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EL MASTER DE MEDICINA NATURISTA, ACUPUNTURA Y HOMEOPATÍA DE LA UNIVERSIDAD DE VALENCIA ORGANIZA UN AYUNO TERAPEÚTICO

El ayuno,  la forma de curación más potente que hay en la naturaleza, es  una práctica milenaria que ya utilizaron los egipcios, los persas, los mayas,  los hindús….y que incluso  realizaron Moisés y Jesús durante cuarenta días y cuarenta noches, tal y como queda recogido en la Biblia.
Pero  dejar de comer es algo difícil en nuestro estilo de vida actual en el que nos sobrealimentamos para llenar vacíos y calmar ansiedades.  Sobre todo porque no se puede seguir con la actividad habitual mientras suspendemos la ingesta de alimentos y hay que abrir un paréntesis de reposo. Y también  por la  necesidad de intentar acallar también la mente de entrada de ideas y pensamientos intoxicados.  
Con este objetivo y durante este puente, más de sesenta profesionales médicos naturistas valencianos siguen un proceso  de ayuno en un magnífico enclave natural,  Masía San Juan, situada entre Altura y Segorbe. Cuatro días de meditación, respiraciones, rutas por la montaña, formación en terapia de hologramas, masajes, cineterapia y sobre todo, ayuno, en un programa dirigido por los doctores Rafael Torres y Francisco Verdú y coordinado por el doctor Ignacio Martín, como actividad del Máster en Medicina Naturista, Homeopatía y Acupuntura de la Universidad de Valencia.

He vivido con ellos a mi primera experiencia de limpieza del organismo y disfrutado de la experiencia de nutrirme unos días a base de caldos depurativos (verduras de hoja, verdes, raíces…), infusiones (hinojo, tomillo, olivo…) y jugo de manzana natural, pero también de la vitamina D del sol. Conectar con la claridad mental que da el  proceso de deshacerse de los “residuos” que nos acompañan es igualmente interesante.
Pero, ¿cómo abordar este proceso? ¿Por qué es interesante ayunar?  No solo existe  la tradición milenaria. Numerosos estudios científicos prueban que el ayuno reequilibra la salud y reduce numerosos procesos patológicos. Por eso cuando un niño está enfermo lo primero que hace es dejar  de comer. Lo marca su instinto, al igual que hacen los animales. Y en ese periodo de suspender la digestión de alimentos, el cuerpo se centra en la sanación de las partes afectadas.
Uno de estos estudios, llevado a cabo por el Instituto del Corazón del Centro Médico Intermountain (EEUU), prueba que el ayuno reduce el riesgo de sufrir diabetes y  enfermedades del corazón a la vez que reduce los niveles de colesterol elevados en sangre.
Se ha concluido  que las personas tienen un 39 por cien menos riesgo de sufrir enfermedades coronarias, mejora la diabetes y la resistencia a la insulina y hay menos posibilidades de tener hipercolesterolemia.
Durante los días en que no comemos, el cuerpo se alimenta de nuestras reservas. En ese periodo, el organismo libera más colesterol para poder utilizar las grasas como fuente de energía en lugar de la glucosa. Por eso mientras dura  el ayuno el colesterol malo (LDL) aumenta en un 14% y el bueno (HDL) un 6%. Pero, a su vez, cuando se acaba el programa depurativo se han reducido  el número de células grasas en el organismo y, por tanto, las posibilidades de tener un nivel alto de colesterol.
Los beneficios del ayuno son ya visibles aunque se realicen  solo durante 24 horas, en las que sólo se ingieren líquidos y estos no superan las 300 calorías totales. Pero también se pueden seguir programas de 3 y hasta 7 días en los que es interesante conocer qué síntomas se pueden sufrir como efecto de la desintoxicación.
Riñones, hígado, pulmones y piel eliminan más toxinas durante estos días. Por eso, si el nivel de toxicidad por una alimentación inadecuada (mucho azúcar, grasas saturadas, carne…) es más elevado, la salida de las sustancias al torrente sanguíneo provocará malestar alrededor del cuarto día sin comer.
Y  también puede haber mal olor corporal y un sudor espeso. En medio del proceso, también  el cuerpo demandará con fuerza  las sustancias a las que es adicto: azúcar, carne o tabaco (en caso de que  seamos  fumadores), pero pasado este espacio, comienzan las mejorías. Al acabar la limpieza se siente una energía sin precedentes.
E importante es  también saber que al volver a comer hay que tomar alimentos fermentados para repoblar la flora de los intestinos, donde muchas de las bacterias se han eliminado, y reiniciar la ingesta con una dieta vegetariana los primeros días.
Si pueden ser productos ecológicos (cultivados sin pesticidas) y sin aditivos, mejor porque nuestro organismo arrancará con más fuerza la vuelta a las digestiones habituales. Así que buscaros  tiempo y espacio y empezad vuestro ayuno particular.
Limpiar y eliminar siempre atrae cosas nuevas!

Mercedes Morales

La dieta vegetariana reduce la tensión arterial en 5 mmHg

JAMA Internal Medicine publicó en junio del año pasado un análisis, de la Universidad de Loma Linda, en California, de 73.308 hombres y mujeres de religión adventista. Entre ellos había no vegetarianos, semivegetarianos, pesco-vegetarianos, lacto-ovo-vegetarianos y veganos. Con un seguimiento de seis años, la mortalidad ajustada fue un 12 por ciento más baja entre los vegetarianos, sobre todo en varones.

http://www.diariomedico.com/2014/03/04/area-profesional/entorno/dieta-vegetariana-reduce-tension-arterial-5-mmhg

Expertos abordan aspectos éticos sobre la medicina convencional y las medicinas alternativas

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El seminario de la Cátedra de Profesionalismo y Ética Clínica de la Universidad de Zaragoza, que patrocinan el Colegio de Médicos de Zaragoza y la Organización Médica Colegial, abordó en su última sesión «Cuestiones éticas polémicas en torno a la medicina convencional y las medicinas alternativas». El Seminario, moderado por el director de Proyectos de la Cátedra, Rogelio Altisent. La sesión contó con la participación de Juan Gérvas, médico general y profesor de Salud Pública de la Universidad Autónoma, de Javier Lanuza, profesor titular de Farmacología en la Facultad de Medicina de Zaragoza, de Javier García Campayo, psiquiatra y profesor asociado de la Facultad de Medicina de Zaragoza, y de Borja Apellaniz, estudiante de 5º de Grado, de la Delegación de Alumnos de la Facultad de Medicina de Zaragoza.
El doctor Juan Gérvas, encargado de abrir el turno de intervenciones, indicó en un momento de su exposición que «el peligro es una medicina sin límites». Aunque, según reconoció, la medicina se ha legitimado por la ciencia y la tecnología, su crédito está «en la humanidad, en el sentido común». Y por eso ha realizado una llamada a la tolerancia. «Hay quien va a Lourdes y sana», señaló, para concluir, que «en el pensamiento habrá que ser humildes».
Por su parte, Javier Lanuza planteó si la homeopatía tiene espacio en la medicina científica. A su juicio, «sí, pero». Lanuza defendió que esta medicina alternativa tiene evidencia y tiene papel desde hace unos veinticinco años. En este sentido, señáló que «el paciente tiene capacidad de decidir y hemos de estar a la altura de nuestros pacientes». Tras señalar que los medicamentos homeopáticos deben ser prescritos por médicos, odontólogos, veterinarios, podólogos, y obligatoriamente dispensados por farmacéuticos con las garantías de las agencias reguladoras (EMEA y AEMPS), Lanuza ofreció un análisis de situación de la homeopatía. Como dijo, la homeopatía está presente en más de 80 países en el mundo. Hoy en día hay 248.400 médicos formados en homeopatía para 300 millones de pacientes. A su vez, en la UE, los médicos homeópatas están integrados en los sistemas sanitarios de muchos países (Reino Unido, Francia, Suiza, Alemania, Italia, Bélgica…). En España existen 4.400 pediatras homeópatas, un 36%, 4.300 médicos de AP y 700 ginecólogos. Javier Lanuza defendió, asimismo, que los efectos de la homeopatía no son atribuibles únicamente al efecto placebo, y que justifican una mayor investigación en homeopatía.
Del placebo, efecto deseado producido por las expectativas positivas del paciente respecto al tratamiento, y del nocebo, efectos no deseados producidos por las expectativas negativas del paciente respecto al tratamiento ha hablado el Psiquiatra Javier García Campayo.
El Psiquiatra se refirió a los criterios y normas éticas para usar un placebo:
-Intención médico: BENEVOLENCIA o bienestar paciente (No causas económicas o profesionales)
-No existe ningún tratamiento más eficaz
-Se da para aliviar sufrimiento (no para que se calle o librarnos de él)
-Si no es eficaz hay que retirarlo
-Si somos preguntados si es un placebo, debe decirse
-Si es efectivo, no puede retirarse si no hay un tratamiento mejor
Javier García Campayo planteó una serie de cuestiones a este respecto: ¿Debe informarse al paciente de la evidencia científica de los tratamientos? (serán menos efectivos los que digamos que baja evidencia);  ¿Se le debe informar que la mayor parte de la eficacia de un tratamiento especifico se debe al efecto placebo?  ¿Hasta qué punto es legítimo manipular a un paciente para aumentar el efecto placebo?
El representante de los estudiantes, Borja Apellaniz, por su parte, se mostró muy crítico con la cuestión. En su intervención se refirió al artículo 26 del Código de Deontología Médica: «El médico debe emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente».
Apellaniz insistió en el posicionamiento contra las Terapias Alternativas sin Evidencia Científica que la CEEM aprobó en octubre del pasado 2013: «Como máximo órgano representativo de los Estudiantes de Medicina del Estado se opone firmemente al uso de prácticas diagnósticas y terapéuticas sin eficacia demostrada en pacientes, especialmente de las medicinas sin evidencias científicamente demostradas. Asímismo consideró «inadmisible la promoción de las mismas entre el alumnado y los profesionales sanitarios, ya sea por parte de la Universidad, Colegios de Médicos u otras entidades así como la existencia de planes de estudio o estudios de postgrado que contengan competencias que pretendan la integración de las mismas en la práctica médica».[…] Como se recordó, el CEEM trabajará activamente para que estos procedimientos no sean presentados acríticamente a pacientes, estudiantes o profesionales sanitarios, oponiéndose públicamente a estas malas prácticas y transmitiendo información científica cuando sea necesario».
El estudiante reconoció que el 35,4% de los alumnos de la Facultad considera interesante o muy interesante la asignatura optativa de la Homeopatía, y el 42 % la de acupuntura, al señalar que la medicina no es sólo ciencia se ha referido a que «en la formación de los futuros médicos falta trato con el paciente, no se nos ha enseñado una visión integral del paciente».
Finalmente, durante el coloquio, al que se sumó la presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza, Concha Ferrer, hubo momentos para la reflexión. En este contexto, el profesor titular de Farmacología Javier Lanuza, al referirse a la situación que se vive en las facultades de Medicina en relación a la homeopatía, concluyó: «hemos pasado de la libertad de Cátedra a la dictadura del estudiante», para preguntarse a continuación: ¿Por qué esa animadversión hacia la homeopatía?

http://www.medicosypacientes.com/articulos/catedraprofesionalismo17314.html

Los médicos naturistas, molestos por el cambio de discurso de la OMC

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Rafael Torres, presidente de AEMN.

Se trata de “un informe incoherente con la labor desarrollada durante más de una década por la propia OMC, las universidades, las reales academias de medicina en contra del intrusismo médico en este campo y en defensa de la salud”.

Los naturistas recuerdan la conclusión de la Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado de la OMC que, con fecha 2 de junio de 2012 afirmaba que “la medicina naturista es una disciplina médica y como tal se basa en la realización de actos exclusivamente médicos”.

El comunicado señala que los médicos naturistas “nos licenciados tras seis años de estudios de Medicina, presentes en los colegios de médicos, universidades públicas,  academias de Medicina”. Además, prosiguen, “contamos con el apoyo de compañeros médicos, especialistas y generales, farmacéuticos y licenciados en ciencias de la salud, así como de diversas sociedades científicas, profesores de universidad, decanos y rectores. Aportamos una extensa relación de trabajos de investigación que avalan la medicina naturista dentro de la medicina de la evidencia, más de 5.000 referencias que podríamos aumentar, pero que ya constituyen una base sólida suficiente”.

Desde AEMN se muestran a favor de la regulación y control, y porque “nos avala nuestra licenciatura en Medicina y el trabajo y experiencia desarrollado en todos estos años, estamos en condiciones de exigir que nuestros representantes de la OMC sean coherentes en sus planteamientos, apelamos a su responsabilidad en la lucha contra el intrusismo médico y la defensa de la salud de la población”.

 http://www.redaccionmedica.com/noticia/los-medicos-naturistas-molestos-por-el-cambio-de-discurso-de-la-omc-1886

LA OMC SE MUESTRA INCOHERENTE Y CONTRADICTORIA EN SU DECLARACIÓN SOBRE LA MEDICINA NATURISTA

Desconocemos los motivos de este cambio de proceder, pero el informe, por ignorancia voluntaria o desconocimiento, olvidó en su elaboración los siguientes datos:
-La conclusión de la Comisión Central de Deontología, Derecho Médico y Visado de la OMC que, con fecha 2 de junio de 2012 afirmaba: “La medicina naturista es una disciplina médica y como tal se basa en la realización de actos exclusivamente médicos”.
-El apoyo a esta postura mostrado en reunión mantenida el 26 de junio de 2012 con el Dr. Rodríguez Sendín, quien como presidente de la OMC planteaba: “Toda persona que trate a pacientes ha de ser médico. Es el único formado para diagnosticar y tratar a los pacientes. Cada médico es responsable de lo que hace. Todo lo que hace un médico es un acto médico”.
-El Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establece las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, que en su anexo II, U 101, dice textualmente: “Terapias No Convencionales: unidad asistencial en la que un médico es responsable de realizar tratamientos de las enfermedades por medio de medicina naturista o con medicamentos homeopáticos o mediante técnicas de estimulación periférica con agujas u otros que demuestren su eficacia y seguridad”.

-La Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, que permite la creación de áreas de conocimiento específico con acreditación en el Ministerio de Educación, además de la creación de un registro en los colegios de médicos, con el fin de proteger a la población para que se realicen actos médicos con la suficiente formación, garantizando a la misma de forma efectiva el ejercicio de los derechos de los pacientes a recibir información que les permita poder elegir libremente el facultativo.
-En ese mismo año, la Asamblea General del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (celebrada en Córdoba el día 11 de octubre de 2003)   acordó constituir un Grupo de Trabajo sobre Terapias Complementarias con el fin de evitar el intrusismo y la mala praxis que significaba la implementación de másteres de medicina naturista, acupuntura y homeopatía desarrollados por personal no médico que estaban proliferando.
-Este Grupo de Trabajo de Terapias Complementarias de la OMC en sus conclusiones del 22 de diciembre de 2003 -en el punto 4-  cita textualmente: “Que el Consejo General de Colegios de Médicos de España reconozca, como ya lo han hecho el Consejo Autonómico Valenciano y Andaluz, la declaración: “Manifestar el apoyo a la regularización del ejercicio y práctica de las terapias complementarias –acupuntura, homeopatía y medicina naturista- como técnicas terapéuticas que requieren diagnóstico previo e indicación y que deben ser avaladas en el ámbito del acto médico”.
-Al año siguiente (sesión celebrada el 29 de mayo de 2004), este mismo organismo adoptó el acuerdo de aprobar, por unanimidad, el documento sobre “Criterios de baremación para el visado de capacitación de terapias médicas no convencionales en los colegios oficiales de médicos”.
-El 7 de abril de 2011, el Tribunal Supremo dicta una sentencia que especifica claramente que la medicina naturista, acupuntura y homeopatía requieren un diagnóstico previo y que la debe de realizar un licenciado en medicina.
En esta misma sentencia, en su página 3, recoge los criterios básicos que hayan sido legislados anteriormente de la constitución, como es el caso de la Real Orden sobre naturismo médico publicada en la “Gaceta de Madrid” el 27 de marzo de 1926, donde textualmente dice “Que en la profesión de naturista como rama especial de la medicina sólo puede ser ejercida por quien posea el título de doctor o licenciado en medicina y cirugía”.
En conclusión, todos estos documentos refutan el último informe elaborado por la OMC.
Los médicos naturistas somos médicos licenciados tras seis años de estudios de Medicina, presentes en los colegios de médicos, presentes en las universidades públicas,  presentes en las reales academias de medicina, y en constante formación. Contamos con el apoyo de compañeros médicos, especialistas y generales, farmacéuticos y licenciados en ciencias de la salud, así como de diversas sociedades científicas, profesores de universidad, decanos y rectores. Aportamos una extensa relación de trabajos de investigación que avalan la medicina naturista dentro de la medicina de la evidencia, más de 5.000 referencias que podríamos aumentar, pero que ya constituyen una base sólida suficiente.
Entre la población española existe una demanda creciente de estas terapias reflejado tanto en las compañías aseguradoras (en los seguros de responsabilidad civil profesional –compañías como A.M.A.- ya recogen la medicina naturista), tanto como en el incremento de  la población que solicita este campo médico en los centros de atención primaria públicos que lo ofrecen, como en nuestras propias consultas.
Desde la Asociación Española de Médicos Naturistas (AEMN) estamos a favor de la regulación y control, y porque nos avala nuestra licenciatura en medicina y el trabajo y experiencia desarrollado en todos estos años, estamos en condiciones de exigir que nuestros representantes de la OMC sean coherentes en sus planteamientos, apelamos a su responsabilidad en la lucha contra el intrusismo médico y la defensa de la salud de la población.

Encuentran en la ambrosía arborescens dos componentes anticancerígenos

Y Ambrosía Arborescens es la planta que podría encerrar la clave de un nuevo medicamento contra el cáncer, según los resultados de una investigación publicada en la revista Anticancer Research por un equipo científico en el que han participado los investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica en la Universidad de Córdoba Eduardo Muñoz y Marco A. Calzado.
Concretamente, esta nueva investigación ha logrado aislar y estudiar dos componentes presentes en el arbusto: la damsina y la corofilina. Ambas han probado, en los cultivos celulares realizados en el laboratorio, su eficacia como inhibidores tanto de la proliferación de células tumorales como de la activación de factores claves en los procesos inflamatorios asociados al cáncer.
Esos resultados abren nuevas líneas de investigación aplicada que podrían emplear los dos componentes estudiados en el desarrollo de nuevos fármacos contra el cáncer.
Todos los resultados obtenidos se pueden consultar en http://ar.iiarjournals.org/content/33/9/3799.long
Publicado en Ciencia

Metabolito del DDT aumentaría riesgo de Alzheimer

 

Los investigadores encontraron 3,8 veces más DDE —un producto de la degradación del DDT— en la sangre de 87 enfermos de Alzheimer que en la de 79 sujetos sanos usados como control.
 
También comprobaron que los portadores del gen que predispone al Alzheimer podrían ser más susceptibles a los efectos del DDE.
 
Asimismo, detectaron una correlación entre la cantidad de DDE en el suero sanguíneo y en los tejidos del cerebro de fallecidos por esta enfermedad. En ese estudio hallaron que la presencia de DDE aumentó la cantidad de una proteína asociada con las placas amiloides características del Alzheimer.
 
“Nuestros datos sugieren que la exposición al DDE puede contribuir a aumentar del riesgo en conjunto con otros factores”, dice a SciDev.Net Jason Richardson, autor principal del estudio y profesor del Departamento de Medicina Ocupacional y Ambiental de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, Estados Unidos.
 
El DDT se usó masivamente en la década de 1940 en el agro y para controlar mosquitos transmisores de enfermedades como malaria. A principios de este siglo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) prohibió su empleo en cultivos pero en 2006 volvió a autorizar su uso contra los mosquitos.
 
Según el estudio, actualmente varios países usan DDT en la agricultura, legal e ilegalmente, pues si bien en Estados Unidos se prohibió en 1972 aún se hallan trazas en 75 a 80 por ciento de muestras analizadas por el Centros de Control y Prevención de Enfermedades de ese país.
 
“El DDT no se usa en los países latinoamericanos y todos, salvo México, lo han prohibido”, dice a SciDev.Net Juan José Mieres, del Centro de Investigación Toxicológica de la Universidad Católica de Chile.
 
Pero hay indicios de que persiste en las personas, pues un estudio de 2009 encontró rastros de DDT en la sangre de niños de 11 comunidades rurales de México y Centroamérica.
 
Patricio Fuentes, neurólogo de la Corporación Alzheimer-Chile, señala a Scidev.Net que a partir del trabajo de Richardson et al no se puede afirmar en forma taxativa que exista una relación lineal de causalidad entre DDT-sangre-cerebro-Alzheimer.
 
“El estudio detectó DDE en 70 por ciento de los sujetos sanos y no encontró indicios en 20 por ciento de los con Alzheimer. Algunos controles sanos tenían DDE en el tercio más alto”.
 
“Para probar que a mayor exposición a pesticidas órgano-clorados mayor es el riesgo de desarrollar Alzheimer se requieren análisis en poblaciones más amplias, el despeje de otra variable que pueda estar influyendo y resultados aún más categóricos”, añade Fuentes.
 
Dwight German, coautor del estudio y profesor de psiquiatría de la Universidad de Tejas, informa que ya están buscando un vínculo directo entre DDT y Alzheimer. De encontrarlo, podrían detectar tempranamente la presencia de DDE en muestras de sangre y eliminar la substancia del paciente.

Enlace al artículo completo en JAMA Neurology

http://www.scidev.net/america-latina/salud/noticias/metabolito-del-ddt-aumentar-a-riesgo-de-alzheimer.html

Medicina tradicional y moderna: Hechos y cifras

En África y Asia, el 80 por ciento de la población se vale de remedios tradicionales y no de la medicina moderna para la atención primaria de la salud.
Y en las naciones desarrolladas, la MT está atrayendo cada vez más adeptos. Estimaciones sugieren que hasta el 80 por ciento de la población ha probado terapias como la acupuntura o la homeopatía. Una encuesta realizada hace unos meses reveló que el 74 por ciento de los estudiantes de medicina de Estados Unidos cree que la medicina occidental se beneficiaría con la integración de terapias y prácticas tradicionales o alternativas. [1]
La industria tiene un alto valor económico. En 2005, las ventas de medicinas tradicionales en China ascendieron a US$ 14 mil millones. Y en 2007, Brasil generó ingresos de US$160 millones por concepto de terapias tradicionales, parte de un mercado mundial avaluado en más de US$ 60 mil millones. [2, 3]
Búsqueda desesperada de fármacos
Lo cierto es que la medicina moderna tiene una necesidad imperiosa de contar con nuevos fármacos. Para conseguir que una nueva sustancia supere las etapas de investigación y desarrollo y llegue a comercializarse se tarda años y la inversión es enorme.
Además, la creciente resistencia a fármacos, en parte provocada por el uso indebido de medicamentos, ha vuelto ineficaces a varios antibióticos y otros fármacos que salvan vidas.
Ambas tendencias hacen que científicos y laboratorios farmacéuticos busquen urgentemente nuevas fuentes de fármacos y presten cada vez más atención a la medicina tradicional.
Unos cuantos logros han avivado el interés por la medicina tradicional como fuente de fármacos rentables y altamente exitosos. El más conocido es la artemisina para el tratamiento de la malaria (Ver Recuadro 1).
Recuadro 1: Artemisina: el éxito económico de la medicina tradicional

Qinghao
Scott Bauer/US Agricultural Research Service
La artemisina, que se extrae de la planta Artemisia annua o ajenjo chino, es la base de los antimaláricos más eficaces que haya conocido el mundo.

Los investigadores occidentales se enteraron del compuesto por primera vez en los años ochenta, aunque se venía utilizando en China desde hacía mucho tiempo para tratar la malaria. Sin embargo, sólo hasta 2004 la OMS aprueba su uso en el ámbito internacional. En buena medida, esta demora se debió al escepticismo que rodeaba al fármaco y por ello diferentes grupos de investigación se pasaron años validando las afirmaciones de los curanderos chinos.

La artemisina resulta eficaz también para combatir otras enfermedades y ha demostrado un importante potencial para el tratamiento del cáncer y la esquistosomiasis.

Pero este fármaco milagroso ya está dando señales de debilidad: informes del Sudeste Asiático sostienen que en algunas personas el parásito de la malaria se ha vuelto resistente al tratamiento con artemisina.
En todo el mundo, investigadores, generadores de política, empresas farmacéuticas y curanderos unen esfuerzos para introducir la MT en el siglo XXI.
De alguna manera, ya se está logrando. Casi una cuarta parte de los medicamentos modernos se derivan de productos naturales, muchos de los cuales fueron utilizados antes en remedios tradicionales (Ver Tabla 1).
Fármaco
Función
Fuente
Uso original
Artemisina
Antimalárico
Planta china qing hao o ajenjo dulce
Remedio tradicional chino para fiebres y resfríos
Cromolin
Antiasmático
Compuesto sintético basado en el khellin, principio activo de la planta khella
Remedios tradicionales de Medio Oriente contra el asma, también utilizados en Egipto para los cálculos renales
Etopósido
Antitumoral
Sintetizado a partir de la podofilotoxina, producida por la mandrágora
Diversos remedios de la medicina popular china, japonesa y oriental
Hirudina
Anticoagulante
Glándulas salivales de sanguijuelas, ahora producido por ingeniería genética
 
Remedios tradicionales de todo el mundo, desde el shui zhi en China hasta la medicina europea de los siglos XVIII y XIX.
Lovastatina
Se usa para reducir el colesterol
Alimentos como la gírgola y el arroz de levadura roja. Empleado para sintetizar otros compuestos como mevastatina y pravastatina
Los hongos se usan para tratar un amplio espectro de enfermedades en la medicina tradicional china, japonesa, de Europa oriental y de Rusia.
Opiáceos
Analgésicos
Semillas
de adormidera inmaduras
Remedios tradicionales árabes, chinos, europeos, indios y norafricanos, usados para calmar el dolor y tratar un abanico de afecciones, como diarrea, tos y asma
Quinina
Antimalárico
Corteza de la quina
Remedios tradicionales para fiebre y calambres en Sudamérica
Alcaloides de la vinca
(vincristina, vinblastina)
Antitumorales
Rosa mosqueta
Diversos remedios populares de todo el mundo, incluido su uso como antidiabético en Jamaica, para tratar las picaduras de avispa en la medicina tradicional india, colirio en Cuba y poción para el amor en la Europa medieval.
Table 1: Algunos fármacos modernos derivados de la medicina tradicional [4]
Modernizar la tradición
Pero una auténtica integración de la medicina tradicional — la incorporación de sus conocimientos en la atención sanitaria moderna con la garantía de que cumple las normas de seguridad y eficacia actuales — no es tarea sencilla y está lejos de conseguirse.
Además, existe una creciente preocupación entre los defensores del medio ambiente ante la posibilidad de que el crecimiento del mercado de la medicina tradicional represente una amenaza a la biodiversidad a causa de la sobreexplotación de las plantas medicinales o el uso de partes de animales en peligro de extinción, como tigres, rinocerontes y elefantes.
Más allá de la sostenibilidad de recursos naturales, unir la medicina tradicional y la moderna supone numerosos retos que se derivan de diferencias clave en su ejercicio, evaluación y gestión (Ver Tabla 2).
 
Medicina tradicional
Medicina moderna
Protección del conocimiento
Acceso libre
Acceso restringido, protegido por patentes
Formulación
Ad hoc, en la consulta con el paciente
Predeterminada y una vez probada en ensayos clínicos no se puede cambiar salvo previa repetición de ensayos
Regulación
Casi inexistente, aunque algunos países intentan introducir normas y estándares
Sumamente estricta, al punto de costar miles de millones de dólares introducir un fármaco en el mercado
Ensayos
Sin ensayos formales, pues el conocimiento sobre la eficacia pasa de generación en generación
Ensayos rigurosos, divididos en distintas etapas, primero para evaluar seguridad y luego eficacia
Dosificación
No establecida: la cantidad prescrita puede ser similar, pero el principio activo (la auténtica dosis) puede presentar enormes variaciones
Dosis establecida, con pequeñas variaciones según edad, peso o gravedad de la afección
Consulta
Extensa. El paciente es interrogado sobre una multiplicidad de aspectos más allá de sus síntomas
Tanto en la atención primaria como secundaria, tiende a ser breve y específica, en especial por la sobrecarga de los sistemas nacionales de salud
Formación
Los dos sistemas requieren una formación de muchos años, pero en la medicina tradicional el conocimiento se transmite persona a persona en el ámbito familiar y la ocupación suele «heredarse».
Por lo general, vocacional: los profesionales de la salud siguen estudios formales en colegios y universidades
Tabla 2: Diferencias clave entre medicina tradicional y medicina moderna
Protección y piratería
Una de las diferencias principales entre la medicina tradicional y la moderna es la protección legal otorgada al conocimiento. Históricamente, los curanderos han compartido sus conocimientos y experiencia sin restricciones, definiendo el ‘acceso libre’ incluso antes de que existiera el término. En cambio, la medicina moderna está sujeta a rigurosas leyes de protección de la propiedad intelectual y cuenta con un sistema de patentes muy desarrollado que se utiliza para proteger el conocimiento de los fármacos o las técnicas médicas.
A medida que los investigadores occidentales descubren la riqueza del conocimiento atesorado en los sistemas de la medicina tradicional y que la necesidad de nuevos fármacos se vuelve más apremiante, muchos científicos han empezado a buscar fuentes autóctonas para nuevos fármacos, lo que se ha dado en llamar ‘bioprospección’ (Ver Bioprospección).
En algunos casos, los investigadores han solicitado patentes para proteger compuestos medicinales que se venían usando durante siglos para tratar enfermedades. Un ejemplo es la patente concedida en 1995 a un antimicótico derivado de la lila india, de uso común en remedios tradicionales indios. La Oficina Europea de Patentes (OEP) otorgó una patente al Departamento de Agricultura de los Estados Unidos y a la multinacional WR Grace and Company.

La lila india es muy utilizada en las medicinas tradicionales indias
Spice photo gallery
El gobierno indio convenció a la OEP para que revocara la patente en razón del uso previo, proceso que tardó cinco años y costó millones de dólares.
Este saqueo de recursos autóctonos de acceso libre ha sido denominado ‘biopiratería’ y constituye un ejemplo contundente de los retos que afrontan las iniciativas para integrar la medicina tradicional a la moderna.
Algunas regiones han intentado abordar el problema promulgando leyes para proteger el conocimiento indígena. Por ejemplo, Cusco (Perú) prohibió la explotación de especies endémicas con fines de lucro, incluyendo el patentar genes y otros recursos hallados en los árboles (Ver Región de Perú prohíbe biopiratería).
El Consejo de Investigaciones Científicas e Industriales de la India (CSIR) adoptó un enfoque más pragmático para reducir la brecha. En 2001, lanzó una biblioteca digital de conocimientos tradicionales (TKDL, por sus siglas en inglés). Desde el año pasado la OEP ha consultado esta base de datos multilingüe sobre remedios tradicionales y plantas medicinales, integrada por 24 millones de páginas, antes de conceder patentes (Ver BioMed Analysis: Keep traditional knowledge open but safe).
Muchos otros países, como China, Ghana, Malasia, Nigeria, Sudáfrica, Tanzania, Tailandia y algunas naciones de Medio Oriente, ya tienen o piensan crear bases de datos similares para proteger sus recursos locales.
Regular los remedios
Más allá de las diferencias entre los sistemas de conocimiento indígenas y los occidentales, las iniciativas para integrar la medicina tradicional a la moderna también tienen que lidiar con diferencias significativas en cuanto a la reglamentación.
Todos los países tienen algún tipo de autoridad nacional en materia de fármacos, responsable de administrar y gestionar las medicinas modernas y formular las políticas farmacéuticas.
El problema de la medicina tradicional es que no significa lo mismo para todo el mundo. Una determinada planta medicinal puede clasificarse como alimento, suplemento dietario o medicamento herbario, según el lugar.
Una encuesta realizada en 2005 entre estados miembros de la OMS reveló que entre 84 y 90 países (aproximadamente el 60 por ciento) carecían de políticas, leyes o normas reguladoras nacionales para medicina tradicional, si bien más de la mitad pensaban desarrollarlas [5]. En su mayoría, son las naciones donde el uso de remedios tradicionales está más extendido (Ver Figura 1).

Figura 1: Regulación de la medicina tradicional en el mundo [5]
Y aquellos países que cuentan con legislación sobre MT adoptan enfoques diferentes a la hora de autorizar, preparar, producir y comercializar remedios tradicionales.
La falta de regulación hace que existan tantos remedios o profesionales falsos como tratamientos genuinos, lo que puede traer consecuencias fatídicas. Por ejemplo, el año pasado murieron dos personas y nueve fueron hospitalizadas en la región autónoma de Xinjiang Uygur, en China, tras consumir una medicina tradicional contra la diabetes utilizada para reducir el azúcar en la sangre y que había sido falsificada. [6]
Durante buena parte de la última década, la OMS ha trabajado para desarrollar directrices y estándares técnicos internacionales que ayuden a los países a formular políticas y normas para controlar las medicinas tradicionales.
Tiempo de ensayos
Si la regulación de los medicamentos tradicionales y occidentales difiere, sucede lo mismo con los métodos para evaluarlos y probarlos.
Los fármacos modernos se someten a una serie de pruebas de laboratorio y ensayos clínicos rigurosos antes de lanzarse al mercado. La medicina moderna ha desarrollado métodos sólidos para demostrar la eficacia, probar la seguridad y estandarizar las buenas prácticas de producción.
En cambio, se realizan pocas pruebas científicas para evaluar los productos y las prácticas de la medicina tradicional. Los ensayos de calidad y los estándares de producción tienden a ser menos rigurosos o controlados y, en muchos casos, los profesionales no cuentan con acreditaciones o autorizaciones.
Por supuesto, algunos investigadores piensan que no procede someter a un fármaco que ha sido probado en miles de personas durante décadas o siglos a las mismas restricciones de un compuesto químico nuevo.
No obstante, muchos piensan que antes de incorporar una medicina tradicional al marco de productos farmacéuticos convencionales, es necesario realizar una nueva evaluación.
En ciertos casos, ello implica adaptar los métodos habituales para hacer frente a consideraciones éticas que no se presentan en el desarrollo convencional de fármacos. Por ejemplo, los investigadores estadounidenses Jon Tilburt y Ted Kaptchuk han sugerido que los ensayos clínicos de medicinas tradicionales deben seguir normas diferentes en cuanto a la ética de la investigación (Ver Recuadro 2). [7]
Recuadro 2: Normas éticas de investigación para ensayos clínicos con medicinas tradicionales*
1. Necesidad social que justifique la investigación

El argumento para probar un remedio tradicional en un ensayo clínico no puede ser el simple hecho de que ya existe como tratamiento. Debe haber tanto una necesidad social como cierta evidencia preliminar de que la medicina no contrarrestará el efecto de otras utilizadas para tratar la misma enfermedad. Las distintas partes interesadas van a diferir en la definición de la necesidad social: por ejemplo, quizás un gobierno quiera evitar que cualquier actor involucrado comercialice el tratamiento, mientras los promotores de la salud querrán que el ensayo clínico genere mejores fármacos.
 

2. Definiciones apropiadas de criterios de inclusión/exclusión y medidas resultantes

Los conceptos de salud y enfermedad difieren en la medicina tradicional y la moderna. Por ejemplo, los investigadores occidentales tenderán a categorizar la insuficiencia cardíaca según la clasificación de la Asociación Neoyorquina del Corazón. Pero quienes ejercen la medicina tradicional china (MTC) la verán como una deficiencia de yang chi del corazón o una deficiencia de yang del riñón, categorizando a los pacientes a partir del examen del pulso o de la lengua. Los investigadores que prueban un medicamento herbario contra la insuficiencia cardíaca deberían considerar tanto los criterios biomédicos como los de la MTC para que los resultados fueran válidos desde las dos perspectivas.
 
3. Diseño innovador de protocolos

Los fármacos derivados de remedios tradicionales que se lanzan al mercado después de superar ensayos clínicos deben pasar pruebas estrictas, pero los investigadores han de pensar cuidadosamente cómo diseñar los protocolos. Las metodologías convencionales pueden no ser apropiadas para una medicina que contiene una mezcla de principios activos o en el caso de terapias que varían según el facultativo. Aun así, la adaptación de protocolos estandarizados podría contemplar muchos de estos aspectos. Por ejemplo, ensayos aleatorios controlados grupales podrían ser rigurosos al tiempo que permitirían la variación de profesionales.
 
4. Establecer estándares de seguridad y evidencia

La familiaridad de las medicinas tradicionales, y su uso extendido, podría sesgar a algunos investigadores hacia un perfil de seguridad favorable, pero se necesita ser cauto desde el principio para determinar los requisitos de seguridad.
 
*Adaptado de un análisis ético de Jon Tilburt y Ted Kaptchuk. [7]
Variabilidad intrínseca
Dejando de lado las cuestiones éticas, es sumamente difícil aplicar los métodos modernos (desarrollados para probar fármacos estandarizados) al espectro inherentemente amplio de los remedios tradicionales.
Muchas medicinas tradicionales se producen machacando las hojas o la corteza de plantas y árboles, y la mezcla resultante puede contener cientos de moléculas potencialmente activas. Identificarlas es ya bastante trabajoso; comprobar la eficacia y seguridad de todas, prácticamente imposible.
Y a diferencia de muchos fármacos modernos, la calidad del material que sirve como fuente de las medicinas tradicionales varía enormemente, incluso dentro de cada país. Esto sucede por las diferencias en el material genético empleado o por otros factores como las condiciones ambientales, la cosecha, el transporte y el almacenamiento.
La dosificación también varía. La medicina moderna exige dosificaciones estandarizadas que solo presentan ligeras variaciones en función del peso del paciente o la gravedad de la enfermedad. En cambio, los curanderos tienden a ofrecer a sus pacientes una única dosis o una combinación de medicinas que se prepara en el transcurso de la propia consulta atendiendo a los síntomas del paciente.
Así, una evaluación negativa puede ser consecuencia de innumerables factores, desde errores en la selección de la especie vegetal pasando por la contaminación con sustancias tóxicas durante el almacenamiento, hasta una sobredosis. Estas situaciones no necesariamente indican que la medicina es un candidato inapropiado para el desarrollo de fármacos modernos.
Choque cultural
Del mismo modo, que un remedio tradicional no pase la prueba de la eficacia clínica de acuerdo con los estándares modernos, no significa que no pueda dar resultado como terapia. La homeopatía, por ejemplo, parece funcionar, pese a que cientos de ensayos clínicos sugieren que no tiene efectos biológicos. Muchos científicos consideran que se genera un efecto placebo porque los homeópatas se toman mucho más tiempo para escuchar al paciente que los médicos convencionales. [8]
Sin embargo, aunque el efecto placebo puede ser sin duda beneficioso, a muchos les parecería una falta de ética prescribir tratamientos carentes de eficacia clínica para inducir este beneficio.
Otra cuestión difícil es la combinación de medicinas tradicionales y fármacos modernos. El sistema de creencias que rodea a la medicina tradicional a veces puede interferir con los tratamientos modernos. En 2009, Kumanan Wilson, de la Universidad de Toronto en Ontario (Canadá) y colegas reseñaron los obstáculos para el tratamiento de la malaria en África en la revista BMC International Health and Human Rights. [9]
Se calcula que solo en África muere un millón de personas a causa de la malaria, más del 90 por ciento niños menores de cinco años. El equipo de Wilson concluyó que uno de los principales obstáculos para un eficaz tratamiento de la malaria era la dependencia de remedios tradicionales y las creencias culturales asociadas, como la idea de que un niño con convulsiones se encuentra poseído o embrujado y que muere si se lo lleva al hospital.
En buena parte de los estudios que revisó el equipo, los entrevistados manifestaban que terapias tradicionales como los medicamentos herbarios eran el tratamiento de primera línea, por encima de los fármacos modernos.
Nuevas técnicas para viejos tratamientos
En la búsqueda de fármacos modernos, a la medicina tradicional también se le aplican nuevas técnicas científicas. Estos enfoques innovadores se desarrollan a un ritmo vertiginoso. (Ver Tabla 3).
Técnica
Proceso
Farmacología inversa
Los investigadores parten del producto final, por ejemplo un compuesto con propiedades terapéuticas, y deshacen el camino para ver qué contiene y cómo funciona, lo que puede dar pistas sobre la actividad de determinadas medicinas y los sitios del organismo donde actúan.
Monitoreo de alta eficacia
Este chequeo avanzado utiliza el procesamiento automatizado de datos y detectores de alta precisión para realizar millones de ensayos bioquímicos, genéticos o farmacológicos en unos minutos. El proceso permite identificar rápidamente compuestos activos que afectan blancos biológicos particulares.
Etnofarmacología
Estudio sistemático del uso de las plantas medicinales por parte de grupos étnicos específicos.
Biología de sistemas
Enfoque integral que busca comprender cómo interactúan diferentes procesos químicos y metabólicos en el organismo. Dado que las medicinas tradicionales suelen tener numerosos principios activos, podría utilizarse para medir la respuesta del sistema biológico a la mezcla de compuestos.
Tabla 3: Cómo crear fármacos modernos con compuestos tradicionales [10]
En India, el CSIR se ha unido a diversos socios públicos y privados para realizar ensayos clínicos con productos herbarios generados mediante farmacología inversa. Según la entidad, la iniciativa ha permitido que crezca la aceptación de los remedios tradicionales de la medicina ayurvédica y augura fármacos más económicos, eficaces y eficientes. [10]
Y en el Instituto de investigaciones Médicas de Kenia, en África, científicos del Centro de Investigación en Medicina Tradicional y Fármacos están probando miles de plantas con la esperanza de encontrar un nuevo antimalárico (Ver Turning plants into pills in Kenya). El equipo ha obtenido unos cuantos prototipos promisorios, aunque ninguno ha demostrado la eficacia suficiente para convertirse en un candidato a fármaco.
Ganar terreno
Integrar la medicina tradicional en la atención médica moderna es una iniciativa que sin dudas está siendo tomada en serio por los centros de investigación más importantes del mundo. En 2007, 62 países contaban con institutos nacionales para la medicina tradicional, en comparación con los 12 que había en 1970. [11]
En el marco de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, por ejemplo, funciona una organización denominada Centro Nacional para la Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM, por sus siglas en inglés), que este año tiene asignado un presupuesto de US$ 128,8 millones.
El NCCAM financia investigaciones sobre cómo pueden ayudar la acupuntura, los suplementos a base de hierbas, la meditación o la osteopatía al tratamiento de afecciones como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y los trastornos neurológicos.
Los países en desarrollo con una larga historia en medicina tradicional también buscan vías para modernizar su legado médico. En China, la medicina moderna y la tradicional se ejercen a la par en todos los niveles del sistema de salud. El gobierno otorga la misma importancia al desarrollo de ambas y existe una nutrida y activa comunidad investigadora en torno a la ‘medicina integral’.
Asimismo, en América Latina, varios países trabajan para ofrecer atención sanitaria moderna y tradicional en paralelo (Ver Fin a dominación médica sobre el mundo en desarrollo).
Los gobiernos africanos, incluidos Ghana y Nigeria, difunden campañas educativas y lanzan tecnologías de lucha contra la falsificación para mejorar el control de la obtención de fármacos. E iniciativas como la Red Africana de Innovación en Farmacología y Diagnóstico fomentan la búsqueda de fármacos a partir de los productos de la medicina tradicional.
Por todo ello, la medicina tradicional tiene mucho que ofrecer a la salud mundial, en especial ante la perentoria necesidad de contar con nuevos fármacos. Si los países desarrollados y en desarrollo unieran sus capacidades de investigación en colaboraciones equitativas, nuevas técnicas científicas podrían estimular su renacer en la investigación y el desarrollo de la salud mundial.
Referencias
[1] Abbott, R. B. et al. Medical student attitudes toward complementary, alternative and integrative medicine Evidence-based Complementary and Alternative Medicine (2010)
[2] WHO factsheet on traditional medicine. WHO (2008)
[3] WHO Country Cooperation Strategy 2006–2011, India: Supplement on traditional medicine WHO Country Office for India, New Delhi (2007)
[4] Ghalib, H. The hunt for the next Artemisinin TDR News (2007)
[5] National policy on traditional medicine and regulation of herbal medicines: report of a global WHO survey WHO (2005)
[6]Deadly counterfeit diabetes drug found outside China’s Xinjiang Xinhua News (2009)
[7] Tilburt, J.C. and Kaptchuk, T.J. Herbal medicine research and global health: an ethical analysis Bulletin of the World Health Organization 86 577–656 (2008).
[8] Ernst, E. Homeopathy: what does the «best» evidence tell us? The Medical Journal of Australia 192 458–60 (2010).
[9] Maslove, D.M. et al. Barriers to the effective treatment and prevention of malaria in Africa: A systematic review of qualitative studies BMC International Health and Human Rights 9 26 (2009)
[10] Patwardhan, B. Drug discovery and development: Traditional medcine and ethnopharmacology perspectives SciTopics (2009)
[11] Potential of traditional medicine should be fostered, Economic and Social Council President tells panel on attaining Millennium Development Goals in public health. UN Economic and Social Council (2009)

Artículo original publicado en:
http://www.scidev.net/america-latina/enfermedades/especial/medicina-tradicional-y-moderna-hechos-y-cifras.html#

 

Los beneficios del ejercicio

 

En síntesis
La actividad física regular de intensidad moderada o enérgica reduce de forma notable el riesgo de fallecer a causa de una cardiopatía, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer y otras enfermedades.
Recientes investigaciones han revelado nuevas formas mediante las que el ejercicio habitual reduce el riesgo de cardiopatía y cáncer, ayuda a controlar la diabetes e incluso facilita el aprendizaje.
No obstante, permanecer sentado mucho tiempo puede anular algunas de las ventajas del ejercicio regular para la salud.
Todos sabemos que nos conviene realizar ejercicio. Pero pocos somos conscientes de que su práctica es lo más importante que la mayoría podemos hacer para mejorar o mantener nuestra salud. El movimiento regular no solo disminuye el riesgo de padecer o morir a causa de una cardiopatía, un accidente cerebrovascular o diabetes, sino que también evita ciertos tipos de cáncer, mejora el estado de ánimo, fortalece los huesos y los músculos, aumenta la capacidad pulmonar, reduce el riesgo de caídas y fracturas, y ayuda a mantener el peso corporal. Y estos son solo algunos de los efectos más conocidos.
En los últimos años numerosas investigaciones han ampliado aún más la lista de beneficios. Entre otros aspectos, el ejercicio parece incrementar la capacidad intelectual (en concreto, para llevar a cabo tareas que requieren atención, organización y planificación), reduce los síntomas de la depresión y la ansiedad en algunas personas y potencia la capacidad del sistema inmunitario para detectar y defenderse de ciertos tipos de cáncer. Además, se está dando un paso más allá al describirse los efectos positivos que se producen a escala celular y molecular en ciertas enfermedades, como la ateroesclerosis y la diabetes.

Investigación y Ciencia
Febrero 2014Nº 449
Bassuk, Shari S.
Church, Timothy S.
Manson, JoAnn E.

http://www.investigacionyciencia.es/investigacion-y-ciencia/numeros/2014/2/los-beneficios-del-ejercicio-11780

Guiños a la medicina tradicional y su uso en sistemas sanitarios

 

La OMS aplaude, en uno de los informes presentados en la reunión, los progresos realizados en el uso de la medicina tradicional. Considera exitosa su estrategia 2002-2005, que ahora continúa con una homónima 2014-2023, y se felicita porque, entre 1999 y 2012, los países con estrategia nacional sobre medicina tradicional han aumentado de 25 a 69. Añade más datos: los Estados con regulación en herboristería han pasado de 65 a 119, y los que tienen un instituto nacional de investigación en medicina tradicional y complementaria, de 19 en 1999 a 73 en 2012.
El texto cita la medicina tradicional, pero también la complementaria y la alternativa. Su «demanda continuada» es clara para la OMS, que pone el ejemplo africano, que dispone de un sanador tradicional por cada 500 habitantes, y de un médico por cada 40.000. En Europa habría unos 100 millones de usuarios de la medicina tradicional y complementaria, de los que un quinto la utilizarían de forma regular.
La OMS ve bien que numerosos países quieran integrar estas medicinas en su sanidad. Muchos apuestan por esta vía: Brasil tiene una estrategia de integración, varios países de la zona del este del Mediterráneo regulan el uso de esta actividad por sanitarios, el 84 por ciento de los médicos japoneses utilizan el Kampo (adaptación nipona de la medicina tradicional china) a diario, y en Suiza algunas terapias complementarias están financiadas.
El informe dice que «sin regulación, la calidad y la seguridad no se pueden garantizar»; a este respecto, España avanza hacia una regulación de la medicina tradicional. La ministra Ana Mato llegó a sugerir la «sustitución de medicamentos para afecciones leves por productos naturales» y, con la regulación de la homeopatía en trámite, la polémica está servida.
En los próximos años, la estrategia de la OMS trabajará para hacer progresar las regulaciones nacionales, impulsar la formación de profesionales, y promover la universalidad integrando la medicina tradicional y complementaria en los servicios sanitarios, especialmente en la atención primaria: «Puede reducir la presión asistencial y los costes».

José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 27/01/2014 00:00

http://www.diariomedico.com/2014/01/27/area-profesional/sanidad/guinos-medicina-tradicional-uso-sistemas-sanitarios