo de la acción comunitaria y el desarrollo de habilidades personales y la reorientación de los servicios de salud.

http://www.consumer.es/web/es/salud/prevencion/2013/11/11/218529.php

· Autor: Por MONTSE ARBOIX  (www.consumer.es)
· Fecha de publicación: 11 de noviembre de 2013

Nacimiento sobre la primera enciclopedia de medicina naturista

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la foto 5 (6)El objetivo es que, tanto los médicos como los pacientes, tenga una fuente de referencia fiable y precisa para la búsqueda de todos los términos relacionados con la medicina naturista.

Como explica el supervisor de esta enciclopedia, el Dr. Coca: “A pesar de que en los últimos años ha aumentado el interés entre los médicos por formarse y conocer mejor la medicina naturista, y de que también entre la población existe una demanda creciente de noticias sobre este campo, en la actualidad se carece de páginas de información fiables. Hasta el momento nos encontramos dos problemas: una gran desinformación al respecto, o una información errónea”.

La enciclopedia se denominará MEDNATURIS y en su desarrollo trabajará un equipo de redacción formado por médicos naturistas, bajo la coordinación del Dr. Coca, quines elaborarán los contenidos bajo los parámetros de su rigor, calidad y veracidad.

La filosofía de Mednaturis permitirá que la información se actualice, amplié y enriquezca con las aportaciones de los expertos, pues está abierta a la participación de los médicos que deseen colaborar.

El contenido se estructurará en del siguiente modo: una definición breve del término, un desarrollo y explicación de éste si lo precisara, una galería de imágenes ilustrativas del mismo, enlaces recomendados y la inclusión de un apartado para adendas.

Ejemplos de estos términos: dilución homeopática, meridiano, reflexología, pediluvio, homeopatía unicista…

Como comenta el Dr. Rafael Torres: “Se trata de una iniciativa más dentro de los objetivos que persigue la Asociación de Médicos Naturistas (AEMN): acercar a la sociedad y al resto de compañeros médicos los conocimientos, fines, métodos y técnicas propias de la medicina naturista”.

La enciclopedia Mednaturis.com estará disponible en un plazo inferior a dos meses.

Conclusiones del XXXII Congreso AEMN

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Así lo evidencian los trabajos científicos y la experiencia clínica de  los médicos naturistas tal y como han expuesto en la edición de su último congreso el pasado fin de semana. El presidente de la AEMN, el Dr. Rafael Torres Colladocomentaba: “Mantener y recuperar nuestra salud depende en gran medida (un 70%) de nuestros hábitos de vida”. Sólo en un depende 25% de la genética y un 5% del ambiente.

Bajo estas premisas, los médicos naturistas trabajamos junto con los pacientes en un tratamiento integral para sus enfermedades estableciendo qué factores psicológicos (estrés), atmosféricos (contaminantes físicos y químicos), alimentarios (insecticidas, dieta basada en proteína animal, hábitos de vida (sedentarismo, tabaquismo…) están relacionados con su problema y qué patrones de conducta hay que modificar para restablecer sus defensas inmunitarias. Se trata de una intervención tanto preventiva, como terapéutica”.

La Medicina naturista frente a las enfermedades inmunitarias

Cada uno de nosotros lleva un estilo de vida, unos hábitos y una actitud que repercuten en que nuestras “murallas” defensivas sean más o menos resistentes. Como en el cuento de los tres cerditos no es lo mismo construirse una casa de paja, de barro o de ladrillo ante los ataques del lobo.

Los estudios científicos apuntan reiteradamente en una dirección: mantener nuestra salud depende en gran proporción de nuestra forma de vida. Somos lo que comemos, somos lo que nos movemos, somos lo que pensamos. En definitiva, somos fruto de nuestro estilo de vida. Y esto también es así cuando hablamos de nuestras defensas. El sistema inmunitario desempeña un papel importante en las defensas del organismo, siendo su función un claro indicador del estado de salud del organismo.Como apunta el Dr. Torres: “Nuestro sistema inmunitario es un verdadero “chivato” del estado de salud de nuestro organismo”.

A pesar de que en la actualidad los métodos de diagnóstico y las armas y, sin embargo, los médicos constantan que las enfermedades inmunitarias se incremetan cada año, constituyendo uno de los problemas más prevalentes de la medicina actual. “Aunque por separado muchas de estas patologías son poco frecuentes, en conjunto se estima que más del 20% de la población sufre enfermedades inmunitarias (esclerosis múltiple, artritis reumatoidea, la diabetes tipo 1, enfermedad de Crohn, tiroiditis de Hashimoto, alergias…), y su porcentaje continúa en aumento en los países denominados como primer mundo”.

El origen de estas enfermedades es multifactorial y en su desarrollo influye el medio ambiente y causas de tipo genético y neuroendocrino. Asimismo, cada vez más trabajos de investigación destacan la influencia de la mente en la salud y en la enfermedad, demostrando que nuestros pensamientos pueden repercutir de manera positiva en la función que desempeñan nuestras defensas en nuestro organismo.

Los médicos naturistas tratan al individuo de forma integral, bajo el criterio de estimular la capacidad de recuperación que tiene nuestro organismo por medio de la alimentación, la fitoterapia, la hidrología, el ejercicio, los cambios de hábitos, las pautas psicológicas…

Conclusiones del congreso respecto al sistema inmunitario

Los expertos en medicina naturista  confirman: “El tratamiento del síndrome inmunitario debe de ser abordado de  una forma sinérgica para conseguir unos resultados satisfactorios”.

Como ejemplo, señala el presidente de AEMN: “Todos los últimos estudios científicos relacionan la flora intestinal con el sistema inmunitario, lo que se llama la microbiota, donde reside entre el 70-80 de nuestra capacidad inmunológica. Siendo necesario mantener una relación armónica con esta microbiota llamada segundo cerebro”.

“Su restablecimiento necesita de tratamiento durante periodos largos entre meses y años.  Además de tener una alimentación biocompatible,  que nos permita recuperar el perfecto funcionamiento de la sustancia extracelular”.

Por otra parte: “Los sentimientos de felicidad, haber tenido lactancia materna, llevar una alimentación adecuada, estilos de vida saludables, tienen relación directa con nuestro sistema inmunitario”.

Asimismo: “Con determinadas plantas medicinales como la echinácea y algunos hongos como el ganoderma lucidum entre otros, que tienen una gran capacidad inmunomoduladora nos pueden ayudar en la terapia de recuperar la función del sistema inmunitario”.

El envejecimiento y los estilos de vida

Durante el congreso también se destacaron diversos estudios que indican que los hábitos saludables que refuerzan las defensas son el antecedente de una vida más longeva y de mayor calidad. En palabras del Dr. Rafael Torres: “se está demostrando que nuestro estilo de vida influye la velocidad con la que envejecemos y, por tanto, que cada uno de nosotros puede acelerar o frenar ese ritmo de envejecimiento biológico. Si nuestro sistema inmunitario es bueno, envejeceremos más lentamente”.

Esto se debe a que no es lo mismo la edad cronológica que la biológica. La edad cronológica depende de la fecha de nuestro nacimiento, siempre va hacia delante y es inmutable. En cambio, la edad biológica –la velocidad a la que envejecemos- puede ir a diferentes “marchas”. Un grupo de investigadores de la Universidad Complutense ha demostrado cómo ciertos marcadores del sistema inmunitario son similares en personas centenarias y en jóvenes adultos.

De ahí que estudios de investigación recientes demuestran que se puede revertir el acortamiento de los telómeros de nuestros genes (un indicador de envejecimiento) mediante modificaciones en nuestro estilo de vida.

Entre las estrategias generales que se han abordado en el congreso de medicina naturista para ralentizar nuestro envejecimiento biológico: la ingesta de una dieta rica en antioxidantes, realizar ejercicio físico moderado (sus efectos positivos son mayores cuanto mayor somos cronológicamente), evitar la soledad y controlar el estrés.

El auge de la Medicina Naturista

A pesar de la crisis económica, en los últimos años se ha incrementado el número de pacientes y médicos que acuden a las consultas de médicos naturistas. Los pacientes porque encuentran soluciones eficientes a sus problemas, especialmente en el caso de las enfermedades crónicas, ya que debido a la polimedicación, en muchas ocasiones son más los efectos secundarios que los beneficios.

Por su parte, los médicos buscan nuevas posibilidades terapéuticas, con pocos o ningún efecto secundario. De hecho, los estudios de postgrado impartidos por las diferentes universidades españolas en Medicina Naturista, Acupuntura y Homeopatía son de los más demandados por los galenos.

Como explica el Dr. Rafael Torres: “Los médicos naturistas tratamos en nuestras consultas a  un gran número de enfermos crónicos, quienes no han encontrado una solución eficiente a su problema en los sistemas de salud convencionales, donde muchas veces por falta de tiempo se apuesta por tratamientos farmacológicos sin prestar mucha atención al estilo de vida”.

Por eso, las propuestas médicas naturistas (integrativas y personalizadas) suponen una excelente respuesta, pues trabajan en cuáles son los estilos de vida erróneos que repercuten negativamente en la salud, y centran su objetivo en informar y motivar al paciente para que los corrijan. “En definitiva, dedicamos tiempo a enseñarle a vivir. En el sentido, de orientarle sobre qué pautas son los más adecuadas en su caso para mantener o restablecer su salud”.

La Medicina Naturista: una medicina del futuro

Como apunta el Dr. Rafael Torres: “La Medicina Naturista, dentro del concepto de medicina integrativa, es una medicina de futuro, que está en condiciones de contribuir de una forma eficaz y eficiente a restablecer y mantener nuestra salud en esos problemas crónicos de salud que producen las alteraciones del sistema inmunitario”.

“La sociedad demanda cada vez más una medicina integrativa. Prueba de esta tendencia es la inclusión de la medicina naturista en España en diferentes compañías aseguradoras privadas”.

En España  más de 5.000 médicos trabajan en medicina naturista y la tendencia es a incrementarse a medio y largo plazo”.

Respecto a la situación en otros países: “Tomemos ejemplo de las más de 40 Universidades de EEUU, entre las que se encuentran las más prestigiosas -como la de Harvard- que disponen de servicios y enseñanza de Medicina Integrativa. Por su parte, países como Suiza y Alemania incluyen la medicina naturista dentro de sus sistemas de salud”.

“La medicina naturista no es la panacea, pero el nivel de satisfacción de nuestros pacientes es muy elevado, por eso más del 95% de pacientes que acuden a nosotros nos recomiendan. Comenzamos por tratar a un paciente en particular y acabamos tratando a toda la familia”.

LA AEMN

La Asociación Española de Médicos Naturistas (AEMN) está formada por médicos cuyo objetivo es promover el conocimiento y la práctica de la medicina naturista. Es requisito imprescindible ser Licenciado o Doctor en Medicina, teniendo que estar colegiado en uno de los ilustres colegios oficiales de médicos de España. Su Junta está constituida por un grupo de médicos, con amplia experiencia, ya que todos tienen consulta de medicina naturista desde hace varios años.

La Asociación fue fundada hace ya más de 30 años, por el año 1982, por un grupo de médicos naturistas, presididos por el Dr. Silverio Palafox. Su desarrollo ha sido creciente, como prueba de ello nuestros más de 300 médicos asociados, y nuestra activa participación en cursos de postgrado junto con la Universidad, las facultades de Medicina, y los Colegios de Médicos.

Los objetivos actuales de la asociación se centran en promover el reconocimiento de la medicina naturista y su implantación en las estructuras de la sanidad pública. Además:

-Organizar cursos, conferencias, congresos… tendentes a conseguir una formación continuada de sus asociados tanto práctica como científica.

-Fomentar la investigación sobre los fines, métodos y las técnicas de la medicina naturistas, mediante premios de investigación.

-Fomentar la relación entre sus asociados, con el fin de intercambiar experiencias, conocimientos y métodos propios de la medicina naturista.

-Darnos a conocer a la sociedad en general por medio de nuestra página web: www.medicosnaturistas.es y nuestro portal en facebook donde actualmente tenemos más de 7000 seguidores.