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CIFRAS DE COLESTEROL MEJORES EN VEGETARIANOS

colesterol en cifras

La clínica universitaria de Leipzig (Alemania) investigó los cambios dependientes, según la edad, del metabolismo de lípidos en un estudio realizado en más de 10.000 personas que seguían una dieta mixta. Los datos obtenidos fueron comparados con los datos conseguidos en 417 vegetarianos. Como era de esperar, en quienes seguían una dieta mixta se observó un aumento del colesterol total y de la colesterina* no-HDL, dependiendo de la edad, con una cifras máximas entre quienes tenían entre 60 y 70 años. Las personas vegetarianas mostraban unas cifras totales de colesterina menores y de colesterina no-HDL. Además, quienes habían seguido una alimentación vegetariana mostraban un aumento de las concentraciones en sangre de estos parámetros, dependientes de la edad, notablemente inferior.

Richter V et al: Age-dependence of lipid parameters in the general population andvegetarians; Z Gerontol Geriatr. 2004 Jun; 37(3): 207-13; Richter V et al: Ageing, cardiovascular risk profile and vegetarian nutrition; Asia Pac J Clin Nutr. 2004; 13 (Suppl): S107

Abstract cortesía del Dr. Frederic Viñas

(*) Colesterina fue un neologismo creado en francés por Maurice Chevreul en 1816 tras aislar esta grasa en los cálculos biliares. El término colesterina fue sustituido posteriormente por colesterol (1894) por tratarse de un alcohol. https://es.wiktionary.org/wiki/colesterina

Fitoterapia, Vademécum de prescripción

portada libro fitoterapia vademecum de prescripcion

Novedad editorial: Vanaclocha B, Cañigueral S. (eds).Fitoterapia, Vademécum de Prescripción. 5ª ed. Barcelona: Elsevier, 2019. 830 páginas. ISBN: 978-84-9113-299-8.

El libro «Fitoterapia, Vademécum de prescripción» está considerado un referente informativo para los profesionales de la salud desde su primera edición (1992), y su difusión se ha ido ampliando notablemente gracias a su presencia en internet (desde 1998), a través de la web www.fitoterapia.net (el portal supera las 100.000 visitas mensuales). Esta obra representa un material de consulta habitual tanto para los profesionales de la salud como para las empresas del sector, así́ como para los alumnos de pregrado, posgrado y formación continuada, en los Centros de Información del Medicamento y en las bibliotecas universitarias.

  • Fitoterapia. Vademécum de prescripción es una herramienta diseñada para facilitar la adecuada prescripción, dispensación y recomendación de productos fisioterapéuticos por parte de los profesionales de la salud, de acuerdo con los criterios de la Fitoterapia racional: seguridad, calidad y eficacia.
  • Esta nueva edición presenta una información totalmente revisada y actualizada. Para ello, se ha llevado a cabo una revisión sistemática de las monografías de plantas de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y de la EuropeanScientificCooperativeonPhytotherapy (ESCOP), asi como de las indicaciones y dosis recomendadas por ambas instituciones. Igualmente se realiza un profundo análisis con más de 250 monografías de plantas medicinales y se incluye información sobre más de 5.000 preparados comerciales.
  • El vademécum incorpora unos útiles índices de acciones farmacológicas e indicaciones terapéuticas, así como un número destacado de fórmulas magistrales ordenadas por aparatos y sistemas que resultan de gran utilidad de cara a personalizar el tratamiento de los pacientes. Participa en este manual un total de 48 autores procedentes de 7 países diferentes, en su mayoría médicos y farmacéuticos procedentes de los sectores asistencial y académico.
  • El equipo ha sido coordinado por dos referentes en el área de la Fitoterapia: Bernat Vanaclocha, médico fitoterapeuta y director de la Revista de Fitoterapia, y Salvador Cañigueral, profesor de la Universidad de Barcelona.
  • El contenido se completa con casi 3.000 referencias bibliográficas procedentes de la más reciente literatura científica y un número significativo de fotografías de plantas presentes en el libro. 

El libro consta de los siguientes apartados:

– Capítulos introductorios sobre aspectos básicos necesarios para la comprensión de la fitoterapia en el momento actual: La fitoterapia racional; Los principios activos de las plantas medicinales; Preparados y formas de administración en fitoterapia; Guía para la prescripción y la dispensación; Tabla de interacciones de preparados vegetales y fármacos de síntesis elaborada a partir de las monografías de la EMA y la ESCOP; Resumen legislativo, y La tradición histórica occidental en el uso de las plantas medicinales.

– Fichas de 254 plantas medicinales elaboradas por más de 40 especialistas. Constituye la parte nuclear del libro y de la base de datos. En su preparación han primado los criterios de concisión y relevancia. En cada droga vegetal se especifican las definiciones de la farmacopea europea/española, diferenciado clara- mente las acciones farmacológicas y las indicaciones comprobadas clínicamente de las basadas en uso tradicional, según las monografías de referencia (EMA y ESCOP) y la bibliografía existente, la posología recomendada, así como información sobre su seguridad (efectos secundarios, interacciones y otras precauciones).

– Presentaciones comerciales. Información sobre los productos fitoterápicos comercializados en España (3248 presentaciones simples y 2750 compuestas). De los preparados simples se indican el nombre del producto y el laboratorio o empresa productora o comercializadora, el tipo de registro, su composición, la forma farmacéutica y la posología; de las presentaciones compuestas, el nombre del producto y el laboratorio productor o comercializador, el tipo de registro, su composición, acciones, indicaciones y con- traindicaciones, las precauciones, la forma farmacéutica y la posología recomendada. Por cuestiones de espacio, en este libro solo se ofrece una información limitada, pero puede encontrarse ampliada en la web www.fitoterapia.net.

–  Fichas de 134 laboratorios, con sus datos de contacto y la información que consideran que deben facilitar a los profesionales de la salud sobre sus productos.

– Fórmulas magistrales, ordenadas por aparatos. Se trata de una sección que resultará útil para aquellos médicos que deseen personalizar el tratamiento de sus pacientes.

– Índices. El vademécum incorpora unos útiles índices de especies (por sus nombres científicos y populares en español), de acciones farmacológicas, de indica- ciones y de laboratorios. La base de datos en internet ofrece dos potentes motores de búsqueda: el buscador general (permite encontrar palabras contenidas en la base de datos) y el buscador terapéutico, que permite realizar búsquedas cruzadas entre acciones farmaco- lógicas e indicaciones, con los operadores booleanos y/o/no (pueden aplicarse entre diferentes acciones, diversas indicaciones y acciones e indicaciones).

– 192 fotografías de plantas (la mayoría de las plantas tratadas en este volumen).

6 maneras de usar tu mente para controlar el dolor

YOGA

Según un trabajo de la Universidad de Harvard, publicado en abril de 2015, la práctica de la meditación, en sus diferentes modalidades, puede ayudar a controlar el dolor.


La meditación con imágenes guiadas, que a menudo implica imaginarse a sí mismo en un ambiente de descanso, puede reducir la necesidad de analgésicos.
La relajación, la meditación, el pensamiento positivo y otras técnicas de mente y cuerpo pueden ayudar a reducir su necesidad de analgésicos.

Las drogas son muy buenas para eliminar el dolor, pero a menudo tienen efectos secundarios desagradables e incluso graves cuando se usan durante mucho tiempo. Si tienes dolor de espalda, fibromialgia, artritis u otro dolor crónico que interfiere con tu vida diaria, es posible que estés buscando una manera de aliviar la molestia sin tener que recurrir a más medicamentos. Algunas técnicas antiguas, como la meditación y el yoga, así como sus nuevas variaciones, pueden ayudar a reducir la necesidad de analgésicos.

Los resultados de investigaciones sugieren que, debido a que el dolor involucra tanto la mente como el cuerpo, las terapias mente-cuerpo pueden tener la capacidad de aliviar el dolor al cambiar la forma en que lo percibes. Cómo se siente el dolor depende de factores genéticos, emociones, personalidad y estilo de vida. También está influenciado por la experiencia pasada. Si has tenido dolor por un tiempo, es posible que tu cerebro se haya vuelto a cablear para percibir las señales de dolor incluso después de que las señales ya no se envíen.

El Instituto Benson-Henry de Medicina para la Mente y el Cuerpo del Hospital General de Massachusetts, adscrito a Harvard, está especializado en ayudar a las personas a aprender técnicas para aliviar el estrés, la ansiedad y el dolor. La Dra. Ellen Slawsby, profesora clínica asistente de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard que trabaja con pacientes en el Instituto Benson-Henry, sugiere la conveniencia de aprender varias técnicas para poder elegir las que mejor se adapten a cada situación. «Tiendo a pensar que estas técnicas son similares a los sabores en una heladería. Dependiendo de su estado de ánimo, es posible que desee un helado de sabor diferente, o una técnica diferente», dice la Dra. Slawsby. «Practicar una combinación de habilidades de mente y cuerpo aumenta la efectividad del alivio del dolor».

Las siguientes técnicas pueden ayudar a dejar de pensar en el dolor y pueden ayudar a anular las señales de dolor establecidas.

1. Respiración profunda. Es fundamental para todas las técnicas, por lo que la respiración profunda es la que hay que aprender primero. Inhala profundamente, aguanta unos segundos y exhala. Para ayudarlo a concentrarse, puede usar una palabra o frase para guiarlo. Por ejemplo, puede desear respirar en «paz» y exhalar «tensión». También hay varias aplicaciones para teléfonos inteligentes y tabletas que utilizan sonido e imágenes para ayudar a mantener los ritmos respiratorios.

2. Provocar la respuesta de relajación. Un antídoto para la respuesta al estrés, que aumenta la frecuencia cardíaca y pone los sistemas del cuerpo en alerta máxima, la respuesta de relajación rechaza las reacciones del cuerpo al estrés. Después de cerrar los ojos y relajar todos los músculos, concéntrate en la respiración profunda. Cuando los pensamientos penetren, dí «refrescar» y vuelve a la repetición de la respiración. Continúa haciendo esto durante 10 a 20 minutos. Después, siéntate tranquilamente por un minuto o dos mientras tus pensamientos regresan. Luego abre los ojos y siéntate tranquilamente durante otro minuto.

3. Meditación con imágenes guiadas. Comienza la respiración profunda, prestando atención a cada respiración. Luego escucha música calmada o imagina estar en un ambiente tranquilo. Si encuentras que tu mente divaga, dí «actualizar» y vuelve a enfocar la imagen.

4. Atención plena (mindfulness). Elije cualquier actividad que disfrutes: leer poesía, caminar en la naturaleza, jardinería o cocinar, y sumérjete completamente en ella. Observa cada detalle de lo que estás haciendo y cómo responden tus sentidos y emociones. Practica llevar la atención plena a todos los aspectos de tu vida.

5. Yoga y tai chi. Estos ejercicios de mente y cuerpo incorporan control de la respiración, meditación y movimientos para estirar y fortalecer los músculos. Los vídeos y las aplicaciones pueden ayudarte a comenzar. Te puedes inscribir en una clase de yoga o tai chi en un gimnasio o club de salud, hay países en los que la sanidad pública o los seguros de salud pueden subsidiar el costo, como en EEUU, mientras que en Europa esta ayuda está limitada a ayuntamientos y clubes de la tercera edad.

6. Pensamiento positivo. «Cuando estamos enfermos, a menudo tendemos a fijarnos en lo que no podemos hacer. Volver a concentrarnos en lo que puedes hacer en lugar de lo que no puedes, te dará una visión más precisa de ti mismo y del mundo». en general «, dice la Dra. Slawsby. Ella aconseja mantener un diario en el que se enumeran todas las cosas por las que estás agradecido cada día. «Puede que tengamos limitaciones, pero eso no significa que no seamos seres humanos completos».

https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/6-ways-to-use-your-mind-to-control-pain

La OMC y la Medicina Naturista. Homenaje al Dr. José Sanchís Bergón

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El 29 de septiembre de 2018, en el curso del XXXVII Congreso de la AEMN, rendimos un merecidísimo y emotivo homenaje a quien fuera fundador y primer presidente de la Organización Médica Colegial de España, al Dr. José Sanchís Bergón, ¿el motivo?  Haber sido el impulsor de la Real Orden que regula el ejercicio del naturismo médico en nuestro país.

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José Sanchís Bergón (1860 – 1926) nació en 1860 en Alhucemas,  fue médico neurólogo, Alcalde de Valencia, y primer Presidente de la Organización Médica Colegial de España (1921 – 1926).

Promotor de la Real Orden de 1926 por la que se regula el ejercicio de la Medicina Naturista en el Estado Español.

Miembro de una importante saga familiar de médicos, que ya va por la séptima generación. Fue hijo de un médico militar, José Sanchís Barrachina, general de Sanidad Militar, y padre del también médico José Sanchís Banús, neuropsiquiatra, presidente del Colegio de Médicos de Madrid, destacado miembro del Partido Socialista Obrero Español y uno de los introductores en España del psicoanálisis freudiano. Abuelo del Dr. José Lanuza Sanchís, neumólogo y uno de los primeros alergólogos de nuestro país, y bisabuelo de la Dra. Amparo Lanuza Rubio, también alergóloga. A esta última le hicimos entrega de una placa conmemorativa.

Desarrolló su profesión en Valencia donde fue sucesivamente médico municipal (Inspector General de Sanidad), director facultativo del Hospital de Santa Ana, y subdirector del Manicomio Provincial de Valencia, especializándose en neurología.

En París fue alumno de Charcot.

Alcalde de Valencia desde enero de 1906 hasta enero de 1907, dinamizó servicios como la higiene pública y fue promotor de sociedades como la Liga Nacional contra la Tuberculosis.

Fundador de la Casa Caridad  en 1906, con el objetivo de disminuir  lo máximo posible la mendicidad en la Valencia de esos días. Fue esta una de las primeras ONG, y aun continúa su magnífica labor social.

Propulsor del movimiento médico colegial. Fue presidente del Colegio Oficial de Médicos de Valencia, fundador y presidente de la Federación Nacional de Colegios Oficiales de Médicos (1921 – 1926), actual OMC.

Académico de la Real Academia de Medicina de Valencia desde 1917, entre otros muchos méritos.

Gran parte de su esfuerzo e investigación lo dedicó al campo de la marginación infantil.

Era también su preocupación, la avalancha de médicos recién licenciados y la deficiente  preparación con que estos se iniciaban en el ejercicio profesional.

Sanchís Bergón iniciaba así una campaña de regeneración de la clase y política sanitarias.

En la Asamblea del Consejo General de Colegios de Médicos reunida en Madrid en 1926, organizada y presidida por él,  llegaron a los siguientes acuerdos que elevaron  al Ministro de Gobernación:

  • La urgente promulgación de una Ley de Sanidad,
  •  la representación de los Colegios Médicos en el Real Consejo de Sanidad,
  • la reglamentación de la Beneficencia provincial,
  • la definición del delito sanitario y la inclusión en el Código Penal de las sanciones que origine.
  •  la revisión técnica del Registro de Especialidades Farmacéuticas.
  • “una reforma bien meditada de la enseñanza de la Medicina (…) con la constitución de una Comisión Oficial de la que debía formar parte el Consejo General de Colegios Médicos,
  • la declaración de los Reglamentos de los Colegios Médicos como Códigos fundamentales de éstos …” y
  • la necesidad de que se dicte una disposición de carácter general que regule el ejercicio de la medicina naturista y combata, eficazmente, el intrusismo.

El naturismo estaba de moda, había impregnado de forma transversal todos los ámbitos de la sociedad española de la época, y se generó un caldo de cultivo propicio para el surgimiento de una nueva forma de intrusismo médico. Un grave problema, que el Dr. Sanchís y la naciente OMC supieron resolver con una elegancia exquisita.

La Real Orden sigue vigente y es de obligado cumplimiento.

Desde 1926 la OMC reconoce el ejercicio de la Medicina Naturista como Acto Médico.

Ninguna de estas disposiciones ha sido derogada.

Una gripe con fatal desenlace puso fin a su vida el 31 de diciembre de ese mismo año, en pleno ejercicio de su incansable actividad regeneracionista.

Con este homenaje queremos agradecer el buen hacer de aquellos representantes de la profesión médica española que, sin que llegaran a reivindicarlo los médicos naturistas de entonces, supieron cual era su deber y actuaron en consecuencia.

http://dbe.rah.es/biografias/45450/jose-sanchis-bergon
https://www.comv.es/wp-content/uploads/2018/03/AF-LIBRO-SANCHIS-BERGON.pdf
http://lmentala.net/admin/archivosboletin/Jose_Sanchis.pdf

Situación legal de la medicina naturista en España

medicina naturista

La medicina naturista se desarrolla en el siglo XX, aunque tuvo precursores, a lo largo de la historia de occidente, desde Hipócrates, es decir, desde que el arte de curar tuvo vocación científica.

En España, los doctores Jaramillo, Alfonso, Ruiz Ibarra, Jimeno, Collado y otros, comienzan a ejercer la medicina con el criterio neohipocrático durante las dos primeras décadas del siglo pasado, dentro de un marco legal en el que imperaba la más absoluta libertad de prescripción.

El naturismo se convirtió en un movimiento social y cultural que se expandió, rápidamente y de forma transversal a todos los aspectos de la vida en un mundo, a la vez, deslumbrado por el progreso.

Era este un movimiento que trajo un vendaval de aire fresco a una sociedad intoxicada, pero que también, al convertirse en moda era caldo de cultivo de intrusismo, charlatanismo y mercantilismo.

Ante aquella ola de Intrusismo, los primeros médicos naturistas reaccionaron con vehemencia, y La Federación de Colegios Médicos Españoles, actual OMC, que se acababa de instituir, presidida por el Dr. Sanchís Bergón, solicitó al gobierno que legislara para poner orden en este asunto. Y el gobierno, en aquella ocasión, supo responder adecuadamente a un problema que iba a ser un peligro para la salud pública, mediante la Real Orden 27 de marzo de 1926, aún vigente:

“El presidente de la Federación de Colegios Médicos Españoles, en nombre de aquella entidad, y en representación de las indicadas Corporaciones, expone a la consideración de este Ministerio de la Gobernación la necesidad de que se dicte una disposición de carácter general que ponga coto a una nueva clase de intrusismo que tiene lugar en el campo médico, ejercida por los que, denominándose a sí propios «médicos naturistas», carecen del correspondiente título profesional que les autorice legalmente para el ejercicio de la medicina en España, ostentando solamente, en la mayoría de los casos, un título expedido por alguna institución extranjera, mediante el pago de determinada cantidad y al amparo del cual invaden la profesión médica.

Sería una tolerancia indebida de las autoridades gubernativas Y sanitarias olvidarse de que el naturismo es precisamente un capítulo de la medicina, dentro del cual se contienen especiales principios de aplicación individual de higiene y de terapéutica.
Por esto, la regulación de sus procedimientos, la adopción de sus métodos, la oportunidad y el modo de emplear los medios que esta doctrina propugna, sólo pueden ser estimados en su justa medida por el médico, debiendo darse el carácter de intrusos en la profesión a los que, sin poseer aquel título, se dedican a la especialidad de naturistas en consultorios y clínicas de pública explotación.

En razón de lo expuesto, S.M. el Rey (q. D. g.) ha tenido a bien disponer:
1. Que la profesión de «naturista», como rama especial de la medicina, sólo pueda ser ejercida por quien posea el título de doctor o licenciado en medicina y cirugía.
2. Que en ningún caso pueden funcionar clínicas ni establecimientos dedicados a consultas y métodos naturistas sin estar dirigidos por un doctor licenciado en medicina.
3. Que se proceda a la clausura inmediata de los centros que existan con carácter médico naturista, siempre que no se ajusten a las condiciones expresadas en los anteriores apartados.
4. Que el cumplimiento de las anteriores disposiciones se tenga en cuenta por los gobernadores civiles, inspectores provinciales de Sanidad y subdelegados de medicina, y se haga aplicación en su caso de las instrucciones dadas en la Real Orden de 21 de diciembre de 1923 sobre persecución del intrusismo en las profesiones sanitarias.

Gaceta de Madrid, 27 de marzo de 1926”

La medicina naturista en España, además de la RO citada, se rige por la legislación sanitaria:

La Constitución Española actual, que en su Artículo 43 reconoce el derecho a la protección de la salud;

La Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad.

La Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las Profesiones Sanitarias.

El Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios. Anexo II. U.101 Terapias no convencionales: unidad asistencial en la que un médico es responsable de realizar tratamientos de las enfermedades por medios de medicina naturista o con medicamentos homeopáticos o mediante técnicas de estimulación periférica con agujas u otros que demuestren su eficacia y su seguridad.

Jurisprudencia:

  • Sentencias del Tribunal Supremo desestimando recursos contra el RD 1277/2003:
  • STS 4535/2005 de 6 de Julio de 2005
  • STS 1327/2006 de 7 de marzo de 2006

Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña 505/2009, de 4 de junio, anulando el Decreto de la Generalitat 31/2007

Sentencia del Tribunal Supremo 1753/2011, de 7 de abril, desestimando el recurso 4383/2009 contra STSJCat 505/2009, de 4 de junio

Como acto médico, se guía por los estatutos y código deontológico de la OMC.

En definitiva, La medicina naturista, en tanto que es acto médico, es decir,  que trata enfermedades que precisan un diagnostico, y en la mayoría de los casos implica una prescripción, para ser ejercida, con las debidas garantías, el requisito mínimo es ser licenciado en medicina. Y en cualquier caso, todo centro dedicado a la práctica de la medicina naturista tiene que funcionar bajo la dirección de un médico.

Ni que decir tiene, que todo lo que no implique diagnostico ni tratamiento de enfermedades, se sale del ámbito medico. Y no es preciso ser médico para promover la salud y el bienestar de la población, siempre que se haga con la debida competencia y responsabilidad.

Cuerpos y Almas

cuerpos y almas

En 1943 se publicó la popular novela de Maxence Van Der Meersch: Cuerpos y almas, que le valió la concesión del Gran Premio de la Academia Francesa de ese año. Una obra de recomendable lectura para el médico naturista. Un libro conmovedor que fue un éxito internacional, traducido en 13 idiomas.

Se trata de historias paralelas del personal médico y pacientesdel Hospital Universitario de la ciudad francesa de Angers, en los años 30, con todas las contradicciones humanas y profesionales, que se mueven entre la miseria física y moral y la abnegación y dedicación altruistade algunos protagonistas.

Nos introducen en el pequeño mundo deplorable de la Facultad de Medicina. En ella,las vejaciones, el corporativismo y el arribismo de algunos médicos para poder trepar y conseguir un estatus profesional y social que los distinga es la norma. En un mundo médico miserable, corrupto y oportunista, donde los intereses y la vanidad personal prosperan, destacan algunosmédicos vocacionales, empáticos, dignos y responsables, a pesar del ostracismo a que les someten sus colegas, más interesados en seguir la ortodoxia académica y prosperar económicamente sin demasiados miramientos.

El autor, gran admirador del médico naturista francés Paul Carton (1875-1947), hace que el principal protagonista de la novela trate a sus pacientes cambiándoles los hábitos insanos (sedentarismo, ambientes cerrados), proponiéndoles una dieta basada en vegetales (frutas, hortalizas, verduras, cereales integrales, legumbres…) huyendo de la sobrealimentación y sobremedicación practicada por sus colegas ortodoxos.

Una medicina académicaen la que prevalece más tratar de aliviar los síntomas (soluciones de emergencia) que preocuparse seriamente por las causas de las enfermedades.

cuerpos y almas

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Diversas portadas y ediciones publicadas en España y Sudamérica del popular libro

No debemos olvidar que a principios del siglo XX todavía prevalecía entre la clase médica la creencia de que las frutas y las verduras carecían de valor nutritivo y salutífero y que lo importante eran los “alimentos fuertes”, como las carnes, los quesos y el pescado blanco. Desgraciadamente, todavía hay una mayoría de médicos que no otorgan importancia a la alimentación y nutrición. Simplemente por desconocimiento, ya que estas materias no entran prácticamente en los planes de estudio de las Facultades de Medicina.

 

El Doctor Paul Carton (1875 – 1947)

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El Decálogo de la Salud (1931) y La terapéutica naturista (1933) publicados por Ediciones La Nave.
Libros que se pueden conseguir a través de internet.

La historia del Dr. Carton es la de muchos terapéutas y médicos naturistas que, procedentes de un entorno completamente ajeno a las practicas naturistas, superaron graves problemas de salud gracias a la adopción de dichas prácticas. De constitución física débil y salud precaria, ya desde niño, tuvo que soportar durante un par de años un corset de acero y cuero para corregir una incipiente escoliosis que le amargó la vida. Agravado, todo ello, con una sobrealimentación con alimentos “fortificantes” (según la norma médica de la época) que su sensible aparato digestivo no toleraba en absoluto. Esto, junto a una notable miopía, provocaron en él una escolarización difícil. Su salud siguió deplorable durante la carrera de medicina. Trabajó en el Instituto Pasteur y luego como jefe de laboratorio en La Pitié. En 1901 enfermó de tuberculosis y con 30 años ingresó en un sanatorio. El tratamiento y la alimentación convencional no mejoraron su estado, hasta que su organismo reacciona con una copiosa diarrea durante 2 días que, a diferencia de lo que se podría pensar, no lo agrava, sino que, al cabo de 8 días, le mejora su salud de forma notoria. Se plantea entonces si las pautas terapéuticas y alimentarias que había seguido hasta entonces, propuestas por la medicina de la época, eran las más adecuadas para tratar enfermos como él. La abstención de alimentos durante la crisis y la radical evacuación intestinal ¿podían haber influido en su sorprendente recuperación? Cambia su alimentación, haciéndola más sencilla y a base de alimentos vegetales (en contra de la opinión médica ortodoxa) que le permite recuperar fuerzas y, sobre todo, su salud. En 1908 se ve capaz de reanudar su labor profesional y lo hace precisamente en el Hospital-sanatorio Limeil-Brévannes. Esto le permite vivir en el campo, estar en contacto con la Naturaleza y disponer de un huerto. Comienza a tratar sus pacientes mediante la adopción de una alimentación básicamente vegetariana, baños de sol, ejercicios al aire libre y aplicaciones de hidroterapia, consiguiendo resultados muy prometedores. Estudia al clásico Hipócrates y en 1923 publica un libro: Lo principal de la doctrina hipocrática, a partir de sus obras, abogando por un enfoque más global de la persona. Se interesa también por otros factores que influyen sobre la salud, como el clima, las estaciones del año, la cocina, el papel de la psique y el equilibrio mental-espiritual.

En 1921 había fundado la Sociedad Naturista Francesa y, al año siguiente, inició la publicación de una revista naturista (Revue Naturiste) a fin de dar a conocer su punto de vista sobre los procedimientos y la filosofía naturista. Su obra médico-literaria es ciertamente extensa con algunos títulos exitosos, como La cuisine simple, y algunos de sus libros y artículos fueron traducidos al castellano.

Estuvo trabajando 40 años en dicho hospital-sanatorio y, luego, en su consulta privada, perfeccionando y divulgando los conocimientos adquiridos. Como buen terapéuta naturista de éxito fue vilipendiado y criticado por sus colegas médicos que no entendían toda aquella heterodoxia naturista que creían obsoleta, anacrónica e incluso peligrosa, pero que jamas se molestaron en comprobar si realmente funcionaba y mejoraba la salud de los enfermos. ¿Os suena de algo toda esta milonga, prepotencia e ignorancia, en los comunicados oficiales del gobierno y las “autoridades” médicas actuales?

Para el Dr. Carton la mayoría de las enfermedades se deben a una respuesta alterada o debilitada del organismo por un régimen de vida inadecuado (alimentación, higiene personal, ejercicio físico, entorno insano, etc.).

Un importante discípulo y asistente del Dr. Paul Carton, en el hospital sanatorio de Limeil-Brévannes durante la Primera Guerra Mundial, fue el Dr. André Schlemmer (1890-1973), que curó su tuberculosis (la enfermedad de la época) con el método del Dr. Carton. Por cierto, el autor de Cuerpos y almas, Maxence van der Meersch murió de esta enfermedad.

Schlemmer publicó en Francia (Editions de Seuil – 1969) el interesante libro: El método natural en medicina, que fue traducido y publicado al español en 1985 por la editorial Alhambra. Fue prologado por el primer presidente de la AEMN, nuestro recordado Dr. Silverio Palafox (1921-2015).

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El Dr. A Schlemmer (discípulo del Dr. Carton) y su obra: El método natural en medicina

Invito encarecidamente a los colegas que se lean el libro del médico norteamericano Michael Greger: “Hownotto die” (título engañosamente traducido como: Comer para no morir). ¿Por qué es tan importante? Su autor se ha rodeado de un equipo de una docena de colaboradores que se han encargado de recoger toda la literatura científica publicada en inglés, sobre temas de salud, enfermedad y alimentación. En ellos queda patente la enorme importancia que tiene una alimentación basada en alimentos vegetales e integrales para la salud de sanos y enfermos. ¡Casi 200 páginas de referencias bibliográficas, en un libro de 680 páginas!

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Su página web: www.NutritionFacts.org es de indispensable lectura y seguimiento

Dr. Frederic Vinyes

Noviembre 2018

LAS 9 CLAVES DE LA CURACIÓN NATURAL DEL CÁNCER Y OTRAS ENFERMEDADES

verduras

Los nueve factores que comparten los pacientes de cáncer que han sanado totalmente y contra todo pronóstico

Dra. Kelly A. Turner. www.DrKellyTurner.com

Gaia Ediciones. España. 2015.

La autora es licenciada por la Universidad de Harvard y doctora en ciencias por la Universidad de California en Berkeley, investigadora y psicoterapeuta especializada en oncología integrativa. Fundadora del Proyecto Remisión Radical (Radical Remission Project). www.radicalremission.com

Este es un resumen de este interesante libro y recomiendo que no os quedéis sólo con él. Es preciso leer el libro en su totalidad, pues en él se relatan las historias de pacientes con distintos tipos de cáncer que lo han superado por completo y cómo lo han logrado.

Introducción

En este libro se presentan los resultados de mis investigaciones sobre la remisión radical del cáncer. En las revistas científicas se habían ido publicando informes sobre más de mil casos documentados sobre remisión radical, sin que alcanzaran gran resonancia.

La remisión radical es toda remisión del cáncer que es inesperada estadísticamente; y las estadísticas varían en virtud del tipo de cáncer, de su estadio o etapa y del tratamiento médico recibido. Más concretamente, se produce una remisión radical cuando:

el cáncer que padece una persona desaparece sin haber recurrido a ningún tratamiento convencional, o

un paciente de cáncer prueba la medicina convencional, pero el cáncer no remite, y entonces el paciente pasa a métodos sanadores alternativos que conducen a una remisión, o bien,

un paciente de cáncer recurre al mismo tiempo a métodos sanadores convencionales y alternativos para sobrevivir a un pronóstico

estadísticamente muy grave, es decir, a cualquier cáncer con menos de un 25% de probabilidades de supervivencia a los cinco años.

Aunque las remisiones inesperadas son infrecuentes, son miles las personas que las han tenido.

La mayoría de las remisiones radicales se producen, por definición, fuera del entorno de la medicina occidental convencional.

Los nueve factores clave que describimos en este libro son hipótesis con las que se procura explicar a qué se puede deber la remisión radical; todavía no son hechos probados. Tendrán que pasar décadas de ensayos cuantitativos, aleatorios, hasta que podamos afirmar con toda certeza si estos nueve factores aumentan o no las probabilidades de sobrevivir al cáncer.

  1. CAMBIO RADICAL DE LA DIETA ALIMENTICIA

Reducir mucho o eliminar el consumo de azúcar refinado (dulces), de carne, de productos lácteos y de alimentos refinados.

Es un hecho indiscutible que las células cancerosas consumen el azúcar (la glucosa) a una tasa mucho más rápida que las células normales. Las células cancerosas consumen entre diez y cincuenta veces más glucosa que las células normales. El Dr. Otto Warburg, en la década de 1920, ganó el premio Nobel por su descubrimiento de que las células cancerosas obtienen su energía y respiran de manera distinta de las células sanas. Observó que las células cancerosas obtienen su energía disgregando cantidades excepcionalmente altas de glucosa, y que también respiran sin oxígeno (respiración anaeróbica). Las células sanas disgregan una cantidad mucho menor de glucosa y respiran con oxígeno (respiración aeróbica). Lo interesante es que las células cancerosas siguen respirando anaeróbicamente aun cuando disponen de oxígeno en abundancia.

Los lácteos proceden de la leche materna de otro animal, por lo que están llenos de hormonas y de proteínas que debían servir para criar a un ternerillo, y no a un ser humano. Los seres humanos somos la única especie del planeta que bebe la leche materna de otra especie animal. La proteína principal de la leche de vaca, llamada caseína, hace crecer las células cancerosas. Por otro lado, en los productoslácteos se encuentran sustancias químicas malsanas (hormonas de crecimiento bovino, antibióticos y pesticidas, grasas omega-6).

Los seres humanos estamos diseñados para hacer una dieta alimenticia con solo un diez por ciento de carne, que idealmente debería ser carne magra de caza.

Los alimentos refinados, especialmente los cereales refinados, deben reducirse mucho o eliminarlos por completo. El pan, la pasta, la harina o cualquier cereal de cocinado rápido, son alimentos de índice glucémico alto, lo que quiere decir que proporcionan a las células cancerosas mucha cantidad de glucosa para que se alimenten, y además aumentan el nivel de insulina en sangre. Estos alimentos refinados deben ser sustituidos por hidratos de carbono integrales (cereales integrales como el arroz integral, la quinoa, la avena integral, la cebada integral y el trigo integral).

Aumentar mucho el consumo de verduras y frutas

Determinas frutas y verduras tienen efectos poderosos para combatir el cáncer, entre ellas las verduras crucíferas (la col, el brócoli y la coliflor), las aliáceas (el ajo, las cebollas y las cebolletas) y las bayas oscuras.

Consumir alimentos ecológicos.

Un breve ayuno puede contribuir a acelerar la desintoxicación del organismo de pesticidas, de metales pesados y de otras toxinas. La mayoría de los animales cuando están muy enfermos dejan de comer.

Beber agua filtrada.

Beber unos ocho vasos de agua al día, procurando que el agua sea lo más limpia posible. Beber agua natural de manantial, que contiene más minerales, y evitar el agua del grifo, que suele contener cloro, flúor y metales pesados. En los domicilios se pueden instalar sistemas de filtrado del agua corriente (por ejemplo, los filtros de carbono y la ósmosis inversa). En caso de tomar agua filtrada es recomendable tomar un suplemento de oligoelementos porque los filtros eliminan todos los minerales sanos del agua. Empieza el día con un vaso de agua filtrada con zumo de limón.

  1. ASUMIR EL CONTROL DE LA PROPIA SALUD

Tomar el control de tu propia sanación es esencial para el proceso de sanación. Para tomar el control de tu propia salud son precisas tres cosas: desempeñar un papel activo (no pasivo) en tu salud, estar dispuesto a realizar cambios en tu vida y ser capaz de afrontar la resistencia.

No ser pasivo.

Las personas no se pueden curar plenamente si no entran en contacto con su propia fuerza interior. Si bien los médicos pueden ayudar, la sanación debe salir, en último extremo, de dentro del paciente. El cuerpo se cura a sí mismo. La curación verdadera y profunda es siempre consecuencia de que el paciente adopta un papel activo en el proceso.

Estar dispuesto a cambiar.

Para que se produzca la sanación, debes estar dispuesto a analizar tu vida y a realizar cambios, aunque estos cambios requieran mucho tiempo o te resulten difíciles emocionalmente.

Afrontar la resistencia.

Tomar el control de la propia salud suele suponer hacer frente a las críticas de los demás, y, por ello, la persona debe tener el temple suficiente para ser capaz de afrontar esa resistencia.

En algunas ocasiones, la resistencia con que te encuentras cuando empiezas a tomar el control de tu propia sanación es más bien interna que externa. Esta resistencia interna suele manifestarse en forma de falta de confianza, o de miedo, y es un obstáculo más que tienen que afrontar la mayoría de los supervivientes radicales en algún momento.

  1. DEJARSE GUIAR POR LA INTUICIÓN

No siempre los demás saben lo que es mejor para nosotros.

La intuición es ese célebre sexto sentido o instinto que parece salir de un lugar más profundo, que es capaz de ayudarnos a apartarnos del peligro y a dirigirnos al camino que conduce a la recuperación.

El cuerpo sabe lo que necesita para sanarse.

El cuerpo posee un conocimiento innato, intuitivo, de lo que necesita para sanarse, y es capaz de hacernos saber por qué cayó enfermo en un primer momento.

Hay muchas maneras de acceder a la intuición

A algunas personas les llega la intuición por medio de una voz interna de conocimiento profundo; para otras, es más bien como una sensación física que tienen en el cuerpo, como puede ser una punzada de advertencia en el vientre; a otras más, la intuición les habla en sus sueños, en sus meditaciones, en sus diarios o por medio de “coincidencias” oportunas, como puede ser toparse por casualidad con un amigo que les da la información precisa que necesitan, en el momento preciso que la necesitan.

Cada persona tiene que hacer su propio cambio.

Ejemplos de cambio pueden ser dejar su trabajo, trasladarse a un clima diferente, volver a hacer ejercicio, cambiar su alimentación, cambiar su matrimonio.

Si aplicas tu intuición para escuchar a tu cuerpo, con el fin de determinar cuál es el cambio concreto que debes realizar, la curación vendrá como resultado natural.

Las decisiones intuitivas no son cosas que pensemos a fondo, con cuidado ni razonadamente, sino que son, más bien, decisiones que surgen rápidamente, por instinto.

A la hora de tomar decisiones complejas de importancia vital, es mejor confiar en la intuición; pero para resolver problemas más sencillos, es mejor emplear el cerebro más lento y más analítico.

Si quieres ponerte en contacto con tu intuición, o reforzar tu conexión actual con tu intuición, he aquí algunas propuestas sencillas para que vayas empezando.

Establece un período de tiempo diario dedicado a relajarte mientras desconectas intencionadamente tu mente pensante (en ese período, no veas la televisión ni leas nada, escucha música tranquila y procura dejar que tu mente sueñe despierta).

Una vez relajado, practica alguna técnica que te permita ponerte en contacto con la parte límbica de tu cerebro, que transmite tu intuición. Por ejemplo: las imágenes guiadas, la meditación, el diario, los sueños.

Hay dos preguntas que deben hacerse los pacientes con cáncer: ¿Qué es lo que ha contribuido a mi enfermedad? Y ¿Qué necesitan mi cuerpo, mi mente y mi alma para volver a estar bien?

  1. EMPLEAR PLANTAS MEDICINALES Y SUPLEMENTOS

El motivo más frecuente para recomendar suplementos de vitaminas y plantas medicinales es reforzar el sistema inmunitario del propio cuerpo para que sea este, a su vez, el que pueda eliminar las células cancerosas. Otro motivo es limpiar el cuerpo de toxinas (desintoxicar el cuerpo), tales como los pesticidas, los contaminantes y aditivos químicos, los metales pesados, los virus y los parásitos.

No debemos confiar en los suplementos como si fueran la panacea, lo fundamental es hacer un cambio radical de la dieta y de forma de vida.

Suplementos que ayudan a digerir los alimentos: enzimas digestivas (enzimas proteolíticas, enzimas pancreáticas, etc.), prebióticos y probióticos.

Suplementos que desintoxican el cuerpo: fungicidas (extracto de hoja de olivo, cola de caballo, ortiga, etc.), antiparasitarios (cáscara de nuez negra, ajenjo, sello de oro, etc.), antibacterianos y antivíricos (ajo, aceite de orégano, pau d´arco o lapacho, etc.), desintoxicantes hepáticos (cardo mariano, raíz de diente de león, raíz de regaliz, etc.).

Suplementos que potencian el sistema inmunitario: potenciadores del sistema inmunitario (áloe vera, vitamina C, hongos, aceite de pescado, oligoelementos), vitaminas y hormonas (vitamina B12, vitamina D, vitamina B17, melatonina, etc.).

 

  1. LIBERAR LAS EMOCIONES REPRIMIDAS

La enfermedad es un bloqueo en el nivel físico, en el emocional o en el espiritual de nuestro ser. Hay que identificar el bloqueo, determinar de dónde procede y liberarlo plenamente.

Una emoción reprimida es cualquier emoción de tu pasado a la que sigas aferrado, ya sea positiva, negativa, consciente o inconsciente. Las emociones a las que nos aferramos más comúnmente son las negativas, como el estrés, el miedo, los traumas, el remordimiento, la ira o la tristeza; pero también nos podemos aferrar a emociones positivas, como la felicidad. Los recuerdos traumáticos, como son los accidentes o los incidentes de malos tratos físicos o sexuales, suelen quedar bloqueados de nuestra memoria consciente. Toda emoción de tu pasado a la que te estés aferrando es una emoción reprimida que, con el tiempo, puede conducirte a un bloqueo malsano en tu sistema cuerpo-mente-espíritu. Aferrarse a la felicidad, en principio, es una cosa buena; no obstante, cuando la felicidad está vinculada a nuestro pasado, no tarda en convertirse en nostalgia, y esta nos mantiene centrados en un recuerdo de la felicidad pasada, a diferencia de la posibilidad de una felicidad real en el presente.

Soltar las emociones reprimidas puede resultar beneficioso para el cuerpo físico. Esto es especialmente válido para el estrés. Aferrarnos al estrés nos vuelve más susceptibles de desarrollar enfermedades.

Se sabe con certeza que el estrés debilita el sistema inmunitario.

Liberar el estrés refuerza el sistema inmunitario.

Aferrarse al miedo puede hacer que los sistemas del organismo se cierren y se produzca así un bloqueo energético que puede llegar a conducir a la enfermedad física. Liberar el miedo puede ayudar a devolver al cuerpo el eq uilibrio.

Los pacientes de cáncer están obligados a afrontar el miedo a la muerte.

El miedo mantiene bloqueado el cuerpo en modo “lucha o huida”, lo que significa que no puede pasar al modo “descanso y reparación”.

Algunas cosas que puedes hacer para liberar las emociones reprimidas son:

Llevar un diario de pensamientos.

Haz una lista de tus momentos emocionales. Escribe los momentos más emocionales de tu pasado, tanto positivos como negativos, remontándote hasta donde te alcancen los recuerdos. Después quema la lista y libera mentalmente todas las emociones reprimidas que te queden de esos hechos.

Practica el perdón a diario. Todas las mañanas, cuando te despiertes, piensa en alguien de tu pasado o de tu presente a quien puedas perdonar, aunque se trate de alguna cosa pequeña. Si no se te ocurre nadie a quien perdonar, limítate a perdonarte a ti mismo las transgresiones que hayas podido cometer.

Haz un curso de control del estrés.

Consulta a un sanador o a un terapeuta.

Prueba la hipnosis o el EMDR (desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares).

Debemos procurar no aferrarnos demasiado tiempo a ninguna emoción concreta, ya sea positiva o negativa. Las emociones deben fluir por el cuerpo como las olas que rompen en una playa: llegan y después se van. Hay que dejar que las emociones de todo tipo nos inunden, nos recorran y salgan de nosotros, de manera que no se traiga al presente nada del pasado, y que en cada momento podamos tener una experiencia emocional nueva.

 

  1. AUMENTAR LAS EMOCIONES POSITIVAS

Las emociones positivas que intentan vivir a diario los supervivientes radicales son la felicidad, la alegría y el amor.

Tienes que procurar resueltamente hacer todos los días cosas que te puedan aportar alguna medida de felicidad o de alegría.

Empieza cada día con una sonrisa o con una sensación de gratitud.

Controla lo que ves en los medios.

Revisa lo que ves como entretenimiento.

Búscate amigos divertidos. Empieza a limitar el tiempo que pasas con las personas que te agotan, y a pasar más tiempo con las personas que te aportan energía.

Vuélvete activo. Búscate actividades que te aporten alegría: hacer ejercicio, dar paseos por la naturaleza, practicar la jardinería, cantar, bailar, meditar, hacer fotografías, cocinar llamar a un viejo amigo, hacer un regalo a alguien, participar en un coro de tu localidad, asistir a clases de música o trabajar como voluntario. Comprométete a realizar al menos tres veces por semana una actividad real que te aporte alegría.

Haz un repaso cada noche.

Sentirte feliz cada día, aunque solo sea durante cinco minutos, tiene tanta importancia para tu salud como cualquier medicina que pudieras tomar.

  1. ACEPTAR EL APOYO SOCIAL

Los seres humanos somos criaturas sociales por naturaleza, nos necesitamos unos a otros para sobrevivir, seguimos dependiendo unos de otros durante toda la vida.

Cuando estamos enfermos es cuando más indispensable nos resulta el apoyo de los demás, de nuestros seres queridos.

Recibir amor ayuda al cuerpo a sanarse. Enviar amor a una persona enferma puede mejorar significativamente el estado físico de esa persona.

El objetivo general es no sentirse solo. La soledad, o la falta de conexión social, conduce a una muerte temprana; en algunos casos, se ha observado que la soledad aumenta la tasa de mortalidad hasta en un 50%.

La importancia del contacto físico (abrazarse, pasar un brazo por el hombro de una persona, acurrucarse juntos o dar un masaje a una persona para aliviarle el dolor). Si no tienes ninguna persona que te aporte mimos, un animal de compañía te servirá igual.

Algunas cosas que puedes hacer:

Si eres paciente de cáncer: tiende una mano a alguna persona querida, tomando el teléfono hoy mismo y llamándole para saber cómo está; apúntate a algún grupo de ejercicios suaves de tu zona o asiste a clases de ejercicios dirigidas especialmente a pacientes de cáncer; entra en un grupo de apoyo de otros pacientes de cáncer; apúntate a alguna actividad de grupo que te haga salir de casa y conocer a gente nueva; no temas pedir ayuda, cuando la necesites, a tus familiares y amigos.

Si tú eres el ser querido de un paciente de cáncer: llama a tu ser querido que tiene cáncer y dile, simplemente, que estabas pensando en él o en ella; déjale en su casa comidas sanas; bríndate a hacerle recados o a ayudarle con las tareas domésticas; organízale un día de distracción o de placer.

 

  1. PROFUNDIZAR EN LA CONEXIÓN ESPIRITUAL

Podemos experimentar la energía espiritual en mayor o menor grado después de una clase de yoga, de una carrera larga, de un masaje relajante, de una buena siesta, con la oración profunda, la meditación o los cánticos, paseando por la naturaleza, etc.

El primer paso para conectar con la energía espiritual es acallar tu mente. La energía espiritual no puede empezar a circular por tu cuerpo mientras no se hayan detenido los pensamientos en tu mente.

Una práctica espiritual es una práctica que te anima a experimentar (en tu cuerpo y en tus emociones) una sensación profunda de calma y de paz. Para sentir eso, debes empezar por encontrar un modo de apagar tu mente pensante.

He aquí algunas ideas de prácticas espirituales que puedes probar:

Respiración profunda. Cierra los ojos y haz diez inspiraciones y diez espiraciones profundas. Mientras lo haces, apóyate las manos en el bajo vientre para poder sentir la subida y la caída de tus manos con la respiración. Abre después los ojos y observa si sientes más calma.

Caminar al aire libre. Pasea diez minutos al aire libre cada día.

Imágenes guiadas.

Meditación guiada.

Oración diaria.

Grupos espirituales.

Grupos por internet.

 

  1. TENER MOTIVOS PODEROSOS PARA VIVIR

Confianza desde lo más profundo.

El deseo de vivir de la persona debe salir del núcleo más profundo de su ser, y debe ser incondicional. Es una seguridad inquebrantable: “¡Sí! Quiero seguir viviendo”.

Hemos nacido con un propósito: el de vivir la vida con tanto amor como sea posible. Hemos venido para vivir la vida con toda su plenitud.

 

La mente dirige al cuerpo.

La curación de cualquier enfermedad comienza por una mente en calma, libre de ataduras, y por un fuerte deseo de vivir.

El cuerpo escucha lo que le dice la mente: si la mente está emocionada con la vida, el cuerpo estará lleno de energía vivificadora, pero si la mente está llena de miedos, o desesperanzada, entonces el cuerpo no tendrá acceso a esa energía esencial.

 

Encontrar tu vocación.

Cuando las personas siguen teniendo sueños fuertes, objetivos fuertes de cosas que quieren hacer, y tienen un fuerte deseo de estar bien, entonces estos factores pueden impulsar un proceso de curación más rápido.

Las investigaciones han mostrado que la negación puede ayudar a los pacientes de cáncer a vivir más tiempo, y que la depresión puede hacer que mueran antes.

Cuando estés de buen ánimo, prepara una lista de todos tus motivos actuales para vivir y para disfrutar de la vida. Haz también otra lista de todo lo nuevo que te gustaría añadir a tu vida para darle más creatividad, felicidad y sentido.

Procura hacerte estas preguntas: ¿Por qué quieres seguir vivo?, ¿qué otras cosas te gustaría todavía vivir en esta vida? y ¿qué actividades te aportan energía y alegría?

 

Conclusión

Hay que tener en cuenta la realidad maravillosa, compleja, de la individualidad. No hay dos personas iguales en este planeta y, por tanto, no habrá dos recetas iguales para la salud.

Curarse significa librarse de una enfermedad, mientras que sanarse significa volverse íntegro. Curarse es posible a veces, mientras que sanarse siempre es posible.

 

Lecturas recomendadas en español

Chopra, Deepak. Curación cuántica: Las fronteras de la medicina mente-cuerpo. Gaia Ediciones. España. 2014.

Gerson, Charlotte. La terapia Gerson: el programa nutricional definitivo para salvar vidas. Ediciones Obelisco. España. 2014.

Lipton, Bruce. La biología de la creencia: la liberación del poder de la conciencia, la materia y los milagros. Gaia Ediciones. España. 2014.

 

Moorjani, Anita. Morir para ser yo: mi viaje a través del cáncer y la muerte hasta el despertar y la verdadera curación. Gaia Ediciones. España. 2014.

Plant, Jane. Tu vida en tus manos. RBA. España. 2001.

Remen, Rachel Naomi. Historias para crecer, recetas para sanar. Gaia Ediciones. España. 2010.

Servan-Schreiber, David. Anticáncer: una nueva forma de vida. Primera Plana. España. 2014.

Siegel, Bernie S. Amor, medicina milagrosa. Espasa Libros. España. 2010.

Weil, Andrew. La curación espontánea. Ediciones Urano. España. 1995.

 

 

Dr. Ricardo Bárcena Gómez

Sevilla, enero 2019

Código de Deontología médica: alegaciones al artículo 26

codigo deontologia medica

Carta abierta* a
Dra. D. ª Juana María Caballín Yarnoz
Presidenta de la Comisión de Deontología Médica del
Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Navarra

Código de Deontología médica: alegaciones al artículo 26

Estimada colega:

Le quedo agradecido por el enlace al borrador del nuevo Código y sus ánimos para presentar alegaciones. Lástima el tiempo establecido para reflexionar sobre lo que se ha de considerar buen hacer en Medicina, en sus propios términos. Si, como señala Ud. con acierto, solo abordar debidamente los capítulos nuevos no es tarea fácil, revisar sus 121 artículos y varios cientos de puntos en solo 30 días resulta impensable. La decisión de participar corresponde a cada colegiado, estamos de acuerdo, pero la asignación de un plazo insuficiente para hacerlo, no.  Por ello, cabe disentir en que una propuesta de participación sin plazo que la posibilite pueda considerarse proceso democrático y transparente.

Presento mis alegaciones al Art. 26. Ruego sea sometido a una severa revisión. Categorización binaria, reduccionismo extremo, factor de radicalización y neologismos ambiguos condicionan tal posible arbitrariedad de interpretación como para convertir virtualmente en contrario a Deontología a la mayor parte de nuestro ejercicio profesional.

En perspectiva, el texto de este artículo viene a ser el reflejo en el Código de la serie de actuaciones de la Organización Médica Colegial (OMC) contra la práctica médica “sin evidencia científica”. Se decidió externalizarlas en la arena pública, fuera de los ámbitos colegial y profesional donde el Código recomienda dirimir discrepancias. Y vienen siendo particularmente activas en los 3 últimos años, coincidiendo con una presión mediática, académica, corporativa, profesional, social, sanitaria, política y administrativa sin precedentes por parte de un cientifismo de perfil supremacista, especialmente combativo en España. Se entiende por tal “la actitud de (y tendencia a) dar excesivo valor a las nociones científicas, que se pretenden imponer como único conocimiento válido, con la exclusión de otros puntos de vista.”

Recapitulando, en sendas cartas abiertas remitidas en los 2 últimos años a distinguidos colegas de la Comisión Permanente del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (hasta la fecha, sin respuesta) he argumentado sobre ello. La OMC optó por una táctica a mi juicio errónea dentro de una estrategia correcta. La estrategia correcta es el fiel cumplimiento de las altas responsabilidades de la colegiatura ante la sociedad, la Administración y los profesionales. La táctica equivocada sigue siendo la alianza corporativa en exclusiva con el sector más virulento y excluyente del referido cientifismo. La legítima, necesaria lucha colegial contra el intrusismo, la mala praxis, etc., no justifica poner a todo el ejercicio médico en estado de sitio bajo el imperio de la “ciencia”.

Por razón de espacio y tiempo no procede extenderme aquí al respecto, valga esta breve referencia contextual. Expongo en el anexo algunos de los argumentos aplicables a los puntos 1, 2 y 3 del Art. 26. Como los análisis vacíos de propuestas de mejora a menudo resultan operativamente estériles, incluyo una de texto alternativo. En esencia, la reflexión principal en este asunto para nuestra profesión incluye una pregunta clave: necesitamos ciencia, definitivamente, pero ¿para perfeccionar el ejercicio de la Medicina o para adulterarlo hasta convertirlo en otra cosa, sometiéndolo a sus solos dictados? Nuestro reto ahora es que el Código permita un difícil pero irrenunciable ejercicio de ponderación: a la ciencia lo que es de la ciencia y a la deontología médica lo propio.

Procedo raudo, Dra. Caballín, a remitirle la presente que, en coherencia con mis anteriores comunicaciones dirigidas a nuestra colegiatura, emito en formato carta abierta. Puede Ud. compartirla con quien estime conveniente y dar a estas apelaciones el trámite oportuno. Quizás les anime a Uds. los expertos a una atenta, serena y desprejuiciada revaloración del Art. 26 previa a su definitiva aprobación, la cual deviene urgente en razón del mismo plazo establecido de partida por los propios órganos directivos.

Para terminar, quiero expresar mi reconocimiento al esfuerzo de tantos colegas en ámbitos nacional, provincial y local comprometidos lealmente en esta actualización del Código. Pero errar es humano y con mi modesta aportación no pretendo otra cosa que ayudar a subsanar algunos errores cometidos y, quizás, prevenir futuros. Reciban Uds. mi gratitud de colegiado y obtengan, en justa correspondencia a sus desvelos, lo bueno que merecen.

Atte.,
Marino Rodrigo Bañuelos
Col. 3104259

 

ANEXO

  1. Análisis

Texto del Art. 26 del Código de Deontología médica, Edición provisional:

  1. El método científico y la medicina basada en pruebas son el fundamento del conocimiento médico. El médico en su actuación profesional debe emplear procedimientos y fármacos cuya eficacia se ha demostrado científicamente y no debe emplear ningún tipo de presión que proceda del paciente o de terceros.
  2. Las pseudociencias, las pseudoterapias, el intrusismo y las sectas sanitarias son contrarios a la Deontología Médica.
  3. Son contrarias a la Deontología Médica las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las carentes de base científica y las que prometen a los enfermos la curación, así como los procedimientos ilusorios o insuficientemente probados que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o quirúrgicos y el uso de productos de composición no conocida.
  4. Si el médico tiene conocimiento de que alguien ejerce actos propios de la profesión no siendo médico, debe denunciarlo al Colegio.

El método científico y la medicina basada en pruebas son el fundamento del conocimiento médico

El método científico (MC) es UN instrumento de validación provisional de la práctica médica, el mejor en aquellos aspectos de su compleja y variada actividad en los que es aplicable, y en ninguno más. Por motivos expuestos en diferentes foros por multitud de autores, ni es EL fundamento del conocimiento médico ni puede serlo. Ni, por consiguiente, se puede pedir que lo sea. Ni, en cierto sentido, debería serlo, SU fundamento, porque ello reduciría toda la medicina a un simple acto… científico, no médico.

La medicina no es ciencia, han declarado autores de peso en la medicina práctica, fuera de sospecha de “anti-científicos”. La medicina no es SOLO ciencia y NADA MÁS que ciencia, sería quizás más aceptable por cualquiera de los médicos que asistimos a personas, no a datos. Cuesta tener que recordar tal obviedad a colegas empecinados en ciertas creencias, como ésta del solo-y-nada-más-que (ciencia).

La medicina basada en pruebas -no en las pomposas, engañosamente definitivas “evidencias”, sino en las más modestas, provisionales “pruebas”-  es un desideratum, una aspiración legítima y necesaria de nuestro quehacer, pero tampoco EL fundamento. Una intervención médica actual basada en pruebas no es “científica” a perpetuidad; pasado mañana podría dejar de serlo. A menudo, deja de serlo. Por otra parte, no cabe invalidar arbitrariamente una intervención médica a perpetuidad (como algunos pretenden) por el solo hecho de no disponer aún de suficientes pruebas. En Medicina, el hecho de no estar todavía validado un procedimiento o técnica no autoriza a nadie a invalidarlo, por lo mismo que la ausencia de pruebas no es la prueba de su ausencia. Esto parece causar a algunos cierta confusión. Pero la confusión de algunos no debe trasladarse al Código de todos.

El médico en su actuación profesional debe emplear procedimientos y fármacos cuya eficacia se ha demostrado científicamente

En Medicina nos valemos de la ciencia en lo que podemos y del arte en lo que debemos. Nuestra praxis es racional y es empírica. Aspiramos continuamente, y con ganas, a validarla (no a fundamentarla) en el MC, y a basar nuestras actuaciones en (no a cercenarlas con) pruebas (o su insuficiencia). Asumimos y manejamos la incertidumbre consustancial a nuestra labor de la mejor forma considerando las circunstancias, no la escamoteamos bajo la alfombra de lo que “se ha demostrado científicamente”.

¿Cuándo queda “demostrada científicamente” la eficacia de cada uno de nuestros actos médicos, de modo que quienes los llevamos a cabo no incurramos en falta deontológica a este precepto? ¿Quién establecerá que ya lo está, demostrada? Estamos hablando de la eficacia demostrada de cada acto médico. Y entretanto se demuestra su eficacia, ¿qué hacemos?

En torno al 80% del conjunto de nuestras actuaciones profesionales carecen de suficiente «evidencia». A falta de concreción de cuándo una intervención médica deviene suficientemente científica, la mayor parte de ellas queda virtualmente expuesta a la arbitrariedad de, primero, ser considerada contraria a Deontología. Segundo, en consecuencia, a que se decida o solicite su invalidación.

Salta a la vista la radicalización en curso cuando observamos en la edición provisional que desaparece el adverbio preferentemente de la edición actual vigente, que dice:

El médico debe emplear preferentemente procedimientos y prescribir fármacos cuya eficacia se haya demostrado científicamente.

Suprimiendo el explícito preferentemente queda implícito un exclusivamente. En virtud de tal categorización binaria de nuestros “procedimientos y fármacos” y, por extensión, de todos nuestros actos médicos, cada uno de ellos tendrá que estar demostrado científicamente o será contrario a Deontología. Sin medias tintas.

Cualquiera que invoque un Código redactado en estos términos podría hacerlo cuando le convenga: denunciar arbitrariamente e invalidar. La robotización del médico por la restricción de sus actos a solo lo que SE considere científico. La intervención de la autonomía de las personas por un paternalismo institucional “científicamente correcto”. He ahí sendos riesgos evidentes. Cabe esperar de nuestra organización colegial conjurarlos, como parte de sus responsabilidades ante la profesión y  la población.

Las pseudociencias, las pseudoterapias, (…) son contrarios a la Deontología Médica

Se propone añadir al Art. 26 un nuevo punto con 2 términos pseudo. Dos constructos hasta hoy no definidos en forma mínimamente unívoca y precisa por las personas y entidades colegiales co-responsables de su profusión en los medios. Y, por tal motivo de indefinición, elevados impropiamente a la categoría de cotas deontológicas de actuaciones médicas. Un texto que cruje cuando uno lo lee en nuestro Código la primera y la decimoquinta vez. Por su extemporaneidad y desubicación, diríase incrustado a machamartillo.

Se permitió en su día que jerga foránea, imprecisa, de significado interesado y modo hostil, que destila intolerancia y pretensiones de absolutismo para dictaminar qué es verdadero y qué no en Medicina, se permitió, digo, que se instalara en el Observatorio del mismo nombre. Y ahora se propone introducir estos constructos pseudo en el mismísimo Código de Deontología médica. La pica en Flandes de entonces es ahora el asalto al código fuente.

En justa (¿pero quizás involuntaria, por parte de los redactores del borrador?) coherencia con la inadecuación, la desubicación de ambos términos pseudo en este provisional Art. 26.2, ninguno de ellos aparece reseñado ni en el Índice de términos ni en el Glosario, donde sí aparecen los asuntos capitales, asentados por significado y uso en la profesión, y actualizados en su léxico adecuado. Soy consciente de que estoy dando ideas con esta observación.

Son contrarias a la Deontología Médica las prácticas carentes de base científica (…) los procedimientos insuficientemente probados

Afianzando la doctrina de los puntos precedentes, definitiva entronización en éste de la ciencia como juez supremo de actuaciones médicas, y de lo «suficientemente» probado  (hemos de sobreentender, por ella) como patrón oro de la deontología médica. Carta blanca a cierta “presión de terceros”, la misma que se pretende evitar en el punto 1, la que se autoriza a una “ciencia” a menudo ella misma manipulada por intereses ajenos a la salud de la población. Excelente posición de partida para la posible arbitrariedad de actuaciones disciplinarias, que cabría justificar desde una deontología rendida, de nuevo, al cientifismo.

  1. Mi propuesta provisional de redacción

Art. 26.

  1. El método científico y la medicina basada en pruebas se consideran imprescindibles para el avance del conocimiento médico. El médico, en su actuación profesional, debe emplear preferentemente procedimientos y fármacos cuya eficacia y seguridad estén suficientemente respaldados por ambos. Sus actuaciones profesionales no deben claudicar ante ningún tipo de presión ajena a su alta misión que proceda de terceros.
  1. Son contrarias a la Deontología Médica las prácticas inspiradas en el charlatanismo, las que no aspiran a validarse científicamente o prometen a los enfermos la curación, así como los procedimientos ilusorios que se proponen como eficaces, la simulación de tratamientos médicos o quirúrgicos y el uso de productos de composición no conocida.
  1. (.4 del borrador, que pasa a ser .3) Como está.

Por su indefinición, imprecisión, ambigüedad, extemporaneidad y el consiguiente potencial empleo arbitrario y manipulador de sus términos pseudo, el punto 2 del borrador es suprimible. Como mínimo, hasta su definición autorizada, unívoca, precisa y aceptada por la profesión.

 

 

Dos Premios Nobel abogan por una alimentación basada en vegetales

Dos Premios Nobel abogan por una alimentación basada en vegetales

El 27 de septiembre del 2018, el periódico La Vanguardia publicaba una entrevista al biólogo molecular norteamericano de 86 años de edad y Premio Nobel de Química (1980), el profesor Walter Gilbert, sobre sus investigaciones en el campo de la longevidad. Gilbert había determinado las secuencias de bases de los ácidos nucleicos, lo que ha facilitado el desciframiento del genoma humano.

En la entrevista habla de sus estudios sobre la apoptosis (muerte celular) y que en ratones se ha conseguido que algunas células incrementen su longevidad extraordinariamente, pero que todavía no se puede extrapolar en humanos.

El periodista le responde: “Yo diría que si, teniendo en cuenta su formidable aspecto”. A lo que contesta Gilbert: “El mérito es de la genética, aunque yo también pongo algo de mi parte”

  • P: ¿Qué es lo que Ud. hace?
  • W.G.: Hace 20 años que soy vegetariano. ¡I desde hace 3 años soy vegano!
  • P: ¿No le resulta monótono?
  • W.G.: No. Hay muchos platos de las cocinas hindú, china i asiáticas que son muy variados y que me encantan.

En el año 2009, le fue concedido el Premio Nobel de Medicina a la bióloga molecular australiana Elizabeth Blackburn por sus trabajos sobre los telómeros y haber descubierto la telomerasa, una enzima que forma los telómeros  durante la duplicación del ADN. Es un tema de enorme trascendencia, pues demuestra de una forma palpable como la longitud de los telómeros (vida longeva y sana) puede influenciarse mediante diversos factores sobre los que podemos influenciar, como son: el estrés, los pensamientos negativos, los estados depresivos, la ansiedad, el ejercicio físico, el sueño, el sobrepeso y la alimentación. Todo ello lo expone en su libro (muy recomendable): La solución telómero. Como vivir más y de una manera más saludable.

En el capítulo dedicado a la alimentación destaca que alimentos resultan perjudiciales para los telómeros (favorecen su acortamiento), como: ● la carne roja, ● la carne procesada, ● el pan blanco, ● las bebidas endulzadas, ●los refrescos azucarados, ● las grasas saturadas,●  las grasas poliinsaturadas omega-6 (ácido linoleico), ● las bebidas alcohólicas (más de 4 copas al día). Mientras que frenan el acortamiento de los telómeros: ● los cereales integrales (fibra), ● las verduras,● la fruta, ● los frutos secos, ● las legumbres, ● las algas, ● los aceites poliinsaturados omega-3, ● el  te verde y ● el café.

En sus recomendaciones dietéticas concluye: “Minimizar el consumo de carne roja (sobre todo la procesada)”. Y añade: “Pruebe de seguir una dieta vegetariana, por lo menos unos cuantos días a la semana. Eliminar la carne puede beneficiar a sus células, así como al medio ambiente.”

Por otro lado, el National Geographic India publicaba una escueta noticia: “Nobel prize winner, Elizabeth Blackburn discovered that a vegan diet turns on genes that help in preventing cancer.” (Elizabeth Blackburn, ganadora del premio Nobel, descubrió que una dieta vegana activa los genes que ayudan a prevenir el cáncer).

Frederic Vinyes

EFECTO PROINFLAMATORIO de la carne roja, lácteos y huevas de pescado

carne roja

En las carnes rojas (ternera, cerdo, cordero y otros mamíferos) y, en menor medida,  en los lácteos encontramos un glúcido (un ácido siálico) muy problemático para nuestra salud denominado Neu5Gc. Su ingesta determina que se deposite inalterado en diversos órganos del cuerpo. Se produce una reacción de rechazo al percibirse como una sustancia extraña, lo que da lugar a la producción de anticuerpos, por parte del sistema inmunitario. Ello ocasiona respuestas de tipo inflamatorio que favorecen el desarrollo o determinan el empeoramiento de diversas enfermedades inflamatorias, cáncer incluido.

Durante muchos años se ha estado estudiando si una dieta basada en vegetales comestibles era la más idónea para nutrir, favorecer y mantener la salud del ser humano. Se han abordado cuestiones de orden evolutivo, anatómico (dentadura, longitud del intestino), bioquímico,  fisiológico, estudios clínicos y epidemiológicos para valorar este hecho. No voy a referirme a ellos en esta ocasión, pues hay un dato poco conocido, pero de suma trascendencia que deja bien claro que los seres humanos no estamos hechos para comer carne roja (carne de mamíferos), ni lácteos, debido, entre otros factores, a una sustancia estudiada en los últimos años: el ácido N-glicolil-neuramínico o abreviadamente conocida como Neu5Gc. Y ahí viene la gran sorpresa. Respecto a esta sustancia, los animales carnívoros no tienen ningún problema, pero es que incluso, chimpancés y gorilas (entre otros primates) habitualmente crudi-veganos, se hallarían mejor adaptados para comer carne que los seres humanos. Un bombazo informativo, si tenemos en cuenta la poca carne (chimpancés) o ninguna (orangutanes, gorilas) que comen estos animales (próximos genéticamente a nosotros) y la mucha cantidad de carne de vacuno, ovino y porcino y gran cantidad de lácteos que consume el ser humano. Parece el mundo al revés, pero los trabajos científicos de tiempos recientes (inicios del siglo XXI) avalan esta información. Y todo por una mutación genética en nuestros ancestros homínidos, acontecida hace unos 2,5 millones de años, y que determina una respuesta inmune inflamatoria (de pequeña intensidad, pero de efectos sumativos) en los humanos cuando consumen estos productos.

Antecedentes

En los años 40 del siglo XX se describe la presencia de un glúcido de 11 átomos de carbono en el cuerpo humano, cuyo nombre químico es el de ácido N-acetil-neuramínico (abreviadamente: Neu 5 Ac), también denominado ácido siálico.

En los años 60 se empezaron a conocer otros derivados del ácido neuramínico, es decir, diversos ácidos siálicos.

Actualmente se conocen unos 50 diferentes y se hallan presentes básicamente en el reino animal.

El organismo humano sintetiza 3 ácidos siálicos diferentes, siendo el más común el Neu 5 Ac.

Los ácidos siálicos suelen presentarse conjugados (unidos) a proteínas y a lípidos, integrados en la superficie celular y, también en forma libre, en secreciones, sangre y tejidos orgánicos.

En la superficie celular intervienen en los sistemas de intercomunicación y regulación del crecimiento celular, así como en los procesos celulares de reconocimiento de elementos propios o extraños, por parte del sistema inmunitario.

Años más tarde, el profesor Ajit Varki y su equipo de investigadores de la Universidad de California en San Diego observaron en la sangre y en tejidos humanos la ausencia de un ácido siálico, concretamente, el N-glicolil-neuramínico (Neu 5 Gc), que si que se encuentra, en cambio, en la mayoría de los mamíferos, primates incluidos.

En 1998, científicos japoneses descubrieron que para que el organismo animal pudiera sintetizar Neu5Gc se precisa la presencia de una enzima (hidroxilasa) cuya producción está regulada por un determinado gen. Hace unos 2,5 millones de años en nuestros remotos ancestros (prehomínidos) se produjo una mutación genética en este gen que lo dejó inactivo. Por ello, nuestras células se ven incapaces de poder producir Neu5Gc. De hecho, fue la primera diferencia bioquímica relevante detectada entre humanos y chimpancés.

Investigaciones posteriores realizadas en este siglo por el profesor Varki y colaboradores, publicadas en la revista científica americana Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) revelaron con sorpresa la presencia de Neu5Gc en células humanas que, como sabemos, estas no pueden fabricar. ¿Cuál podría ser, entonces, su procedencia? Sin duda alguna, el consumo de alimentos ricos en esta sustancia, como son principalmente las carnes de mamíferos (“carne roja”), los productos lácteos y las huevas de pescado. Cuando se toman estos alimentos, el organismo humano elimina buena parte del Neu5Gc ingerido, pero un pequeño porcentaje queda retenido en la superficie de nuestras células. De hecho, se han detectado pequeñas cantidades de Neu5Gc en tejidos considerados “sanos” (vasos sanguíneos, células mucosas). Sucede entonces que, al ser reconocido por nuestro sistema inmunitario como una sustancia extraña (xenoantígeno), produce anticuerpos (detectados en sangre) contra el Neu5Gc incorporado, lo que da lugar a una reacción de tipo inflamatorio.

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De todo ello resulta que: el consumo continuado de estos productos (carne roja, lácteos, etc.) favorece la instauración de reacciones inflamatorias crónicas en el organismo, lo que supone el desarrollo y empeoramiento de las muchas enfermedades que presentan un componente inflamatorio. En la digestión de estos productos se libera Neu5Gc y, como tal, se deposita en nuestro organismo.

La capacidad de captación de Neu5Gc en la superficie de las células humanas se observa también con claridad en el interior de un tubo de ensayo. Incluso, un grupo de los investigadores dirigidos por el profesor Varki decidieron  tomar un concentrado de carne de cerdo (rico en Neu5Gc) y analizar la presencia de esta sustancia en sus propias orinas, sangre, suero sanguíneo, cabellos y saliva. Al cabo de poco, ya se podía detectar la presencia de Neu5Gc en ellos y, sólo después de 2 o 3 días de haber tomado el concentrado de carne, las cifras de esta sustancia habían disminuido en los fluidos orgánicos, aunque todavía se podían detectar. Comprobaron que esta molécula extraña para nosotros se depositaba en órganos y tejidos humanos. Según palabras del propio Dr. A. Varki: “Aunque es improbable que la ingestión de esta molécula (Neu5Gc) esté relacionada con el desarrollo de determinadas enfermedades, es concebible la idea de que su consumo gradual provoque una acumulación en tejidos sanos. Esto podría explicar la presencia de anticuerpos que podrían contribuir al desarrollo del proceso inflamatorio que va unido a diversas patologías”.

Uno de los argumentos expuestos por algunos nutricionistas para tranquilizar a la opinión pública sobre la magnitud del problema  es la de suponer que los miles de años que los seres humanos han estado comiendo carne podría haber creado un cierto grado de tolerancia entre sus consumidores. Suposición, de todos modos, no demostrable, por lo que existe una cierta preocupación, entre los investigadores, ante el hecho de que el consumo frecuente de carne a lo largo de la vida podría ser un importante factor agravante de la salud en la vejez.

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Ilustración procedente del artículo: Uniquely human evolution of sialic acid genetics and biology del Dr. Ajit Varki, publicado por PNAS – Vol. 107 – Suppl. 2 // 11 mayo del 2010 En ella se exponen 2 mecanismos que incrementan las inflamaciones crónicas y ocasionan reacciones de tipo inmunitario en los seres humanos: la incorporación metabólica de Neu5Gc procedente de la alimentación y su reacción frente a anticuerpos anti-Neu5Gc circulantes, lo que puede contribuir a la inflamación crónica de los endotelios de los vasos sanguíneos y los epitelios que recubren internamente los órganos huecos, lo que representa un aumento de riesgo cardiovascular y carcinomas asociados al consumo de estos alimentos. La aparente hiperreactividad de las células T y B de los humanos, asociada con la disminución de la expresión inhibitoria de los Siglecs, puede contribuir aún más a la inflamación crónica. También se observa el hecho de que algunos productos moleculares y celulares, procedentes de la biotecnología, probablemente estén contaminados con Neu5Gc de orígenes diversos, lo puede contribuir potencialmente a reacciones adversas en algunos individuos.

Estudios científicos de los últimos años han puesto de manifiesto que un cáncer puede desarrollarse a partir de una inflamación crónica. No debe sorprender, pues, el hecho de que los tejidos cancerosos presenten cantidades elevadas de Neu5Gc, en comparación con los tejidos considerados sanos. Incluso se han hecho pruebas con animales de laboratorio, provocándoles un cáncer y manipulándolos genéticamente para que no produjeran Neu5Gc  y que, por lo tanto, su organismo la considerara como una sustancia extraña (al igual que sucede con los humanos). El resultado fue que la presencia de Neu5Gc en el organismo de estos animales aceleraba el crecimiento tumoral. Tras 12 semanas de alimentarlos con alimentos que contenían Neu5Gc se observaron notables reacciones de tipo inflamatorio en su cuerpo. Tras 50-85 semanas, casi el 50 % de los ratones manipulados desarrollaron cánceres de hígado, mientras que en humanos los órganos más afectados parecen ser: el intestino, la próstata y los ovarios.

Si tenemos en cuenta que con el consumo de larga duración, de estos productos, el Neu5Gc se va acumulando en diversos tejidos y nuestro sistema inmunitario va a reaccionar contra él, por considerarlo una sustancia extraña, el resultado va a ser: reacciones inflamatorias crónicas que, a su vez, favorecen el desarrollo de diversas patologías, procesos cancerosos incluidos. Cuestión a tener muy en cuenta a la hora de incluir los alimentos antes citados en la dieta de los pacientes con patologías de tipo inflamatorio y oncológico. En palabras de Ajit Varki i colaboradores: “Nuestros datos nos permiten entender y confirmar, a través de un mecanismo inusual, la relación epidemiológica entre el consumo de carne roja y el riesgo de cáncer”.

David Álvarez-Ponce es un biólogo, especializado en bioinformática y doctorado en genética por la Universidad de Barcelona, que dirige un grupo de investigación de la Universidad de Nevada en Reno (EEUU).  Desde no hace mucho, se ha dedicado a estudiar la evolución del gen CMAH responsable de que la carne roja sea, entre otras razones, un factor de riesgo de cáncer e inflamación en humanos. Centrado en el estudio de como la selección natural afecta a la evolución de los genes y conociendo el hecho de la mutación sufrida por este gen hace unos 2,5 millones de años en humanos, se dispuso a analizar todos los genomas de animales disponibles (322), para determinar en cuales se encontraba este gen y en cuales está potencialmente activo.

El gen CMAH hace posible la síntesis del glúcido tóxico Neu5Gc contra el que, como hemos visto, al considerarse como un xenoantígeno, el organismo humano produce una respuesta inmune, convirtiéndose en un posible factor de riesgo de inflamaciones, artritis y cáncer. Por otra parte, dicha mutación pudo suponer una ventaja evolutiva en ciertos aspectos, como la que nuestra especie se haya librado de ciertas enfermedades que requieren la presencia de Neu5Gc, como un tipo de malaria que si puede afectar a chimpancés y gorilas, cuyo organismo produce Neu5Gc.. Mutación que nos libró de padecer dicha malaria, pero que convirtió, sobre todo, al consumo repetido de carne roja (aporta niveles elevado de Neu5Gc al organismo humano) en un importante factor de riesgo para nuestra salud.

En un principio, se encontró este gen en unas cuantas bacterias, un par de algas microscópicas que no son de consumo humano y, principalmente, en algunos animales vertebrados (mamíferos, principalmente) y equinodermos (estrella de mar, erizo de mar, etc.).

Al igual que nosotros los humanos, las aves (pollo, pavo, pato, etc.) carecen del gen CMAH activo. Tampoco lo contienen los reptiles, excepto una especie de lagarto, ni el marisco. En cuanto al pescado, en algunos peces que si se ha encontrado, las concentraciones de Neu5Gc suelen ser muy bajas. En cambio, sí que se halla en grandes concentraciones en las huevas del esturión (caviar) y del salmón. Algunos peces, como el arenque, el bacalao o la lubina rallada atlántica, entre otros, no presentan tampoco el gen CMAH.

Pensar que todo el problema del consumo de carne se resuelve simplemente evitando comer animales que presentan el gen CMAH (contienen Neu5Gc) es simplificarlo demasiado. El equipo de Alvarez-Ponce advierte que los animales que no contienen dicho gen pueden contener microbios patógenos unidos al glúcido Neu5Ac (precursor del Neu5Gc), que sí que poseemos, y pueden afectar también a nuestra salud. Lo que en nuestros remotos ancestros humanos (inactivación del gen CMAH) pudo suponer una ventaja evolutiva, nos volvió más vulnerables al consumo de ciertas carnes y productos lácteos procedentes de animales que han conservado activo dicho gen.

Es decir, al estar en nosotros inactivo el gen CMAH, el único Neu5Gc presente en nuestro organismo es el procedente de la alimentación (carnes rojas, lácteos, sobre todo). En cambio, el organismo humano sí que presenta cantidades notables de Neu5Ac (precursor del Neu5Gc) en sus estructuras celulares. En palabras de Álvarez-Ponce: “Esto hace que seamos susceptibles a ciertos patógenos que se unen al Neu5Ac, y los otros animales que tampoco tienen el gen CMAH son potenciales reservorios de estos patógenos«. En definitiva: el consumo de carne de animales que tienen dicho gen activo puede presentar los mismos efectos negativos que la carne roja. Y si dicha carne no presenta el gen en cuestión es posible que contenga microbios patógenos unidos al Neu5Ac y que, consecuentemente, también pueden afectar a nuestra salud.

Los humanos no somos los únicos mamíferos que no disponemos del gen CMAH. También se inactivó en el pasado en los monos del nuevo mundo, el erizo común, hurón, algunos murciélagos, focas y morsas, un tipo de ciervo y en el ornitorrinco.

La concentración de Neu5Gc no parece alterarse con la cocción de los alimentos que lo contienen.

Otro problema añadido con el tema del Neu5Gc es el de los posibles xenotrasplantes, partiendo de animales que producen dicho glúcido y que nuestro organismo rechaza.

Al problema pro-inflamatorio, creado por el Neu5Gc, hay que añadirle otro efecto pro-inflamatorio originado por el tipo de alimentación occidental más habitual. Concretamente, el debido a un exceso de ácidos grasos esenciales omega-6, en la dieta, en comparación con los omega-3. La relación entre los omega-6 y los omega-3 existente en la alimentación de nuestros ancestros paleolíticos fue, durante muchos milenios, de uno a uno. También se considera aceptable una proporción de 4 a 1 a favor de los omega-6, ya que es la proporción que se hallan estos ácidos grasos poli-insaturados en la leche materna. El problema es que analizando los alimentos consumidos en tiempos más recientes la proporción omega-6 / omega-3 asciende de 10/1, a 20/1 o incluso alcanza cifras mayores. Los ácidos grasos omega-6 se encuentran en gran abundancia (en comparación con los omega-3) en granos, semillas (girasol, maíz, sésamo, cereales, etc.) y sus aceites. Excepción hecha de las semillas de lino (y su aceite), donde dominan los omega-3, y el aceite de oliva, donde dominan los ácidos grasos mono-insaturados y hay muy poca cantidad de omega-6 y omega-3. También hay predominancia de omega-6 en la carne de los animales domésticos alimentados con grano y sus derivados (pienso). El exceso de omega-6 en el organismo humano induce y favorece las reacciones de tipo inflamatorio que agravan las enfermedades crónicas más comunes en el mundo occidental: ● enfermedades cardiovasculares, ● trastornos vasculares cerebrales, ● el cáncer, ● las artritis, e incluso, ● la enfermedad de Alzheimer.

La carne contiene, además, grandes cantidades de ácido araquidónico. Este ácido graso, en cantidades importantes, fomenta el desarrollo de procesos de tipo inflamatorio. Los productos que contienen una mayor cantidad de este ácido son: la grasa de cerdo (1.700 mg), el hígado del cerdo (870 mg), el hígado de ternera (352 mg) y la yema de huevo (297 mg).

En un próximo artículo abordaremos el tema de la influencia de la ingesta de Neu5Gc en la fertilidad humana.

Bibliografía:

Human uptake and incorporation of an immunogenic nonhuman dietary sialic acid.

Tangvoranuntakul P1Gagneux PDiaz SBardor MVarki NVarki AMuchmore E.

Aparecido en la Proc Natl Acad Sci U S A. 2003 Oct 14;100(21):12045-50. Epub 2003 Oct 1.

PNAS   (DOI: 10.1073/pnas.2131556100).

Uniquely human evolution of sialic acid genetics and biology

Ajit Varki

Center for Academic Research and Training in Anthropogeny, Glycobiology Research and Training Center, Departments of Medicine and Cellular and Molecular Medicine, University of California San Diego, La Jolla, CA 92093

PNAS | May 11, 2010 | vol. 107 | suppl. 2

A red meat-derived glycan promotes inflammation and cancer progression.

Annie N. Samraj et al.

Proc Natl Acad Sci U S A. 2015 Jan 13;112(2):542-7. doi: 10.1073/pnas.1417508112. Epub 2014 Dec 29.

Phylogenetic distribution of CMP-Neu5Ac hydroxylase (CMAH), the enzyme synthetizing the pro-inflammatory human xeno-antigen Neu5Gc

Sateesh Peri,  Asmita Kulkarni,  Felix Feyertag,  Patricia M. Berninsone, David Alvarez-Ponce.

Publicado en Genome Biology and Evolution, 30 de noviembre de 2017.

Frederic Vinyes