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Primera Cumbre mundial de la OMS sobre medicina tradicional, complementaria e integrativa.

gctm

La Organización Mundial de la Salud (OMS) celebró la Cumbre Mundial de Medicina Tradicional los días 17 y 18 de agosto de 2023 en Gandhinagar, Gujarat, India. Copatrocinada por el Gobierno de la India, la Cumbre exploró el papel de la medicina tradicional, complementaria e integradora para abordar los desafíos de salud apremiantes e impulsar el progreso en la salud global y el desarrollo sostenible.

Entre los participantes de alto nivel se encontraban al director general y los directores regionales de la OMS, los ministros de salud del G20 e invitados de alto nivel de países de las seis regiones de la OMS. También participaron científicos, practicantes de la medicina tradicional, trabajadores de

la salud y miembros de las organizaciones de la sociedad civil.

Objetivo salud para todos.

La Cumbre exploró formas de ampliar los avances científicos y aprovechar el potencial del

conocimiento basado en la evidencia en el uso de la medicina tradicional para la salud y el

bienestar de las personas en todo el mundo. Los científicos y otros expertos dirigieron

discusiones técnicas sobre investigación, evidencia y aprendizaje; política, datos y regulación;

innovación y salud digital; y biodiversidad, equidad y conocimiento indígena.

“Se pretende que la  medicina tradicional puede desempeñar un papel importante y catalítico para lograr el objetivo de la cobertura sanitaria universal y alcanzar los objetivos mundiales relacionados con la salud que estaban fuera de curso incluso antes de la interrupción causada por la pandemia

de COVID-19”, dijo el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director general de la OMS.. “Llevar

la medicina tradicional a los sistemas públicos de  salud, de manera adecuada,

efectiva y, sobre todo, segura y basada en la evidencia científica más reciente, puede ayudar a

cerrar las brechas de acceso para millones de personas en todo el mundo. Sería un paso

importante hacia enfoques holísticos y centrados en las personas para la salud y el bienestar”.

Los Jefes de Estado y de Gobierno en la reunión de alto nivel de la ONU sobre cobertura

universal de salud celebrada en  2019 reconocieron la necesidad de incluir servicios de medicina

tradicional y complementaria basados en evidencia, particularmente en la atención primaria

de salud, la piedra angular de los sistemas de salud, en la búsqueda de la salud para todos.

Hoy, la medicina tradicional y complementaria está bien establecida en muchas partes del

mundo, donde juega un papel importante en la cultura, la salud y el bienestar de muchas

comunidades. En algunos países, representa una parte importante de la economía del sector

de la salud y, para millones de personas en todo el mundo, es la única fuente disponible de

atención médica.

Avance de la ciencia en la medicina tradicional

La medicina tradicional ha contribuido a descubrimientos médicos revolucionarios y sigue

siendo una gran promesa. Los métodos de investigación como la etnofarmacología y la

farmacología inversa podrían ayudar a identificar medicamentos nuevos, seguros y

clínicamente efectivos, mientras que la aplicación de nuevas tecnologías en salud y medicina,

por ejemplo, genómica, nuevas tecnologías de diagnóstico e inteligencia artificial, podría abrir

nuevas fronteras de conocimiento. sobre la medicina tradicional.

En medio de una expansión en el uso de la medicina tradicional en todo el mundo, la

seguridad, la eficacia y el control de calidad de los productos tradicionales y las terapias

basadas en procedimientos siguen siendo prioridades importantes para las autoridades

sanitarias y el público. Natural no siempre significa seguro, y siglos de uso no son garantía de

eficacia; por lo tanto, se deben aplicar métodos y procesos científicos para proporcionar la

evidencia rigurosa requerida para la recomendación de medicamentos tradicionales en las

pautas de la OMS.

“El avance de la ciencia en la medicina tradicional debe sujetarse a los mismos estándares

rigurosos que en otros campos de la salud. Esto puede requerir un nuevo pensamiento sobre

las metodologías para abordar estos enfoques contextuales más holísticos y proporcionar

evidencia que sea lo suficientemente concluyente y sólida para conducir a recomendaciones

de políticas”, dijo el Dr. John Reeder, Director del Programa Especial de Investigación y

Capacitación en Enfermedades Tropicales y Enfermedades Tropicales de la OMS. Director del

Departamento de Investigación para la Salud.

La cumbre abordó la investigación y evaluación de la medicina tradicional, incluidas las

metodologías que se pueden utilizar para desarrollar una agenda de investigación global y

prioridades en medicina tradicional, así como desafíos y oportunidades basados en 25 años de

investigación en medicina tradicional. Se presentaron los hallazgos de las revisiones

sistemáticas de la medicina tradicional y la salud, mapas de evidencia de efectividad clínica y

un mapa de investigación global de inteligencia artificial sobre medicina tradicional.

Una base de evidencia más sólida permitirá a los países desarrollar mecanismos apropiados y

orientación política para regular, garantizar el control de calidad y monitorear las prácticas, los

profesionales y los productos de la medicina tradicional, de acuerdo con los contextos y

necesidades nacionales.

Encuesta mundial de la OMS sobre medicina tradicional, CIE-11 y otros datos

En la Cumbre, la OMS presentó los resultados emergentes de la tercera encuesta mundial

sobre medicina tradicional que, por primera vez, incluye preguntas sobre la financiación de la

medicina tradicional y complementaria, la salud de los pueblos indígenas, la garantía de

calidad, la medicina tradicional, conocimiento fino, biodiversidad, comercio, integración,

seguridad del paciente, y más. La encuesta completa, que se publicará más adelante este año,

primero en un tablero interactivo en línea y luego como informe, propiciará el desarrollo de la

estrategia de medicina tradicional actualizada de la OMS para 2025-2034 según lo solicitado

por la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2023.

La estandarización de la documentación y codificación de la condición de la medicina

tradicional en el sistema de información de salud de rutina es un requisito previo para la

gestión y regulación efectivas de la medicina tradicional en los sistemas de atención médica.

Esto incluye la consideración de formas, tasas de incidencia y resultados asociados con la

atención médica de la medicina tradicional. Esta Cumbre ha sido una oportunidad para mostrar las

experiencias de los países, explorar las tendencias regionales y discutir las mejores prácticas,

incluso en la implementación del capítulo de medicina tradicional en la última Clasificación

Internacional de Enfermedades, la CIE-11.

Los participantes en la Cumbre examinaron, con una visión global, los panoramas normativo,

legal y regulatorio; estructuras y políticas formales para recopilar datos y establecer sistemas

para la gestión de la información; una evaluación de los programas educativos y de

capacitación para el desarrollo de la fuerza laboral de medicina tradicional; y experiencias y

mejores prácticas sobre capacitación, acreditación y regulación de los profesionales de la

medicina tradicional, que pueden mejorar sustancialmente la seguridad del paciente y

minimizar el daño al paciente en la prestación de servicios de medicina tradicional.

Biodiversidad y conocimiento indígena

La biodiversidad y el conocimiento indígena son pilares fundamentales de la medicina

tradicional y la salud y el bienestar, especialmente para los Pueblos Indígenas; El 80 por ciento

de la biodiversidad restante en el mundo se encuentra en territorios o tierras indígenas,

mientras que la conservación de la biodiversidad es un tema clave relacionado con el uso

sostenible de las medicinas tradicionales.

En preparación para esta Cumbre, se llevó a cabo en Brasil, del 25 al 28 de julio, un taller mundial

de la OMS sobre biodiversidad, conocimiento indígena, salud y bienestar, para comprender

mejor la conexión invaluable entre la biodiversidad, el conocimiento tradicional y la salud

humana. Los resultados de la reunión, en forma de recomendaciones, se presentaron en la

Cumbre y contribuirán al flujo de trabajo sobre biodiversidad y Una sola salud.

El enfoque de la Cumbre sobre la gestión sostenible de la biodiversidad frente a la crisis

climática impulsará la identificación y el intercambio de mejores prácticas, iniciativas y marcos

legislativos sobre la protección del conocimiento tradicional, la innovación y el acceso y la

distribución equitativa de beneficios por parte de los países. Las discusiones en la Cumbre se

centraron en la creciente perspectiva de las actividades económicas globales relacionadas con

la medicina tradicional, las innovaciones basadas en el conocimiento indígena en el cuidado de

la salud, la aplicación de leyes y reglamentos de propiedad intelectual, y el uso y promoción de

la medicina indígena y ancestral a través de diálogos interculturales para apoyar la salud de la

comunidad.

¿Cumple la Sanidad su función? Alternativas.

pedro rodenas
Pedro Ródenas López (Médico Naturista)

El objetivo de los profesionales y de las instituciones que trabajan en los diferentes campos de la salud es el de mantener el mayor número de personas sanas durante el máximo tiempo posible; es conseguir que vivamos más y mejor. ¿Se está cumpliendo este objetivo? Vamos a intentar responder a esta cuestión en las siguientes líneas.

¿Qué es una persona?

Si miramos a nuestro alrededor veremos que compartimos con animales, vegetales y minerales, este planeta azul y verde que gira alrededor del sol. El sistema solar del que formamos parte es uno de los muchos que coexisten en la Vía Láctea, galaxia que ocupa uno de los rincones del universo.

Si miramos hacia nuestro interior veremos que físicamente estamos constituidos por sistemas (digestivo, circulatorio, nervioso…) que a su vez contienen órganos (hígado, corazón, cerebro…) conformados por tejidos. Los tejidos son la unión de células con una misma función. Si analizamos la estructura celular veremos, que como todo lo existente, está formada por moléculas, que son la suma de átomos que tienen un núcleo alrededor del cual giran los electrones, como si de un sistema solar se tratara. Y dice la ciencia moderna que estas minúsculas y hasta ahora indivisibles partículas de materia, tienen un comportamiento dual: unas veces aparecen como partículas y otras como ondas (energía y materia son dos aspectos de una misma realidad), tal como sucede en el espacio infinito que llamamos universo. Cerramos así un círculo energético en el cual el ser humano es una forma de organización intermedia entre el pulsante universo y el ínfimo electrón. Nosotros somos una prolongación de lo que hay fuera nuestro, y lo que existe en nuestro exterior es una extensión de nosotros mismos. La salud de lo que nos rodea es nuestra propia salud.

Como decía Albert Einstein: “Un ser humano no es más que una parte limitada en el espacio y en el tiempo de un Todo que llamamos universo. El hecho de considerarlo como una entidad separada es una ilusión óptica que lo aprisiona”.

Para hacer posible la armonía del cosmos hay que admitir que cada electrón tiene que actuar de acuerdo con los demás, que es lo mismo que decir que en cada unidad de energía existe una conciencia cósmica. El ser humano, como todo lo que conocemos, tiene una parte de energía-materia y otra de conciencia cósmica que algunos identifican con nuestra esencia o yo.

Los individuos, altos, bajos, guapos, feos… nos definimos por nuestros comportamientos, no por nuestro físico. La vida es una sucesión de actos que manifiestan nuestros pensamientos y nuestros sentimientos, y el cuerpo lo utilizamos para hacerlos visibles y darnos a conocer. Las personas, mientras tenemos un cuerpo somos lo que hacemos, luego aparece un interrogante.

¿Qué es la muerte?

Muerte y vida se suceden constantemente en el cosmos, como dos visiones de la misma realidad. Una alimenta a la otra. Con los elementos que se producen en la muerte se forman nuevas vidas. La energía no se destruye, se transforma.

El final de una etapa, al que llamamos muerte, es el inicio o nacimiento de la que le sigue, porque la danza de la energía nunca se detiene, aunque adopte todas las apariencias imaginables. Lo que parece el final del gusano es el principio de una mariposa, la semilla que se desprende de la planta seca y espigada es el origen de un fresco tallo que crece buscando el sol, el agua que besa y riega la tierra hasta morir en el mar, forma las nubes que nutren ríos, pozos y manantiales, el huevo que se resquebraja libera el ave que lleva dentro.

La muerte es una transformación en cuanto a nuestra parte física y un interrogante en relación a nuestra mente y nuestro espíritu. Es una vuelta a donde procedemos, a esa vida unitaria que es el universo. Es un motivo de paz que se ha de vivir, a ser posible, en el propio hogar, en familia.

¿Qué es la salud y qué es la enfermedad?

No podemos decir de una persona que está sana si no puede desarrollar plenamente sus capacidades y si todas sus células no ejercitan su función. Es pues la definición de salud un concepto positivo, no la simple ausencia de enfermedad. Salud es tener la capacidad de desarrollar todas nuestras aptitudes e inquietudes físicas, psíquicas, sociales y espirituales con plenitud, y en armonía con el entorno.

Equilibrio con el exterior y en el interior

El estado de salud refleja el equilibrio entre el ser humano y su entorno, y la armonía interna de sus funciones.

Es importante aprender a convivir con todo lo que nos rodea; saber tomar del medio lo que necesitamos y devolverle lo que él precisa. Si destruimos árboles y bosques, verdaderos pulmones de la tierra, hemos de replantarlos; si tomamos alimentos a expensas de los minerales y microorganismos del suelo, hemos de reponerlos con abonos naturales que lleven materia orgánica incorporada. Cuando rompemos este equilibrio estamos poniendo en marcha los mecanismos que acabarán desencadenando la enfermedad. Recordemos aquí al Dr. Eduardo Alfonso cuando decía: “El hombre debe al medio natural todos sus medios particulares de subsistencia y evolución; y debe, por consiguiente, aprovecharse de este medio sin restar su parte a los demás seres, y perfeccionarlo con su actuación inteligente en beneficio de todos”.

También es importante mantener la armonía interna. Todo lo que existe está en constante intercambio con el medio, se renueva continuamente. Nosotros mismos somos el resultado de este intercambio. En realidad, de piel hacia dentro, somos el resultado de una resta: la diferencia entre lo que llega a nosotros y lo que eliminamos.

Alimentamos nuestro cuerpo con sustancias sólidas (comida), líquidas (bebida) o gaseosas (oxígeno), incorporándola a través del aparato digestivo, respiratorio, y la piel. La información que recibimos a través de los sentidos (vista, oído, gusto, tacto y olfato) nutre nuestra mente, y la afectividad y sentimientos que recibimos de los demás hacia nosotros son parte del alimento de nuestro espíritu. De todas estas entradas, una parte se incorpora a nosotros mismos y permite que nos manifestemos como individuos, y el resto se elimina en forma de desechos sólidos (heces), líquidos (orina y sudor), gaseosos (anhídrido carbónico), sensaciones o ideas que no nos gustan, sentimientos que rechazamos,…

Esta operación debe guardar un equilibrio entre entradas y salidas para que no se pierda la salud. No podemos hacer tres comidas diarias e ir a defecar una vez cada tres días; no podemos estar recibiendo constantemente información sin la posibilidad de poder expresarla. Para mantener la salud, a todos los niveles, uno tiene que saber recibir y al mismo tiempo tener la satisfacción de dar.

Capital de salud

La salud es la tendencia natural del organismo humano, desde su origen y nacimiento. De no ser así,  no se podría desarrollar la vida. El cuerpo humano está dispuesto para vivir en salud a pesar de las dificultades que encuentra en su camino.        

Podemos decir que todos al nacer heredamos un capital de salud. Un capital que hemos de administrar a lo largo de nuestra vida. Según las inversiones que hagamos este capital puede aumentar o disminuir. Un capital inicial importante explica la larga supervivencia de personas que malgastan su salud. Es el ejemplo del millonario que derrocha dinero pero siempre le queda saldo en la cuenta. Un menguado capital inicial puede incrementarse con buenas inversiones en hábitos saludables, o puede arruinar o hipotecar prematuramente a una persona sino cuida sus inversiones.

La enfermedad no es una situación casual ni accidental, ni un conjunto de síntomas, es un estado del organismo consecuencia natural de una manera de vivir.

¿Qué factores influyen en la salud?

Como nuestra vida es un diálogo continuo con el medio que habitamos, es claramente comprensible que esto influya en nuestro estado de salud.

Factores medioambientales

El grado de contaminación ambiental está en crecimiento constante y se expresa con la polución de residuos industriales y de la agricultura y ganadería intensivas, que invaden tierra, agua y atmósfera; con los productos químicos que encontramos en la alimentación resultado de la producción, conservación y transformación de estos mismos alimentos; con el exceso de decibelios y de estímulos lumínicos en las grandes ciudades; con los múltiples cableteados eléctricos de nuestras viviendas y las líneas de alta tensión, los repetidores de telefonía móvil, las antenas de televisión…; con los restos radiactivos “inmortales” de las centrales nucleares, etc.

Nuestra vivienda, donde algunos pasan la mayor parte de su tiempo y otros sólo duermen, también es un factor de salud ambiental. Los materiales con los que está construida, su orientación con los ejes magnéticos de la Tierra, la disposición de sus estancias y del mobiliario… se han de tener en consideración. Igual sucede con la ubicación de la casa, el sol y la luz que recibe,  el clima de la zona etc.

Factores sociales

La sociedad en que vivimos es un factor de salud cuya influencia no podemos evitar. Es difícil mantener un equilibrio interno sin libertad para movernos o expresarnos, sin conocimientos ni formación de la realidad que nos acoge, viviendo en una familia desestructurada, o sin trabajo para realizarnos o al menos para conseguir los mínimos recursos necesarios para subsistir.

Factores individuales

Los factores individuales son sobre los que podemos influir más fácilmente ya que en su mayoría son elección nuestra. Los hábitos higiénicos, la ropa, el calzado, los hábitos tóxicos (tabaco, alcohol, café…), la alimentación diaria, el ejercicio que practicamos, el tiempo que dedicamos al ocio y a nuestro crecimiento personal, son decisiones que pueden hacer que aumente o disminuya nuestra salud.

¿De quien dependen los factores de salud medioambientales y sociales?

Es una evidencia que la sociedad en que vivimos es el resultado de las políticas de organización de que nos hemos dotado. Estas estructuras organizativas van desde las más férreas dictaduras a las más modernas democracias, y aunque las conquistas sociales son muy distintas en los diferentes casos, todas ellas comparten un denominador común: están sometidas a los grupos que ostentan el poder económico.

Las políticas sociales y medioambientales, como el resto de actividades gubernamentales, no son totalmente libres, no escogen siempre lo mejor para el bienestar de las personas y para la supervivencia del medio en que viven sus ciudadanos, sino que al depender de los recursos económicos están influenciadas por centros de poder que gravitan por encima de ellos y que no tienen fronteras de actuación. Estos imperios económicos, que no son muchos porque entre ellos se fagocitan, están en manos de un reducido número de personas que intentan dominar y controlar al mismo tiempo los medios de comunicación, la industria armamentística y farmacéutica, y últimamente el campo de la biotecnología.

Medios de comunicación

En la llamada era de la comunicación en que vivimos existen grandes lagunas informativas. Cuando estamos hablando de aldea global, de globalización de conocimientos, pensamos que recibimos toda la información que se produce sobre los distintos temas. Pero en realidad globalidad y pluralidad no son conceptos que vayan paralelos. Hoy en día desde los grandes medios de comunicación se filtran y modelan las noticias según los intereses que los sostienen, que no son otros que los de sus propietarios que cada vez concentran más poder mediático. Y no sólo eso, sino que generan la información y marcan el camino del futuro. Mensajes como terapia génica, alimentos transgénicos, biotecnologías, clonación, vacunas, abonos y piensos químicos… nos quitan la vida de nuestras propias manos para dejarla a los pies de la industria. Parece que todo lo que sucede a nuestro alrededor no tiene nada que ver con nosotros mismos, y que hemos de esperar a que lleguen las soluciones comercializadas en cómodos plazos. 

Industria armamentística

Con la industria armamentística se impone el poder, se quitan y ponen gobiernos, se mata en nombre de la democracia y se financian dictaduras, siempre en busca de rendimientos económicos. Se consigue impunidad para utilizar material bélico que prolonga el horror a través de diversas generaciones, como con el agente naranja o el uranio empobrecido, que generan mutaciones genéticas y disparan las enfermedades oncológicas en aquellos que sobreviven a la agresión directa y a sus descendientes.

Industria farmacéutica

La industria farmacéutica, como toda industria, tiene como primer y lícito objetivo obtener beneficios, y para ello utiliza la investigación científica seleccionando los resultados en función de sus intereses. La salud de la población está un segundo lugar, y así a veces pueden potenciarse el uso de fármacos de dudosa eficacia pero con un buen marketing que los haga necesarios. La sanidad pública no puede beneficiarse de la industria farmacéutica, ya que ésta vive de la enfermedad y además, al ser la salud un bien de primera necesidad, tiene como mejor cliente a la administración sanitaria.

Biotecnología

La biotecnología es la nueva bandera que utiliza el poder económico para deslumbrar a la sociedad con un idílico futuro cuando en realidad se trata de una herramienta para patentar y monopolizar, entre otras cosas, alimentos (soja, maíz, arroz … transgénicos), productos para cultivar estos alimentos (pesticidas o herbicidas específicos para cada alimento), o semillas que se autodestruyen después de un solo ciclo vital impidiendo su multiplicación y obligando a los campesinos a volver a comprarlas de nuevo, con lo que crean una dependencia total del agricultor hacia estas multinacionales y ponen en el mercado nutrientes con riesgos desconocidos para la salud. Esta forma de actuar se extiende a la ganadería y en el ámbito de la medicina.

Todo esto es una simple muestra de algunos ejemplos de cómo los factores de salud medioambientales y sociales están en manos del poder económico, y deberíamos preguntarnos si esto ocurre también con los que hemos denominado factores individuales de salud.

¿Podemos influir libremente en los factores de salud que dependen exclusivamente de nosotros?

Estamos  programados desde la infancia para memorizar respuestas más que para generar preguntas que no tengan respuesta. Aceptamos desde la educación primaria a la misma universidad que lo que nos dicen es la única verdad, sin apenas cuestionarlo, porque al fin y al cabo progresar, aprobar y obtener titulaciones, pasa por repetir lo mejor posible lo que nos han enseñado. Poseemos sólo una parte de la información, la que mediáticamente de forma mayoritaria nos llega, y con ella tomamos decisiones. Si la libertad es la capacidad de escoger entre diferentes opciones, podemos decir que no siempre actuamos con plena libertad.

En el campo de la salud los mensajes que hemos recibido de forma continuada, son los que nos enseñan a delegar nuestra salud en los profesionales, los que nos dicen que ésta la encontraremos en consultas, clínicas u hospitales, cuando en realidad en estos lugares se tratan exclusivamente las enfermedades, siendo el paciente un agente pasivo que no es educado o informado sobre los factores de salud que le han llevado a esa situación, ni de la responsabilidad, y por tanto del poder, que el mismo tiene sobre su estado vital. No es de extrañar, ni la sanidad puede quejarse, de que ante el mínimo resfriado o cuadro gripal, se llenen las urgencias de personas que buscan soluciones.

Cuando estudios realizados en EE.UU. sobre los determinantes de salud dicen que el 19% de la disminución de la mortalidad se debe al entorno y el 43% al estilo de vida, ¿es racional y honesto asignar el 90% de los gastos sanitarios en sistemas de cuidados (hospitales, investigación médica) y sólo un mínimo porcentaje, un 1,5%, al estilo de vida y un 1,6% al entorno?

Seamos razonables. La salud no se vende ni se compra en herbolarios, farmacias u hospitales, sino que se gana o se pierde día a día, en un porcentaje importante con nuestra forma de vivir.

Necesitamos ser críticos con las informaciones que recibimos. Hemos de buscar respuestas a nuestras preguntas y saber que no existe un pensamiento único. Siendo conscientes, y conociendo los factores de salud individuales que influyen en nosotros, podemos modificarlos de forma positiva. No hemos de olvidar que somos animales de costumbres y que igual que convivimos con unos hábitos, podemos hacerlo con otros; la gran dificultad estriba en hacer el cambio, y este es posible con una gran motivación que puede ser la propia de conservar la salud, y no esperar que ésta se tenga que producir por una enfermedad que muchas veces puede ser irreversible. Valga de ejemplo el saber que según los estudios epidemiológicos, al menos en el 70% de los tumores malignos intervienen los hábitos del paciente y, por lo tanto, son susceptibles de ser evitados de forma individual. A la alimentación se le atribuye la responsabilidad de entre el 30 y el 40% de estos tumores, al tabaco el 30% y al alcohol el 3%.

Tampoco hemos de olvidar que el conocimiento de la realidad medioambiental y social que nos rodea no nos impide influir en ella. Podemos incorporarnos a las iniciativas, por suerte cada vez más emergentes, que hablan de que otro mundo es posible, y con un consumo responsable, con la participación en el reciclaje, con la compra de alimentos biológicos, con el ahorro energético, con el apoyo a políticas más sostenibles…contribuir desde la perspectiva individual a formar parte de la solución y no del problema que hace que nuestra salud esté mayoritariamente en manos ajenas.

¿Sobre qué factores de salud actúan la Sanidad o los profesionales de la salud?

De forma esquemática podemos decir que la OMS (Organización Mundial de la Salud) es el órgano que representa a la Sanidad mundial y el que marca las pautas a seguir. Existen grandes presiones para colocar entre los políticos que la dirigen los representantes de las grandes multinacionales farmacéuticas (delegaciones de los centros de poder), lo que condiciona de forma importante las líneas de actuación, que difícilmente incidirán en la corrección de los factores negativos de salud medioambiental y social que ellos mismos mantienen. Preferentemente se hacen grandes inversiones en vacunas o medicamentos (ingresos para la propia industria farmacéutica) a países tercermundistas, antes que presionar a los organismos representantes del poder económico internacional (banco mundial…) para que ayuden a mejor nutrirse y a dar trabajo a las personas de aquellos países que han colonizado haciéndoles abandonar sus esquemas culturales y sociales para integrarlos al consumismo occidental, dejándolos huérfanos de cultura, organización y economía.

A nivel nacional la Sanidad oficial está representada por las instituciones y empresas públicas (departamentos de salud, hospitales y centros de atención primaria) y por la empresa privada (consultorios y hospitales) que en algunos casos mantiene convenios con la pública. La industria farmacéutica es privada y suministra los medicamentos a ambos. También existe un gran mercado de aparatología médica en el que empresas particulares comercializan aparatos de ecografía, de mamografías, scanners… En estos centros trabajan médicos, colectivos de enfermería, psicólogos, técnicos sanitarios…

Excepto algunas campañas que inciden en hábitos individuales como el tabaquismo (que el propio Estado fomenta con su participación en las empresas tabaqueras), que promocionan la actividad física o que se dirigen con consejos a pacientes con algunas patologías (hipertensión, colesterol elevado…), la mayoría del esfuerzo de toda la estructura sanitaria está enfocado en diagnosticar y actuar cuando la enfermedad ya se ha establecido, incidiendo de forma casi nula en los factores de salud. Una mejor Sanidad actualmente se relaciona con el incremento de centros diagnósticos, de hospitales, de un gran número de intervenciones quirúrgicas…, todos ellos signos de que el número de enfermos está en aumento, hecho que se contradice con el objetivo que teóricamente se atribuye a la Sanidad: el mantener el mayor número de personas sanas durante el máximo tiempo posible.

Dos formas de pensamiento

Creo que es necesario un replanteamiento en el campo de la Sanidad que contemple otros enfoques y opciones posibles, no excluyentes sino complementarias de las actuales. No hemos de ignorar que hoy en día conviven diferentes culturas y diferentes formas de entender a la persona y el mundo que le rodea (cosmovisiones). En la cultura occidental, donde nos movemos, podemos hablar de dos corrientes de pensamiento opuestas entre sí. Una mayoritaria y hegemónica, y otra minoritaria que está en progresivo aumento y que es una recuperación de conceptos ya presentes en las culturas ancestrales de Oriente, de los indios americanos, o de la misma Mediterránea.

Pensamiento mayoritario y actualmente hegemónico en el mundo occidental

– Ciencia como instrumento de poder. Dominio sobre lo que nos rodea.

– Visión analítica de la realidad. Parcializaciones.

– Nosotros y nuestro entorno somos cosas diferentes.

– Vivir el presente sin pensar en el futuro. Sociedad de consumo.

– Competitividad como motor social. Potenciación de la individualidad.

– Lo importante es tener.

Pensamiento minoritario y en crecimiento en el mundo occidental

– Ciencia como instrumento de conocimiento. Integración en los ciclos de la naturaleza.

– Visión sistémica de la realidad. Globalización.

– Nosotros y nuestro entorno somos una misma cosa. Respeto por lo que nos rodea.

– Vivir el presente mejorando el futuro. Consumo racional, reciclaje…

– Solidaridad como necesidad vital. Potenciación del compartir.

– Lo importante es ser.

Del pensamiento mayoritario se nutre nuestra Sanidad actual, y de él nacen los grandes errores de planteamiento que hacen imposible que cumpla su función. La alternativa pasa por tener en cuenta el pensamiento hoy minoritario.

Los grandes problemas de la Sanidad

Algunos errores conceptuales

– “La ciencia se considera un instrumento de poder que puede mejorar o superar lo que la naturaleza nos ha dado: el medicamento es el que cura y es el que nos puede ayudar a vivir más tiempo y mejor. Por lo tanto la salud nos la puede ofrecer el profesional que nos da la medicación”.

Desde la visión en que el ser humano se contempla como una parte del Todo, la ciencia es un instrumento de conocimiento para profundizar mejor en los ciclos vitales e incorporarse a ellos. En nuestro organismo existe la fuerza que nos mantiene en salud (la vis natura medicatrix de los griegos, los mecanismos de autorregulación u homeostasis de la fisiología médica, o el médico interno en lenguaje popular) y que es la que cura. Nuestro ecosistema interno está diseñado para convivir el máximo tiempo posible con nuestro ecosistema externo. El profesional de la salud ayuda a nuestra fuerza interna y nos da las pautas para que nosotros mantengamos el equilibrio que significa la salud. Este es el principio de las medicinas denominadas no convencionales, alternativas o complementarias.

– “Los síntomas se han de suprimir porque son las manifestaciones de la enfermedad. Si ellos desaparecen la enfermedad también”.

Los síntomas que definen la enfermedad no son la causa del problema, sino el esfuerzo del propio organismo por recuperar el equilibrio perdido. Siempre que sea posible hay que conducirlos o ayudarlos a cumplir su función (la fiebre a combatir la infección, las erupciones cutáneas a facilitar el proceso de eliminación…). Si los suprimimos sistemáticamente, sin considerar la corrección de las causas que los provocaron, podemos convertir un proceso agudo curativo en una enfermedad crónica rebelde a los tratamientos.

– “Los problemas de salud afectan a una parte del organismo”.

Existen especialidades y profesionales que tratan determinados órganos (pulmones, corazón, …) y que extirpan tumores sin considerar que están ante una persona enferma en su totalidad, que expresa su problema en un órgano determinado. Se contempla casi exclusivamente la parte física, el cuerpo, del ser humano sin profundizar en su estado emocional y sus inquietudes y proyectos personales que condicionan su existencia.

– “Mientras no se demuestre lo contrario, la introducción en el organismo de sustancias de síntesis (medicaciones, aditivos o conservantes de los alimentos…) o biológicas (vacunas, terapia génica…), el efecto de ondas electromagnéticas (ecografías…), de radiaciones ionizantes (mamografías…), etc. no son nocivas. Solucionemos el presente y ya nos enfrentaremos a los problemas del futuro cuando lleguen”.

Mientras no se demuestre lo contrario, la introducción en el organismo de sustancias de síntesis, biológicas o con posibles efectos sobre los tejidos vivos, se han de evitar siempre que sea posible, utilizándolas sólo en casos de urgencia. Ante todo hay que valorar el factor riesgo-beneficio para no perjudicar al paciente.

– “Los microbios, virus y bacterias, son la causa de las enfermedades infecciosas (teoría microbiana) y por lo tanto el tratamiento consiste en exterminarlos con antibióticos y antivirales. El organismo donde crecen y se multiplican los gérmenes es un mero espectador que no interviene y permanece pasivo a la espera que actúe la medicación, por eso no se considera en el tratamiento”.

El  microbio o agente infeccioso es necesario para que se produzcan las enfermedades infecciosas, pero no es su causa. Los portadores, personas que tienen el microbio pero que no desarrollan la enfermedad, son la prueba de su inocencia.

Son las alteraciones del ecosistema interno y externo del individuo las que hacen que el terreno se modifique y favorezca el avance y desarrollo de la infección (teoría del terreno). Las agresiones al medio ambiente; la falta de higiene, o de las necesidades básicas como el agua potable o el alimento imprescindible; la sobrealimentación con el acumulo de catabolitos o detritus en el líquido intercelular de donde se nutren las células; el alto consumo de drogas blandas y duras cuyas toxinas se depositan en los tejidos; el exceso de medicación, especialmente los productos inmunosupresores; son algunos ejemplos de como el ser humano con este comportamiento altera su equilibrio interno y el del medio que le rodea, haciendo posible que el microbio invada zonas del cuerpo que le estaban prohibidas hasta ese momento. Hemos de modificar estas causas si realmente queremos controlar la infección y hacer disminuir las resistencias de los gérmenes a la medicación. Ésta se ha de utilizar con moderación, y sólo en los casos que el organismo esté tan debilitado que no tenga capacidad de respuesta.

– “Hemos de utilizar la terapia génica para curar el cáncer luchando contra los genes modificados que lo causan”.

Responsabilizar a los genes alterados de ser la causa de determinadas enfermedades es una maniobra de distracción para eludir responsabilidades, personales y colectivas, y para incrementar la cuenta de explotación de las multinacionales farmacéuticas. Para que se modifique un gen es necesario una agresión previa a la célula que lo contiene. Esa agresión (física, química, biológica, radiactiva, emocional…) es la verdadera causa, y el gen alterado su consecuencia.

Defectos en la formación

– La formación sanitaria que se recibe en las universidades podemos considerarla sesgada, ya que enseña sólo una parte de los conocimientos sobre medicina, los que corresponden a un único criterio médico. ¿Qué pensaríamos si en la Facultad de Bellas Artes nos dieran a conocer sólo el cubismo?

– La unidad de opinión entre el colectivo sanitario es más el resultado de una uniformidad en la enseñanza, que el fruto de un proceso de elaboración y racionalización de cada uno de los profesionales.

– Entre las asignaturas que se imparten, las dedicadas a la prevención no ocupan ni el 2% del total. Un licenciado en medicina no recibe ninguna formación en dietética por ejemplo. Los médicos salen formados como grandes especialistas de la enfermedad, pero sin conocimientos sobre salud. Conocen a la perfección la “maquinaria humana” pero no la energía que la mantiene y la hace funcionar.

– No se afrontan temas ineludibles para un profesional de la salud, como es el abordaje de la muerte o las técnicas de aproximación y comunicación con el paciente.

Limitaciones en la investigación

– Hoy en día la investigación requiere grandes inversiones en recursos, que generalmente sólo pueden ofrecer las grandes empresas. Estas, lógicamente subvencionan aquellos estudios que pueden favorecer sus intereses. Si el resultado de un estudio propio no les beneficia, simplemente no se publica; y si el científico intenta darlo a conocer por ética profesional pierde la subvención para investigar y el puesto de trabajo. Y si en la prensa científica aparece un estudio contrario a sus tesis, ponen en marcha toda su nómina de cerebros para demostrar lo contrario. Incluso la investigación pública se pone en manos de la privada para ahorrarse infraestructuras y costes a través de convenios de colaboración.

– La ciencia es un buen instrumento de ayuda para el conocimiento en general, y en especial en medicina, pero no es la verdad absoluta. Ella misma se contradice a menudo. El propio método científico está cuestionado.  Es irreal hacer un estudio extrayendo conclusiones de la aplicación de una sustancia en un colectivo de personas como si todas fueran iguales. Tampoco se pueden extrapolar los resultados de experimentos con animales a las personas. La ciencia pierde la idea de globalidad frecuentemente, por ejemplo, al considerar únicamente la parte material de las cosas, y al no valorar o tener en cuenta lo que no conoce, como si no existiera o no influyera en los resultados. La actual ciencia sólo tiene en cuenta una parte de la realidad.

– No existe un organismo neutral que garantice la imparcialidad de las investigaciones y que invierta recursos de forma más plural, estudiando todas las opciones terapéuticas.

Errores en la aplicación de la Sanidad

Como hemos dicho anteriormente no incide en los factores de salud medioambientales y sociales, y apenas sobre los individuales.

– Gran parte de lo que considera prevención (evitar que se produzca la patología) no es tal, sino diagnóstico precoz (encontrar el problema cuando ya ha aparecido): chequeos, mamografías…

– La supresión de los síntomas con fármacos sintomáticos (antitérmicos, antiinflamatorios, antihistamínicos…) hace que las enfermedades agudas que son curativas (el organismo se moviliza para neutralizar el desequilibrio o la agresión) se vayan transformando en procesos crónicos y de más difícil resolución, ya que cada vez comprometen a más órganos y de forma más profunda, hasta alcanzar a convertirse en procesos degenerativos que son ya irreversibles al deteriorar estructuras orgánicas.

– A esta yatrogenia, fruto de la supresión, hay que añadir los efectos secundarios implícitos en cualquier droga o medicación de síntesis, acrecentados por la aceptación de la parcialización del ser humano y que da como válido un tratamiento que ayuda a un órganos y agrede, e incluso deteriora, otro del mismo individuo. Hoy en día la yatrogenia se está convirtiendo en una de las más relevantes causas de morbilidad y mortalidad.

– La relación con el paciente está despersonalizada, de forma que es tratado más como un objeto que como un ser que sufre. Interesa mucho más “descuartizar” su cuerpo en porciones que están sujetas a todo tipo de pruebas (el presupuesto en tecnología diagnóstica se dispara cada vez más), que el dedicar el tiempo necesario para conversar, conocer a la persona que tenemos delante, sus inquietudes, los problemas que le preocupan y le hacen enfermar, con la finalidad de explicarle que le ocurre y como le vamos a ayudar, o para reconfortarle y consolarle si es necesario. Esto es más un problema de la estructura sanitaria que de los profesionales que hacen lo que pueden con el poco tiempo que disponen.

– Se sigue fomentando la idea de que la salud es algo ajeno al individuo, manteniendo la relación vertical entre el profesional y el paciente, y utilizando el argot médico para marcar las distancias.

– Se entiende por hospital el lugar donde se acogen y curan enfermos. Sería lógico pensar que son centros de salud, donde el paciente se recupera y aprende a cuidarse mejor. Pero en realidad no son más que lugares especializados donde el protagonista, más que el enfermo, es la enfermedad. Poco importa que el paciente llegue a conocer su problema y aprenda a cuidarse mejor. Es más, la propia ubicación y concepción arquitectónica de los hospitales no contempla de forma seria los factores medioambientales de salud, como es por ejemplo el contacto con la naturaleza. Tampoco tiene presente la corrección de factores de riesgo de las distintas enfermedades, ni tan sólo los dietéticos.

Alternativas a la Sanidad actual

Desde la visión no antropocéntrica del mundo en que vivimos, la salud de las personas no se puede separar de la salud del planeta que nos mantiene y de la sociedad de la que formamos parte. El respeto al medio ambiente (energías sostenibles, no contaminaciones de acuíferos, el reciclaje…), la agricultura biológica que favorece la vida orgánica de la tierra y el crecimiento de vegetales limpios de restos tóxicos, el comercio justo, la solidaridad entre pueblos… forman parte de una utopía necesaria para incorporar sentido y coherencia al objetivo de mantener la máxima gente sana durante el mayor tiempo posible.

Si no reconocemos que formamos parte de un conjunto, todo nuestro conocimiento y toda nuestra actividad no serán más que castillos en el aire que nunca conseguiremos mantener en pie. La economía, que debe existir, debe someterse a las personas, no a la inversa, y mientras esto no suceda la Sanidad seguirá sin alcanzar sus objetivos, por muy buenos y competitivos profesionales que existan, o por muchos recursos tecnológicos u hospitalarios de que dispongamos.

El conocimiento de toda esta realidad y nuestra implicación, tanto de pacientes como de profesionales de la sanidad, puede producir pequeños cambios que poco a poco vayan incorporando coherencia en la sociedad; la necesaria para conseguir un aumento de salud y felicidad en la población. Este es el reto de todos aquellos insatisfechos con la situación actual que se movilizan con nuevas propuestas que tienen en cuenta todos los factores de salud, tanto los medioambientales como los sociales y los individuales.

Hacia el diálogo interdisciplinar

– Medicina solo hay una: la que sana al paciente. Pero existen diferentes criterios médicos u opciones médicas relacionadas con las diversas culturas, y por lo tanto con las diferentes concepciones de la vida, la persona, la enfermedad, el diagnóstico y el tratamiento. Podemos clasificarlas como opción médica convencional u oficial la que se enseña hasta ahora en nuestras facultades de medicina, y el resto como opciones o criterios médicos no convencionales (Homeopatía, Medicina Naturista, Medicina Tradicional China…) No debemos confundir terapias (Acupuntura, por ejemplo) con criterios médicos (Medicina Tradicional China).

– Existe la opinión cada vez más generalizada de que, más que escoger una u otra opción, hemos de ir hacia la medicina integral, donde haya un flujo constante de conocimientos y recursos entre los criterios u opciones médicas no convencionales y el criterio de la medicina oficial o convencional, con el fin de trabajar conjuntamente por el bien del paciente. En este intercambio la opción médica no convencional aportaría la prevención, la visión y tratamiento globales, el no perjudicar con remedios agresivos, la asignación de responsabilidad al propio enfermo de su salud, etc., y la opción oficial principalmente los avances tecnológicos, la cirugía y la farmacología, que tienen su utilidad en aquellas situaciones en que las anteriores medidas no son suficientes.

Podríamos definir la medicina integral como “el conocimiento y el arte de utilizar e integrar todos los criterios y recursos que estén a nuestro alcance, seleccionando los más adecuados en cada caso, para ayudar a prevenir la enfermedad, recuperar la salud cuando esta se ha perdido y mantenerla una vez se ha recuperado, evitando ante todo perjudicar al paciente”.

Una enseñanza plural

– La formación de los profesionales de la salud debería corregir sus errores conceptuales e incorporar las otras opciones terapéuticas. Una buena propuesta sería  mantener unas materias troncales, comunes a todos los criterios médicos, y luego una especialización en cada forma de curar, manteniendo siempre unos conocimientos mínimos de los demás para hacer las derivaciones o colaboraciones necesarias en cada caso.

– Es necesario incorporar, en un importante porcentaje, el conocimiento de los recursos que nos ayudan a mantener la salud, ya que al fin y al cabo también nos sirven para tratar la enfermedad, y añadir también los temas anteriormente mencionados como el abordaje de la muerte, las técnicas de aproximación y comunicación con el paciente… y no olvidar la ecología como conocimiento del medio en que vivimos y con el que nos relacionamos.

– No deberían faltar hospitales universitarios donde en departamentos especializados se practicaran las diferentes opciones médicas, y donde se pudieran hacer estudios comparativos de resultados entre medicina convencional y no convencional por separado o trabajando de forma complementaria.

– Seria imprescindible, tal como ya se está empezando a hacer en algunas comunidades, incorporar la educación sanitaria, entendida como corrección de hábitos de vida, en las escuelas e institutos.

Investigación independiente y neutral

– Las sociedades deberían dotarse de centros de investigación neutrales, con presupuesto público o esponsorizado por empresas sin intereses en lo que se está investigando, con profesionales independientes y suficientemente representativos de las diferentes tendencias de pensamiento, y abiertos a investigar todos los recursos terapéuticos, así como todos los temas relacionados con los factores de salud, y con el compromiso de publicar los resultados de forma transparente y universal.

– El seguimiento, control o aval de garantía de estos centros, debería estar en manos de representantes elegidos por la población entre los diferentes ámbitos de la sociedad: cultura, filosofía, biología, medicina, enfermería etc.

El ejercicio de la medicina integral

En nuestro país, a nivel de actividad sanitaria oficial, además de los profesionales de consultas, hospitales y centros de asistencia sanitaria, con una formación convencional, ya se están incluyendo algunas tímidas experiencias de medicina naturista, acupuntura u homeopatía. El resto de toda esta actividad no convencional se realiza en la consulta privada, incluyéndose algunas terapias en mutuas médicas. La falta de regulación hace que la gente no pueda valorar la diferente formación que existe entre los distintos profesionales de la medicina no convencional que responden a una demanda cada vez más creciente, que busca soluciones menos agresivas a sus problemas no resueltos por la sanidad oficial. Así podemos encontrar licenciados en medicina formados en homeopatía, medicina tradicional china o medicina naturista, junto a no médicos que han estudiado estas disciplinas (unos de forma seria en cursos de dos o tres años, otros en cursos de fin de semana) o curanderos sin estudios, sin ninguna acreditación que los distinga entre ellos. Por suerte esta situación está empezando a corregirse con propuestas de regulación que ya están en marcha, y que permitirán al paciente escoger con conocimiento de causa al profesional al que quiere acudir, y también debería hacer posible la integración de estos profesionales al sistema sanitario público.

Una propuesta de cómo puede llevarse a la práctica la idea de una medicina integral, donde las diferentes opciones médicas se complementen entre sí para ayudar a prevenir la enfermedad, recuperar la salud cuando ésta se ha perdido y mantenerla una vez se ha recuperado, intentando sobretodo no perjudicar al paciente, es la siguiente:

Primero: prevenir

Actuaciones profesionales que deberían ser prioritariaspara la prevención:

  • Educación sanitaria de la población (cursos, publicaciones, medios de comunicación, escuela) que ayude a entender los conceptos de salud y enfermedad, que  enseñe a asumir responsabilidades, a conocer la autogestión de la salud, y como nuestro comportamiento incide en el medio ambiente para luego repercutir de nuevo en nosotros.
  • Corrección de hábitos: cursos divulgativos de dietética, de técnicas respiratorias, de relajación, de consejos psicológicos para afrontar los conflictos de relación más comunes y las diferentes etapas de la vida, cursos de deshabituación a drogodependencias de sustancias permitidas (alcohol, café, tabaco) y no permitidas (cocaína, heroína…).

– Fomentar prácticas saludables: ejercicio, deporte, contacto con la naturaleza…

  • Compromiso social de los diferentes profesionales de la salud: denuncia de actuaciones y situaciones que comprometen la salud de los individuos y de la sociedad (publicidad engañosa para la salud, contaminaciones medioambientales…).

En segundo término estarían las medidas que hoy ocupan el primer lugar en la prevención:

  • Chequeos médicos y diagnóstico precoz, nos dicen cuando se inicia la enfermedad, por lo que en realidad no son una verdadera prevención.
  • Vacunación selectiva de la población, valorando riesgos y efectos secundarios.

Segundo: recuperar la salud

Cuando la salud se ha perdido es necesario recurrir al tratamiento sin descuidar la prevención. Sería adecuado:           

  • En primer lugar, utilizar remedios no agresivos y que estimulen los propios mecanismos de homeostasis o autorregulación del paciente. Remedios que ayuden a la normalización de las funciones y no a mejorar síntomas en un órgano (aspirina en cefaleas) para empeorar otro (gastritis), y que busquen las causas del problema: remedios homeopáticos, de la medicina tradicional china (acupuntura, dieta, fitoterapia…), de la medicina naturista (dieta, fitoterapia, hidroterapia, helioterapia, técnicas psicocorporales…), o remedios que utiliza la medicina alopática de forma no supresiva como la psicoterapia y la fisioterapia por ejemplo.

–  Aplicar en segundo término, cuando la respuesta del paciente a los remedios citados no sea suficiente y necesite una ayuda externa, medicamentos o drogas con los menores efectos secundarios posibles, y en la dosis y durante el tiempo mínimo necesario; situación que se facilitará manteniendo y no abandonando los tratamientos no agresivos.

– Recomendar, cuando fracasen las anteriores medidas y corra peligro la vida del paciente, todos los recursos que estén a nuestro alcance, aunque tengan importantes efectos secundarios (corticoides, radioterapia, cirugía…), siempre y cuando no sea mayor el daño provocado (disminución de la calidad de vida, afectación orgánica grave no reversible…) que el que se intenta superar. Es importante mantener los otros tratamientos porque hacen disminuir estos efectos secundarios (vómitos y astenia en quimioterapia por ejemplo). 

–  En problemas considerados incurables, o de difícil curación, debería trabajarse en equipo y de forma pluridisciplinar (óncologo, médico naturista, homeópata, medicina tradicional china, psicólogo, terapeutas, enfermeras…).

–  En último término lo adecuado sería ayudar al paciente moribundo o terminal a aceptar y afrontar la muerte como un hecho natural y acompañarlo en este proceso, mejorando en lo posible su calidad de vida, y colaborando con él en una muerte digna. Como decía Gregorio Marañón: “curar a veces, aliviar otras tantas, consolar siempre”.

Tercero: mantener la salud

Es ésta también una función de la medicina que habitualmente se olvida. Para hacerla viable convendría:

  • Ejercer la función educativa del médico en la propia consulta terapéutica. En general, en las denominadas medicinas no convencionales o complementarias, todo tratamiento es al mismo tiempo curativo y ayuda a mantener la salud, por lo que comporta de normalizar las funciones del organismo y de corrección de hábitos.

– Practicar controles periódicos para resolver dudas y revisar hábitos.

Recordemos que la misión del médico es básicamente educativa, puesto que él no cura, sino que es la propia naturaleza del individuo, la sabiduría o inteligencia interna que mantiene el increíble equilibrio del organismo, la que cura. El profesional debe procurar enseñar a su enfermo a ser autosuficiente en salud y no sólo ayudarlo en su curación, ya que su objetivo fundamental es que se mantenga sano.

Una medicina más humanizada

La concepción vertical de la medicina, en la que el profesional de la salud ordena y el paciente obedece, debe dar paso a una visión más horizontal en la que la relación sanitario-paciente se fundamente en la confianza mutua y en el intercambio de información y opiniones entre ambas personas. En la era de la psico-neuro-inmunología, cuando no sólo se reconoce sino que se intenta explicar fisiológicamente la influencia de la mente sobre el estado de salud y la recuperación de las enfermedades, ya nadie duda de que el simple hecho de saber escuchar y comunicarse con el paciente puede ser muchas veces más terapéutico que la mejor medicación. Esta posibilidad de diálogo que se daba más a menudo en el pasado, básicamente en las pequeñas comunidades, cuando el médico y el enfermo estaban mucho más cerca y tenían una relación mucho más directa, parece haberse perdido con la centralización y masificación de la sanidad en grandes centros hospitalarios. La Administración, consciente de esta problemática, está intentando enmendar parcialmente el error con la puesta en marcha de los Centros de Atención Primaria (CAPS) que se ubican en los diferentes barrios de las ciudades. El problema es que falta el tiempo necesario para conocer y comunicarse con el paciente.

Hospitales: verdaderos centros de salud

– La ubicación ideal de una clínica u hospital es en plena naturaleza. Un edificio desde donde la simple vista del paisaje levante el ánimo, con jardines que permitan pasear descalzo sobre el césped y tomar baños de luz y de sol, o sentir la vitalizante energía del agua que cae sobre el estanque y que se desliza hacia el arroyo donde poder refrescarse los pies. Los pacientes, lógicamente cada uno según sus capacidades, y con la supervisión del personal sanitario, han de realizar en este lúdico lugar las actividades que sean más convenientes para su problema. Todo esto es terapia.

Parte de los “tiempos muertos”, en que el paciente está “aparcado”, puede emplearse en aprender a comer bien, a respirar mejor, a resolver conflictos de relación… Ya existen clínicas, fuera de nuestro país, donde se aprovecha la estancia del enfermo para realizar cursos de cocina sana, de yoga, de psicoterapia en grupo… o charlas educativas sobre temas de interés general: “como controlar el estrés”, “errores más frecuentes en la dieta”…

Siempre me ha llamado la atención la poca importancia que se le da a la alimentación de los enfermos ingresados. Las dietas suelen estar estandarizadas, sin tener en cuenta la patología de cada paciente. La calidad de los alimentos apenas se valora y casi todo lo que se consume es congelado, envasado, refinado, con aditivos y conservantes, y por supuesto sin importar su procedencia (suelen ser de cultivo intensivo, con abonos químicos y pesticidas). Tal es el desinterés que he llegado a recomendar un zumo natural para un paciente ingresado que salía de una huelga de hambre, y han tenido que ir a comprar una licuadora porque no la tenían en un hospital de más de cuatrocientas camas; e igual sucedió con la miel. Es de esperar que un centro que no se preocupa por lo que comen sus enfermos, no tenga inquietudes para enseñarles a comer bien. Creo que es algo que urgentemente se debe corregir.

Pero para que un hospital sea un centro de salud, más que un lugar en el que sólo se traten enfermedades, es necesario que el equipo de profesionales, además de ser pluridisciplinar, entienda que su objetivo es aprovechar la estancia del paciente para ayudarle a mejorar su calidad de vida, aportándole la información y los cuidados necesarios para su equilibrio, tanto a nivel físico, como mental o espiritual.

El médico, además de intentar resolver la molestia o el problema orgánico, debe descubrir las otras demandas o carencias del enfermo; el personal de enfermería además de su función técnica de dar la medicación o de toma de constantes, ha de mantener el contacto directo con el paciente, ayudándole en sus actividades terapéuticas y aplicándole medidas de ayuda como la reflejoterapia, el drenaje linfático…; los psicólogos han de colaborar con su apoyo a resolver los conflictos que aparecen en la vertiente emocional y sentimental de la persona; los dietistas han de individualizar los menús y velar por la calidad de los alimentos… Y todos ellos han de ser al mismo tiempo verdaderos educadores, haciendo que la estancia en el hospital, acompañada habitualmente de resignación y conformismo, sea un aprendizaje para la propia vida, convirtiéndola en una fuente de vitalidad y optimismo. Sin duda este es el camino más corto para evitar recaídas y mejorar la salud de la población.

¿Sanidad pública o privada?

La sanidad pública garantiza la asistencia sanitaria universal, a todo el mundo. Sin embargo sufre una grave masificación y las colas y listas de espera están a la orden del día, puesto que ante una población que envejece el gasto sanitario se incrementa mientras que las aportaciones disminuyen.

La sanidad privada ofrece, especialmente a nivel ambulatorio, una mayor dedicación al enfermo, y más rapidez y variedad de servicios, incluidos los no convencionales, pero no llega a todo el mundo.

Las mutuas facilitan ese acceso a la mayor parte de la población, siendo la opción de “reembolso de gastos” la ideal para el profesional y el paciente.

Quizás lo preferible sería una propuesta mixta en la que el Estado siguiera reteniendo una parte al trabajador, no superior a la actual, pero con la opción de que éste pudiera decidir donde invertirla: en la red estatal de la Seguridad Social, o en las diversas opciones mutualistas privadas. Una parte de esta retención obligatoria iría destinada a un fondo de solidaridad para los no cotizantes, fueran familiares o no. Económica y sanitariamente esta propuesta es a largo plazo la más viable, aunque la mejor apuesta pasaría por una Sanidad que invirtiese más en prevención y educación en salud, ya desde la escuela.

Alternativas individuales. ¿Qué puedo hacer por mi salud?

Es imprescindible tener la conciencia, tal como hemos explicado, de que nuestra salud depende de diferentes factores: unos, fruto de nuestra relación como comunidad con el medio ambiente y de nuestro tipo de organización social, otros, relacionados con nuestros hábitos personales. Aunque es difícil incidir en los primeros de forma directa si que es importante ser conscientes de ellos y tener criterio propio para influir o participar en la toma de decisiones colectivas que nos conduzcan hacia un mundo diferente.

En cuanto a los hábitos personales tenemos el pleno poder de escogerlos. No es conveniente esperar a tener una enfermedad grave para introducir cambios saludables en ellos. Hemos de incorporar de forma progresiva en nuestra vida cotidiana aquellos pequeños detalles que nos ayudan a tratarnos mejor.

Aunque la persona es una unidad, y cuerpo mente y espíritu forman un conjunto, para una más fácil comprensión vamos a hacer propuestas por separado.

Propuestas para cuidar nuestro cuerpo

– La higiene diaria forma parte del cuidado de nuestro cuerpo. Unos buenos estiramientos al despertarnos de todas las articulaciones y extremidades (desperezarse), acompañados de los bostezos pertinentes y una ducha matinal finalizada con agua fría nos ayudan a empezar el día con vitalidad. No es conveniente olvidarse de la higiene dental.

– En el vestir, desde el punto de vista higiénico, conviene evitar las fibras sintéticas, pues además de producir alergias en algunas personas, almacenan gran cantidad de electricidad estática (el típico chisporroteo que ocurre al quitarnos estas prendas). En lo posible es aconsejable utilizar prendas de fibras naturales (algodón, lino, lana…). Esto es válido sobretodo para la ropa interior, la que está en contacto directo con la piel, para lo que se preferirán las prendas de algodón.

En invierno se requiere ropa que mantenga el calor ya que su pérdida supone una fuga de energía y un desgaste nervioso que puede abrir además la puerta a diversos trastornos. El tejido que retiene más aire entre sus mallas es el que conserva más la temperará orgánica, ya que el aire es mal conductor del calor. Utilizaremos pues en invierno ropa más gruesa, tejidos aireados y porosos como la lana en lugar de mallas apretadas.

En verano los tejidos sueltos, livianos y de colores claros, permiten contrarrestar los efectos del calor.

– El calzado ideal  ha de ser holgado y no ha de obligar a los dedos. Es decir los dedos del pie han de estar completamente libres dentro del calzado para evitar dolorosas molestias y deformaciones. La suela debe ser flexible y el talón bastante plano para permitir el movimiento de bajada del pie. Tacones altos pueden deformar la columna y producir importantes dolores dorsales, lumbares e incluso cervicales.

El material es preferible que sea orgánico (tela, piel y cuero en lugar de goma), ya que la goma aísla más al pie del suelo y además no le deja transpirar, lo que sobretodo en verano hace macerar el pie en su propia humedad y favorece las infecciones por hongos. En verano el mejor calzado serán las sandalias, las alpargatas o zapatos de rejilla con suficiente ventilación y en invierno botas o zapatos anchos y cómodos, llevando debajo unos gruesos calcetines para evitar siempre que se enfríen los pies.

– La dieta conviene que sea equilibrada: no comer en exceso ni demasiado poco. La mayor causa de mortalidad hoy en día se debe a la sobrealimentación (cardiopatía, cáncer, arteriosclerosis, diabetes, obesidad…). Hay que evitar el abuso de grasa y proteína animal, de sal y azúcar refinado, y aumentar el consumo de frutas y verduras ricas en fibra, vitaminas y minerales. Lo ideal es procurar que los alimentos sean de producción ecológica.

Es recomendable comer diariamente abundantes frutas, verduras, cereales integrales y frutos secos. Hay que controlar el consumo de carnes, pescados, huevos y productos lácteos, no tomando más de dos o tres veces a la semana cada uno de ellos. Deben evitarse en las comidas los alimentos refinados, las vísceras, los mariscos y embutidos.

– Es bueno beber suficiente agua fuera de las comidas (ni durante, ni inmediatamente después de comer), para no diluir los jugos gástricos ni arrastrar el contenido del estómago sin digerir todavía a los intestinos. Lo adecuado, según la dieta y la época del año, es beber de uno (en invierno), a uno y medio o dos litros (en verano) de agua diarios. El agua nutre los tejidos y arrastra las toxinas hacia el exterior a través de la orina y el sudor.

– Los hábitos tóxicos han de evitarse. Tabaco, alcohol, café, bebidas edulcoradas… han de convertirse en la excepción y no en la dependencia diaria, ya que todos ellos hacen trabajar en exceso los órganos de eliminación del cuerpo, entre los que se encuentra el hígado como el más afectado. Además, muchos de ellos, producen secuelas sobre el sistema nervioso, aparato respiratorio, sistema inmunitario…

– Es conveniente practicar diariamente una actividad física para fortalecer nuestro organismo y descargar tensiones. Sería ideal practicarla al aire libre si es posible. El paseo, el cuidado del huerto o del jardín, el yoga, el tai-chi… son buenas opciones. Es fundamental aprender a respirar bien. La respiración completa o abdominal aumenta nuestro rendimiento y nuestra resistencia física.

– Con la actividad diaria el cuerpo consume energía y sufre un desgaste que intenta reparar durante las horas de descanso. Dormir un promedio de ocho horas diarias es lo recomendable. Los niños han de dormir un poco más. Ser regular en los horarios de comida y descanso facilita el orden y el equilibrio del organismo.

Propuestas para intentar mantener la mente sana

– Nuestra mente se nutre de la información que reciben nuestros sentidos. La lectura, la visión de un paisaje… (vista), las conversaciones, la música, el cine, el teatro…(vista y oído), el perfume de las flores, de la tierra húmeda, de la fruta madura…(olfato), el abrazo, la caricia…(tacto), la comida (gusto), son sensaciones que nos gratifican. Otras muchas sensaciones que vivimos a diario nos desequilibran.

– Es necesario un tiempo para el ocio, encontrar espacio durante el día para uno mismo. Disfrutar de una afición como leer, escribir, pintar… ayuda a nuestra realización personal.

– Las discusiones, los conflictos sin solucionar, el rencor, el odio…, son situaciones que nos llenan una mochila muy difícil de llevar. La carencia de formación en este sentido nos hace muy frágiles a los contratiempos.  Cualquier trabajo de crecimiento personal debe ser siempre bienvenido.

– Hemos de aprender a compartir, a recibir ayuda y a darla; a escuchar y a hablar. Hay que ejercer la solidaridad y la flexibilidad mental. Ser tolerante con la opinión de los demás y desarrollar el sentido del humor es imprescindible para mantener nuestra salud física y psíquica.

– El lugar donde vivimos, y el trabajo que realizamos, son circunstancias que no son totalmente ajenas a nuestra voluntad, al igual que la distribución del tiempo de que disponemos, y sin embargo son factores muy importantes de salud. Saber manejar y gestionar bien las posibilidades que tenemos, igual que saber distinguir entre lo que son medios de los que nos dotamos (el dinero es un medio para obtener cosas pero no un fin en sí mismo) de lo que son los fines que perseguimos en esta vida (realización personal), son la clave para tener una buena salud mental.

Propuestas para alimentar el espíritu

Una persona difícilmente se puede sentir sana y feliz sino tiene quien la quiera. El amor y la afectividad son ingredientes imprescindibles para sentirnos completos. El amor, la atracción, es la energía que mueve las cosas. Es la fuerza que mantiene el orden en el universo. El amor es el sentimiento que permite aceptar los errores de los demás y que hace posible que los demás nos acepten como somos. Es el sentimiento que nos permite mirar a nuestro alrededor y ver que no estamos solos, que formamos parte de una Unidad, que nuestra evolución personal va unida a la evolución de todo lo que nos rodea. Es el sentimiento que nos hace hermanos de la flor, del agua o del pájaro, y que al mirar el cielo estrellado nos hace sentir el pálpito de la vida en nuestro interior. Es el sentimiento que nos puede ayudar a entender que la supervivencia y la salud del medio en que vivimos es nuestra propia supervivencia y salud. Decía Godin: “Ahora y siempre, conservar, desarrollar y equilibrar la vida en ti y alrededor de ti, para tus semejantes como para tu persona, será la ley suprema, y todos tus actos te serán útiles en la vida, según si ellos han tenido algún valor para la vida misma”.

Pedro Ródenas López (Médico Naturista)

NOTA:

Este texto corresponde al artículo publicado por Pedro Ródenas con el mismo título en la revista The Ecologist  nº 34 (julio 2008).

La importancia de la alimentación en la salud

importancia de la dieta vegetariana

Criterio naturista y dietética: características generales

La dieta vegetariana

Pedro Ródenas López (Médico Naturista)

¿EN QUÉ CONSISTE ALIMENTARSE?

Alimentarse es influir en un ecosistema externo para mantener nuestro propio ecosistema. Es incorporar sustancias (energía) del medio que nos rodea a nuestro organismo. Comer es un acto de comunión con el entorno que puede hacerse desde la prepotencia o desde el respeto. Podemos pensar que todo lo que crece en nuestro planeta esta a nuestra disposición sin límite, o que podemos nutrirnos respetando y favoreciendo al máximo la vida a nuestro alrededor. Incluso podemos creer que con nuestra intervención (procesado, refinado, abonos y piensos químicos, alimentos transgénicos…) podemos mejorar el alimento que la naturaleza nos ha dado.

Como vemos, el acto de alimentarse va más allá de sentarnos en la mesa; se prolonga y se funde con una actitud ante la vida: ¿Nos inclinamos ante la visión analítica y parcializada de la realidad que representa la nueva ciencia, o nos aferramos a la cosmovisión, o visión sistémica e integral, de los antiguos filósofos mediterráneos, de las culturas orientales, de los indios americanos…? ¿Hemos de esperar que la ciencia vaya descubriendo los nutrientes necesarios (las vitaminas a principios del siglo XX, los bioflavonoides y antioxidantes a finales del siglo XX…) para conocer cuál es la dieta adecuada, o hemos de entender que en los alimentos tal como nos los brinda la naturaleza ya están presentes, en la proporción y energía potencial adecuada, los nutrientes conocidos y los todavía desconocidos?

Basta conocer la complejidad y eficacia de los procesos metabólicos que mantienen el equilibrio o la homeostasis en nuestro organismo, para no dudar de la sabiduría de la energía que todo lo mueve. Tenemos que alimentarnos cada día y no podemos esperar. En realidad, llevamos miles de años alimentándonos, incluso antes de que naciera la ciencia. Sinceramente creo que la ciencia es un muy buen instrumento para ir confirmando lo que la naturaleza nos dicta.

DIETA EQUILIBRADA

De pequeños comemos lo que nos ponen en la mesa, y de adultos lo que nos apetece. Esta claro, en general, dedicamos poco tiempo a reflexionar sobre la dieta.

¿Qué nos dice la naturaleza?

  • Que los alimentos adecuados para el ser humano están sobre nuestro planeta desde que el hombre existe. Seria impensable creer que aparecimos antes que nuestro sustento.
  • Que los únicos seres vivos capaces de transformar la energía lumínica del sol en la energía química de los alimentos son los vegetales, a través de la fotosíntesis. Todo lo necesario para la vida está en el mundo vegetal (los productores), y los animales obtienen su energía a partir de éste (ver pirámide alimentaria). La vitamina B12 la producen bacterias y la vitamina D es la única que el ser humano puede obtener directamente del sol.
  • Que nuestro metabolismo está diseñado para aprovechar los alimentos al máximo, en las condiciones en que nos los entrega la propia naturaleza; es decir, completos (integrales) y crudos. El fuego es un invento posterior que puede facilitar la ingestión de otros alimentos que no podríamos incorporar crudos.
  • Que hay mecanismos que mantienen un equilibrio u homeostasis en nuestro ecosistema exterior, del cual dependemos, y por lo tanto conseguir y producir alimentos respetándolos es una garantía de supervivencia.
  • Que cuanto más cerca estamos de la fuente de energía (el sol) más ordenada es ésta, más vitalidad tiene un alimento. Un alimento crudo, sin procesar, siempre tiene más vitalidad que un alimento cocinado o procesado. Una semilla cruda puede germinar, crecer y multiplicarse eternamente; una semilla cocinada está muerta, no puede crecer ni multiplicarse.
  • Que cuantas más transformaciones recibe un alimento, más energía se pierde en el proceso. Esto se entiende perfectamente por la ley del “diezmo ecológico” de Hardin: El contenido total de energía en cada nivel trófico- cada piso de la pirámide de alimentos- es solo alrededor de una décima parte del que tiene el nivel que le precede”

Resumiendo, podemos interpretar que nuestra dieta debe incluir básicamente alimentos completos, integrales, poco elaborados, producidos de forma biológica o ecológica, y fundamentalmente crudos. Todo ello con el objetivo de obtener la máxima cantidad de energía con el mínimo gasto energético, con la calidad necesaria, y sin agredir al medio que nos nutre.

¿Qué nos dice la ciencia?

La ciencia ha intentado siempre cuantificar lo que nos rodea, y aunque existen cosas que todavía no puede medir directamente, como la vitalidad de los alimentos, sí que ha demostrado que los nutrientes de síntesis (vitaminas), o fuera de su contexto (antioxidantes), no tienen los mismos resultados positivos que cuando están integrados en el alimento, donde recibe el efecto sinérgico del resto de sus componentes.

Desde el punto de vista nutricional, valorar la composición de los alimentos nos es útil. Orientativamente también nos sirve, al margen de los criterios de cualidad que acabamos de destacar, para construir una dieta equilibrada.

Se considera una dieta equilibrada la que aporta un 12-15% de proteínas, un 50-60% de hidratos de carbono, un 25-30% de grasas, un 1-2% de vitaminas y minerales, 30-50 g de fibra, y dos litros y medio de agua diarios aportados por la bebida y los propios alimentos. Las necesidades de cada aminoácido que componen las proteínas, de cada tipo de grasa, de cada uno de los minerales y oligoelementos, de las vitaminas…también han sido cuantificadas. Además, estas cifras se modifican en cada etapa de la vida (infancia, pubertad, embarazo, madurez y vejez) lo que complica todavía más el cálculo de una dieta teóricamente ideal.

¿Y qué nos dice la práctica?

La práctica nos dice que hemos de unir cualidad y cantidad en los alimentos. Hemos de tener tanto en cuenta su integridad (que esté completo), su vitalidad, su procedencia, su forma de producción, conservación y consumo (crudo o cocinado), como su composición nutricional.

La experiencia también nos dice que el cuerpo es mucho más inteligente de lo que alcanzamos a comprender. Los mecanismos de homeostasis o autorregulación interna, los que procuran mantenernos sanos a pesar nuestro, son capaces de absorber, según sus necesidades, más o menos cantidad de un mismo nutriente con el mismo aporte. Esto ocurre constantemente en nuestro organismo con el calcio, el hierro, el yodo, etc. en los distintos periodos de la vida. También es capaz de convertir unos nutrientes en otros; hidratos de carbono en grasas, por ejemplo. Puede almacenar nutrientes y utilizarlos cuando los necesita, y puede fabricarlos cuando no los tiene a partir de su flora microbiana biosintética, etc.

En líneas generales el acto de comer no se ha de convertir en una jungla de números y datos. Llevamos siglos comiendo y desconociendo estas cifras. Ahora que hay dietistas que las conocen podemos utilizar este conocimiento para aconsejar una dieta sana y equilibrada.

LAS DIFERENTES DIETAS

La dieta omnívora es la más extendida, en ella se incluyen todo tipo de alimentos, vegetales y animales. Es la dieta que tiene mayor impacto negativo sobre el medio que le rodea debido al alto consumo de recursos que utiliza. La dieta ovo-lácto-vegetariana, comúnmente denominada vegetariana, incluye toda clase de vegetales además de huevos, leche y derivados lácteos. Existen variaciones, según se eliminen huevos o productos lácteos. Tiene un menor impacto medioambiental, puesto que consume menos recursos al utilizar alimentos que están al inicio de la cadena alimentaria. Sólo hay que pensar que para producir un kilo de proteína animal se han de consumir a veces hasta veinte kilos de proteína vegetal, que podrían nutrir directamente a varias personas con el ahorro energético y económico que esto significa. Vegetalianos (hoy llamados veganos), son aquellos que sólo comen alimentos vegetales (hoy en día también se habla de “Dieta basada en vegetales”), y no incluyen ningún producto ni derivado animal en su dieta, con lo que se alimentan sin sacrificar animales igual que los vegetarianos, pero además tampoco los “utilizan” para conseguir sus productos. Es más, hay miembros de este colectivo, los veganos, que tampoco hacen servir utensilios, ropas productos o calzado, que procedan de la explotación de animales. La dieta macrobiótica divide a los alimentos en yin y yang, y según este criterio establece su consumo para lograr el equilibrio a través de siete niveles. En los primeros estadios se consume pescado y carne de ave además de una proporción importante de cereales, llegando al consumo casi exclusivo de cereales y algo de líquido en el séptimo nivel. En la dieta frugívora, sólo se incluyen frutos y semillas, aquellos alimentos que su cosecha no causa la destrucción de la planta (tomates, legumbres, cereales como el maíz, frutas frescas, frutos secos dulces y oleaginosos…), sino más bien al contrario, puesto que en algunos (tomate, sandía) al consumirlos, sus semillas se esparcen facilitando su reproducción.

Desde un punto de vista nutritivo todas estas dietas, bien equilibradas, son completas, exceptuando quizás los últimos niveles de la dieta macrobiótica. Según los dietistas, cuanto más restrictiva es la dieta, mayor conocimiento de los elementos nutricionales se exige al que la practica para evitar problemas carenciales. Por eso cuando alguien comenta que sigue una alimentación vegetariana, los médicos o dietistas informados, ya no le dicen que es una dieta desequilibrada, pero sí insisten en que han de vigilar mucho lo que comen y la frecuencia con que lo hacen, ya que podrían enfermar.

Y siendo ésta una buena recomendación, lo curioso y paradójico del caso es que esos mismos profesionales de la nutrición no se plantean, ni se preocupan de aconsejar, ni exigen los mismos conocimientos, a quienes siguen una alimentación omnívora, digamos “normal”, cuando es de sobras conocido que hoy en día, en el mundo “desarrollado”, exceptuando los accidentes, la mayor causa de mortalidad (cardiopatías, cáncer, hipertensión…) está relacionada con los errores en la dieta “normal”, fundamentalmente por el exceso de nutrientes de origen animal y de productos refinados.

Es decir, se sobrevalora el riesgo de dietas más restrictivas mientras no se considera el de la dieta habitual, cuando en realidad es la que produce más estragos en la sociedad en que vivimos. Hay que aprender a comer bien, equilibradamente, se siga la dieta que se siga.

¿CUÁL ES LA DIETA IDEAL?

Existe un interés en la sociedad y en la ciencia por averiguar cuál es la dieta ideal para el hombre.Es evidente que el ser humano no puede estar pendiente de los últimos descubrimientos de la ciencia analítica para conocer lo que debe comer. De ser así estaríamos diciendo que el resto de los seres vivos de nuestro planeta no siguen una dieta adecuada porque son irracionales. No olvidemos que para la ciencia las vitaminas, los antioxidantes y los bioflavonoides, componentes casi milagrosos de los alimentos, no existían hasta que se descubrieron; y sin embargo estaban ya ahí, como los que todavía están por descubrir. Además, hay muchos parámetros de un alimento que no se pueden medir, como su vitalidad.

Está claro que la alimentación apropiada para el hombre existe desde que éste está sobre la tierra. Sería absurdo pensar que fuimos “diseñados” antes que nuestro alimento.  Por lo tanto, una visión global del ser humano integrado en su entorno nos dirá en primer lugar que los alimentos se han de consumir completos, integrales, de la misma manera que nos los sirve la naturaleza; y de estos hemos de ver los que, por nuestra constitución, nuestra fisiología y nuestros sentimientos, nos corresponden.

Cuestiones antropológicas

Cuando aparecen nuestros primeros antepasados nuestro planeta era un gigantesco vergel donde el alimento estaba al alcance de la mano. Aunque en la actualidad hay polémica al respecto, uno de los últimos estudios sobre el descubrimiento como uno de los precursores más antiguos del hombre del “australopithecus ramidus”, aporta como interés su dieta a base de hojas y frutas, dando la razón a la lógica de Thomas Henry Huxley cuando decía que “el hombre fue primero que el hacha y que el fuego, luego el hombre primitivo no pudo ser nunca cazador ni carnívoro”. La antropología dice que posteriormente, en un largo periodo seco en la tierra, aparecieron las sabanas o estepas y el hombre tuvo que alimentarse de cereales y protegerse de los animales depredadores. Fue más tarde cuando apareció el hombre cazador, que tuvo que desarrollar su agresividad para poder matar a sus presas y también como recurso de supervivencia en las glaciaciones.

Cuestiones anatómicas

Si recurrimos a la anatomía comparada veremos que, aunque hayan pasado algunos millones de años, estructuralmente la fisiología o constitución del ser humano todavía está adaptada a una dieta no carnívora. Nuestro punto de referencia son los actuales primates superiores que se alimentan fundamentalmente de frutas y raíces.

La longitud del intestino, la acidez de los jugos digestivos, la dentadura y el tipo de masticación del ser humano nos dicen claramente que nuestro organismo no está diseñado para desgarrar, y digerir la carne. Incluso nuestras características para capturar el alimento, manos con dedos prensiles, con uñas planas, sin garras, nos recuerdan nuestro pasado frugívoro.

Cuestiones ecológicas

Las mismas tierras que se dedican al ganado alimentarían de ocho a diez personas más si se dedicaran a la agricultura, puesto que la obtención de la proteína vegetal es mucho más barata y ocasiona menos gasto energético que la de la proteína animal. No olvidemos que el animal debe comer, además de para obtener energía, para desplazarse y para hacer todas sus funciones, de forma que sólo aprovecha un 10% de la que obtiene para incorporarla a su propio organismo.

El comer abundantemente crudo, al evitar el fuego, reduce también un importante gasto energético.

Cuestiones sociales

La agresividad y la violencia se incrementa mientras se considere que el hombre puede seguir matando por gusto, ya que no necesita comer carne para alimentarse. ¿Cuántas personas prescindirían de la carne si ellas mismas tuvieran que sacrificar los animales que comen? Esto demuestra que existe algo dentro nuestro (quizás la capacidad de compadecerse de los demás seres vivos, fruto de nuestra evolución como personas) que nos recuerda nuestro origen no carnívoro. Los carnívoros se abalanzan sobre sus presas, las destrozan con sus dientes y se las comen crudas. Si cualquier persona, y ya no digo niño que esta más próximo a nuestros instintos, se comportara de este modo nos ofendería en nuestros sentimientos. Por esta empatía con los seres vivos, quien respeta a los animales es más fácil que respete a las personas.

Cuestiones éticas

¿Es ético tener durante toda su vida a un animal enjaulado en un espacio que no le permite ni andar, con la luz encendida las 24 horas para que no distinga el día de la noche y pueda comer continuamente y engordarse rápidamente, con el único fin de que se convierta en una pechuga para nuestro plato? ¿Es lícito matar a otros seres vivos cuando su muerte resulta innecesaria? Es cierto que hay quien dirá que también se matan las lechugas, pero hay que reconocer que la diferencia es abismal en cuanto a la agresividad y al daño que hacemos. La dieta realmente ética, la que nos permite vivir sin quitar ningún tipo de vida, es la frugívora, puesto que los frutos son la ofrenda que los vegetales nos hacen conservando su propia vida. Así se puede hacer realidad la frase de Buda que dice: “Comed para satisfacer vuestra hambre y bebed para saciar vuestra sed. Satisfaced las necesidades de vuestra vida como la abeja que liba las flores sin destruirlas ni quitarles su perfume”

Cuestiones filosóficas

¿Existiría plan más perfecto para la continuidad de la vida humana y del planeta en que vivimos que la dieta que parece estar diseñada para nosotros, la que tiene mayor colorido y aroma, la que apenas necesita preparación para hacerla comestible, la que es más económica y ecológica puesto que consume menos recursos naturales y, además, la que nos permite vivir sin destruir a ningún ser vivo, fuera al mismo tiempo la dieta más saludable? Este plan permitiría que en la medida que uno respetase su entorno se mejorara a sí mismo, y en la mesura que agrediera al medio en que vive se autodestruyera. ¿Cabría una estrategia más solidaria y de mayor satisfacción personal para la coevolución de los que compartimos este planeta?

Cuestiones clínicas o de salud

Los estudios más recientes sobre alimentación van confirmando las bondades de los alimentos de origen vegetal sobre los de origen animal. Todo el mundo habla de la dieta mediterránea, fundamentalmente hortícola, como una de las más sanas. Todas las dietas que se recomiendan para prevenir y tratar el cáncer están basadas en el consumo abundante de fruta, verdura y cereales integrales. Los estudios epidemiológicos dicen que los vegetarianos tienen un 40% menos de posibilidades de padecer cáncer o enfermedades del corazón. El descubrimiento de los antioxidantes, los bioflavonoides… nos habla de lo saludables que son los vegetales y frutos de las plantas. No parece pues del todo incierta la hipótesis de que cuando más nos acercamos a la alimentación vegetariana-frugívora, más saludable es la dieta.

Cuestiones nutricionales

Para acabar de confirmar esta idea creo que es interesante volver a situar al ser humano en relación con su entorno. Veremos que al igual que existe una homeostasis o mecanismo de autorregulación que mantiene el equilibrio en nuestro interior, también está escrito este mensaje en nuestro exterior.

            ¿Por qué está tan limitada la absorción de hierro vegetal en relación con el hierro de origen animal? Sencillamente, porque hay tanto hierro en el mundo vegetal que si se absorbiera en la misma proporción que el de origen animal nos intoxicaríamos rápidamente.

            ¿Por qué las frutas frescas y jugosas tienen tan pocas proteínas? Para evitar el exceso de proteínas que se daría al consumir la gran cantidad de hidratos de carbono y vitaminas que necesitamos y que se encuentran en las frutas.

            ¿Por qué muchas vitaminas se incorporan en forma de precursores como los betacarotenos y no en forma completa? Porque su riqueza y abundancia en la naturaleza necesita de un mecanismo que permita al organismo regular la cantidad que precisa.

            ¿Por qué las frutas y verduras tienen un porcentaje tan elevado de agua? Justamente porque necesitamos incorporar diariamente de dos a tres litros de este líquido elemento.

            ¿Por qué los cereales integrales impiden la absorción de una parte del calcio que consumimos? Por el mismo motivo que tenemos limitada la absorción de hierro: por su alta presencia en los alimentos que consumimos. Los problemas de osteoporosis son más problemas de fijación del calcio que de aporte.

Decididamente todo esto nos hace pensar que algunos inconvenientes que la dietética tradicional atribuye a la dieta vegetariana no son más que la expresión de la armonía que reina en la naturaleza y que hemos de aprender a interpretar.

Conclusión

Atendiendo a las características físicas, psíquicas y espirituales del ser humano, y teniendo en cuenta todo lo citado anteriormente, parece que de entre las distintas tendencias en la forma de alimentarse la dieta frugívora sería la más adecuada. Dadas las circunstancias actuales sociales y medioambientales, en esa búsqueda y retorno hacia la dieta ideal, la dieta ovoláctovegetariana o vegetariana y la dieta vegetaliana/vegana (basada en productos vegetales, sin derivados animales) son etapas de transición recomendables y totalmente viables hoy en día. Lógicamente cada uno conoce sus limitaciones personales, las de la sociedad en que vive, y la de los recursos que dispone en la zona que habita. Es decisión individual acercarse o alejarse de aquello que a uno le parece más o menos coherente.

En este caso la ciencia analítica sirve de instrumento para ir confirmando o modificando las conclusiones a las que llegamos a través de una visión sistémica, holística o integral de la realidad. Mientras tenemos un criterio coherente con el que alimentarnos.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA

AGUILAR M. La dieta vegetariana. Ediciones Temas de Hoy. 1990.

ALFONSO E. Curso de medicina natural en cuarenta lecciones. Ed. Kier. 1974.

T.COLIN CAMPBELL, THOMAS M. CAMPBELL. El Estudio de China. Editorial Sirio. 2011.

PAMPLONA J. Enciclopedia de los alimentos y su poder curativo. Ed. Safeliz. 1999.

RÓDENAS P. El Médico Naturista Opina. Ed. Océano. 2000.

SCHNEIDER E. La salud por la nutrición. Ed. Safeliz. 1986.

SEIGNALET, JEAN. La Alimentación, la 3ª Medicina. RBA. Libros. 2004.

SUSSMAN V. La alternativa vegetariana. Monográfico nº. 9 de la revista Integral. Ed. Integral. 1978.

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El contacto con la naturaleza como promoción de la salud y recurso terapéutico

PAISAJE

Artículo original publicado en la revista Medicina Naturista

RESUMEN

La mayor parte del tiempo evolutivo del ser humano se ha llevado a cabo en plena naturaleza. La adaptación y selección natural hicieron posible el diseño humano actual. El habitar en ciudades, fenómeno relativamente reciente, puede conllevar una serie de consecuencias negativas para la salud de sus habitantes, que puede compensarse en parte con la adopción de un estilo de vida sano y ciertas prácticas ancestrales.

El contacto con la naturaleza es una necesidad humana ya que lo llevamos en los genes. Existen diversas posibilidades para beneficiarse de un entorno favorable para contrarrestar los efectos negativos que conlleva la civilización actual, desde las zonas verdes de una ciudad (parques, jardines), hasta los espacios naturales (bosques, montaña, costa, etc.). La medida es sencilla, asequible, económica y su práctica regular se ha demostrado que contribuye a un mejor estado de salud.

Su implementación progresiva contribuiría a concienciar a niños, jóvenes y adultos de la importancia de la adopción de un estilo de vida sano y auto gestionarse la salud.

Palabras clave: contacto con la naturaleza, biofilia, baño de bosque, shinrin-yoku.

ABSTRACT

Most of the evolutionary time of the human being has been carried out in full nature. Adaptation and natural selection made possible the current human design.  Living in cities, a relatively recent phenomenon, can lead to a series of negative consequences for the health of its inhabitants, which can be compensated in part by the adoption of a healthy lifestyle and certainancestral practices.

Contact with nature is a human need since we carry it in our genes. There are several possibilities to benefit from a favorable environment to counteract the negative effects that current civilization entails, from the green areas of a city (parks, gardens), to natural spaces (forests, mountains, coast, etc.). The measure is simple, affordable, economical and its regular practice has been shown to contribute to a better state of health.

Its progressive implementation would contribute to raise awareness among children, youth and adults of the importance ofadopting a healthy lifestyle and self-managing health.

Keywords: contact with the nature, biophilia, forest bath, shinrin-yoku.

INTRODUCCIÓN

Instintivamente los animales tienden, en general, a vivir en la naturaleza desarrollando todo su ciclo vital en ella. Los animales salvajes nacen, viven y mueren en la naturaleza, constituye su medio natural. El ser humano ha vivido la mayor parte de tiempo evolutivo en contacto con la naturaleza. Con las grandes civilizaciones (mesopotámica, egipcia y griega) se establecen las primeras sociedades organizadas, hasta alcanzar la “polis” griega en los siglos que preceden el nacimiento de Cristo. Con la invasión romana se lleva la cultura griega a gran parte del mundo conocido hasta entonces. Los conocimientos griegos son “romanizados” y ejercen una influencia en siglos posteriores, atravesando el Atlántico e instaurándose en el nuevo continente.

Paralelamente, la cultura oriental siguió su curso destacando la civilización india, china, japonesa, etc., por sus conocimientos a varios niveles, como el médico.

Los primeros contactos entre Oriente y Occidente se llevaron a cabo ya en tiempos de Alejandro Magno y se materializaron con las rutas comerciales establecidas por europeos (Marco Polo, etc.) ya en el nuevo milenio.

Históricamente se considera la polis griega como el primer intento de ciudad organizada, tal como la entendemos hoy.

En la actualidad, un buen porcentaje de la población mundial vive en grandes ciudades, calculando los demógrafos que en 2050 el 80% de la población vivirá en estas.

Vivir en una ciudad tiene grandes ventajas (hospitales, farmacias, centros educativos, establecimientos comerciales, mayor posibilidad de encontrar empleo, etc.), pero también inconvenientes que, dependiendo del tamaño dela ciudad, pueden consistir en el empleo de gran parte del día en el transporte (al colegio, al trabajo, etc.), el ruido generado por el tráfico rodado y la actividad diaria, la contaminación atmosférica ocasionada por el uso de combustibles fósiles para el transporte, calefacción, etc., la contaminación electromagnética, el estrés que genera la actividad diaria, etc.

Si bien la ciudad no es el medio natural del ser humano, en los últimos milenios ha pasado a ser el medio más preferido para vivir para gran parte de la población mundial.

Según los estudios realizados, en general, tienen mejor salud las personas que viven en el campo que en las ciudades. Se ha establecido una relación también entre el estado de salud de las personas que viven en ciudades próximas a un paraje natural (bosque, costa marítima, montaña) o con abundancia de jardines y parques con gran masa arbórea, con los que viven en urbes distantes de estos medios, con peor salud para estos últimos.

La sensación de bienestar que se experimenta cuando se realiza alguna actividad en plena naturaleza, ya reflejada en los textos clásicos médicos griegos, es algo que todos hemos experimentado en alguna ocasión. En la higiene que proclama la Medicina naturista, el contacto con la naturaleza ha sido uno de los preceptos más preconizados, quizás influido por la filosofía rusoniana o con más ímpetu por la medicina naturista empírica centroeuropea de los siglos XVIII y XIX.

Actualmente varios estudios científicos de varias universidades de diversas partes del mundo, están desentrañando el mecanismo de acción y fundamento de los beneficios que aporta el contacto con la naturaleza, confines preventivos y curativos. Esta sencilla medida al alcance de casi todo el mundo, puede convertirse en una medida de primer orden para neutralizar el efecto negativo de vivir en grandes ciudades o restablecer la salud en aquellos que la han perdido, estos últimos asesorados por un experto en la materia.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En la Antigüedad Clásica griega ya a Aristóteles, como pensador peripatético, es posible que le gustara pasear por entornos naturales (1).

El Corpus Hippocraticum (2) menciona la fuerza curativa de la naturaleza (traducido al latín vis medicatrix naturae) como el proceso por el que espontáneamente se recupera la salud (en aquellas enfermedades que es posible), mejor si es guiado por el médico experto. Galeno de Pérgamo, médico que sirvió a los ejércitos romanos, partidario del hipocratismo, adquirió numerosos conocimientos que sirvieron de base a la medicina hasta bien entrada la Edad Media, con sus aciertos y errores.

La cultura árabe hizo numerosas aportaciones a la medicina y destacaron figuras importantes como Avicena, Averroes, etc. El judaísmo también contribuyó con figuras importantes como Maimónides.

Las ideas de Rousseau en el continente europeo sirvieron de base para crear la cultura de “vuelta a la naturaleza” que, aunque con críticas encontradas, justificó el movimiento centroeuropeo que inició la medicina naturista empírica, con figuras como Priesnitz, Rikli, Khune, Kneipp, etc. Después de numerosas vicisitudes, estos conocimientos fue posible que se incorporaran a la Universidad germana, creándose establecimientos sanitarios y cátedras de Medicina naturista, que funcionaron hasta la Segunda Guerra Mundial, siendo restablecidas después de la caída del Muro de Berlín.

La tradición milenaria japonesa, a través del sintoísmo y el budismo, considera el bosque como “reino de lo divino” (1). El shizen (naturaleza o naturalidad) constituye uno de los siete principios de la estética zen. Según este, todos estaríamos conectados a la naturaleza emocional, espiritual y físicamente (1).

La tradición cristiana, materializada en la figura de Jesús de Nazaret, está repleta de acontecimientos realizados en plena naturaleza.

Si hay algún país pionero en implementar a nivel global los beneficios que aporta el contacto con la naturaleza, este país es Japón.  En 1982 crearon un programa de “salud nacional” para practicar baños de bosque (shinrin-yoku) (1). Le siguieron países como Corea, China, Estados Unidos, Canadá, Dinamarca, etc.

El biólogo estadounidense E.O. Wilson ideó el término“biofilia” en 1984. Según este autor, “los humanos tenemos la necesidad biológica de conectar con la naturaleza”.  Se basó en el argumento de que “como hemos evolucionado en la naturaleza, tenemos una necesidad biológica de conectar con ella” (3).

En el editorial de la revista de Medicina Naturista de comienzos de 2014, habla de la relación entre Vis medicatrix naturae y biofilia (4) y, en el número siguiente, de la importancia que tiene el contacto con la naturaleza para el correcto desarrollo de los niños (5).

Hasta el año 2004 no se investigó a fondo el vínculo científico entre los bosques y la salud humana.

En el año 2006, la Agencia Forestal de Japón designó el Parque Natural de recreo de Akazawa como centro de terapia del bosque. Dispone de 8 rutas, un centro terapéutico y una consulta de medicina del bosque.  El hospital de referencia en Kiso ofrece revisiones de terapia del bosque (1).

CONSECUENCIAS DEL ALEJAMIENTO DE LA NATURALEZA

La medicina científico-técnica actual presta poca atención a la naturaleza, entendida esta como el medio natural con el que nos relacionamos. En Occidente se menosprecia y minusvalora el valor preventivo y curativo del contacto con la naturaleza en comparación con el arsenal de conocimientos dominante.

El vivir en grandes ciudades nos puede privar de la radiación ultravioleta, ya que es filtrada en parte por la capa de contaminación atmosférica que cubre esta gran parte del año. Al ser la fuente principal de vitamina D, puede explicar en parte los reducidos valores de esta vitamina que se viene observando en sangre en las últimas décadas, con las consecuencias que puede acarrear tanto en la edad infantil (6), adolescente (7), como adulta (8).

Hasta hace pocas décadas en la edad infantil se realizaban los juegos en la calle de las ciudades. Esta actividad se ha reducido prácticamente a los pueblos. Se ha pasado de una actividad física consistente en saltar, correr, trepar, etc., a estar delante de un dispositivo electrónico una cantidad considerable de tiempo, con el consiguiente sedentarismo. Este cambio de comportamiento conduce a una adaptación de la visión, con más tendencia a desarrollar miopía. El sedentarismo acompañante conduciría a mayor propensión al sobrepeso u obesidad por la reducción del gasto energético.

El trastorno por déficit de naturaleza (TDN) fue mencionado por Richar Louv, periodista estadounidense, en 2004, en su libro El último niño de los bosques(9). Aunque aún no figura en los libros de Patología, cada vez son más las publicaciones que hablan de él. En España ha sido estudiado por el catedrático de Psicología Ambiental de la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio Corraliza y su equipo (10). La clínica del TDN se recoge en la tabla nº 1.

Padecimientos como obesidad, asma, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y aumento del riesgo cardiovascular por déficit de vitamina D, entre otros, se han relacionado con el TDN como demuestra la literatura científica.

La tecnología de la comunicación e información (TIC) posee innegables ventajas en todos los órdenes, está integrada en nuestra vida y ha transformado el mundo de la comunicación e información. Su mal uso o abuso conlleva una serie de inconvenientes como el estrés y la adicción. Es el tecnoestrés, como lo denomina el psiquiatra estadounidense Craig Brod (11) y popularizado por el libro de Larry D. Rosen y Michelle M. Well, que definen el término como cualquier impacto negativo de la tecnología en las actitudes, pensamientos, comportamientos o la fisiología humana (12). En España ha sido estudiado el tema por el equipo WANT, de la Universidad Jaume I de Castellón (13) y puede que pase a formar parte de un nuevo riesgo laboral según un estudio de la Universitat Oberta de Catalunya (14).  Según el Instituto de Seguridad e Higiene en el Trabajo, el tipo de tecnoestrés más frecuente es la tecnoansiedad, seguido de la tecnofatiga y la tecnoadicción. Las consecuencias fisiopatológicas del tecnoestrés consisten en problemas cardiovasculares, digestivos, insomnio, tensión muscular, mareos, sudoración excesiva, alteraciones de la memoria y concentración, etc. A nivel social destacan el aislamiento y la dependencia de las TICs.

El hecho de andar con protección en los pies nos aísla e impide un intercambio adecuado de energías con la tierra.  Por eso es importante que andemos descalzos en medios naturales: sobre tierra, césped, lecho de un río,etc., con el fin de hacer fluir estas energías y contribuir a la salud. Esta opción es una actividad que se ofrece en las salidas al medio natural.

BENEFICIOS DEL BAÑO DE BOSQUE

Según la hipótesis de la biofilia, estamos condicionados genéticamente para que nos guste el mundo natural.

Como líneas más arriba queda reflejado, los pioneros en investigar los efectos beneficiosos del paseo por el bosque fueron los japoneses. Empíricamente habían observado que caminar por el bosque mejoraba el estado de ánimo y recargaba de energía.  En 2004 se creó en Japón el Grupo de Estudio de Terapia del Bosque y al año siguiente se llevó a cabo el primer estudio científico de esta serie, demostrando por primera vez que el baño de bosque potencia el sistema inmunitario, aumenta el nivel de energía, reduce la ansiedad, depresión e ira, reduce el estrés y hace posible un estado de relajación Iiyama, nombre del bosque de hayas donde se realizó el experimento, y que se convirtió en 2006 en el primer bosque japonés con certificado para realizar la terapia del bosque.

Uno de los mecanismos más estudiados para explicarlos efectos beneficiosos de los paseos por zonas frondosas es el de los fitoncidas, que son los aceites esenciales de muchas especies vegetales y que forman parte del sistema de defensa de las Coníferas, sistema de comunicación, etc.  El término fue introducido en 1928 por Boris P. Tokin, bioquímico ruso. Los principales componentes de los fitoncidas son los terpenos. En la tabla nº 2 se recogen los principales terpenos, su olor, algunas especies vegetales que los contienen, efecto y uso.

Alguno de estos terpenos se produce en Cannabis sativa, sobre todo en variedades seleccionadas, con sus consiguientes propiedades para la salud, siendo el argumento que esgrimen sus defensores.

Los estudios realizados sobre el efecto de los fitoncidas sobre la inmunidad han concluido que aumentan significativamente el recuento de células NK (linfocitosasesinos) y su actividad, potencia la actividad de las proteínas anti-cancerígenas (15), reduce las hormonas del estrés (16), aumenta las horas de sueño, disminuyen los marcadores de tensión-ansiedad, ira-hostilidad y fatiga-confusión, como se recoge en el estudio de 2010 (17).

Según los investigadores es suficiente darse un baño de bosque al mes para mantener elevada la actividad de las células NK. Si se pasea varias veces al mes se fortalece el sistema inmunitario, se incrementa el vigor, reduce los niveles de ansiedad, depresión, angustia y fatiga, y mejora el sistema cognitivo (17).

El profesor Roger Ulrich, de la Universidad de Texas, publicó en los años 80 del siglo XX, la influencia del entorno de los hospitales sobre la salud de los pacientes. Observó en su estudio que los pacientes quirúrgicos se recuperaban antes si su habitación tenía vista a una zona arbolada, en comparación a los que tenían un muro frente a la ventana (18).

Siguiendo esta línea de investigación, se han hecho estudios sobre el hábitat en las ciudades y relacionan un mejor estado de salud cuando los habitantes viven cerca de parques y jardines con abundante arbolado.

Otro fenómeno observado desde los años 50 del siglo XX y que contribuye a explicar los beneficios que aporta el contacto con la naturaleza, es la ionización del aire y su influencia sobre la salud. En las ciudades y espacios cerrados (oficinas, viviendas, etc.) abundan los iones con carga positiva, ya que son generados por la actividad humana y se asocian a malestar, incomodidad y a determinadas patologías. Sin embargo, en los medios naturales como bosques, ríos, arroyos, cascadas, etc., abundan los iones negativos con efectos refrescantes y revitalizantes, con aumento de la claridad mental y el bienestar (19).

IMPLEMENTACIÓN DEL CONTACTO CON LA NATURALEZA

Dentro de las opciones delas que disponemos para beneficiarnos del contacto con la naturaleza, se barajan dos posibilidades: pasear por zonas con abundante frondosidad en ciudades (parques, jardines,etc.) o realizar una salida a un ámbito lo más natural posible, como una zona boscosa, montaña, lago, playa, etc. Cada una de estas opciones tienen sus ventajas e inconvenientes y cada persona o grupo lo ha de adaptar a sus posibilidades y necesidades.

La etapa infantil en el ámbito escolar es uno de los colectivos a los que va dirigida una actividad organizada de este tipo.  Acompañados por el profesor y un monitor, es una buena oportunidad para que aprendan los beneficios que nos puede aportar el contacto con la naturaleza. Las actividades que se pueden realizar en la salida se recogen en la tabla nº 4.

Del contacto con la tierra ya se trató en la revista Medicina Naturista de 2014 (20) y 2018 (21), por lo que no ampliamos esta práctica.

Como actividades “avanzadas” se puede realizar ejercicios gimnásticos, yoga, tai chi, Qigong, etc.

En países donde están implantados estos programas disponen de establecimientos sanitarios en los parajes destinados a estos fines, donde realizan un control médico y psicológico para establecer el programa de paseo que más conviene a la persona o grupo.

Las recomendaciones para los participantes son, dependiendo de la estación del año, entre otras, el calzado adecuado, una pequeña mochila con algo de comida y bebida, posibilidad de uso de bastones, ropa de lluvia, sombrero, protector solar, gafas de sol, guantes (si procede).

Si se sale por la mañana hay que realizar un desayuno importante.

El monitor está entrenado en la atención a pequeños accidentes y porta un botiquín para pequeñas urgencias.

La duración media se establece en torno a las dos horas, aunque se puede prolongar más, en función del grupo y disponibilidad horaria.

Como normas, es aconsejable informar a los participantes para que sigan las recomendaciones del monitor en todo momento.  Entre otras: respetar el entorno (no hablar alto, no arrojar objetos al suelo, no pisar plantas y animales, etc.). Se pueden llevar móviles, ya que pueden recoger fotografías del paraje, más que para comunicarse. (Se recomienda en modo silencio).

Para finalizar se ha de destacar la importancia de implementar el contacto con la naturaleza desde la Salud pública y por lo tanto desde los estudios de las Ciencias de la Salud, ya que es una medida efectiva, eficiente y asequible para la mayoría.  Además, siendo España uno de los países de la Unión Europea con mayor cantidad de parajes naturales, las fuerzas políticas deberían considerar la creación de una legislación que favoreciera esta práctica, contribuyendo a la salud de la población y creando nuevos puestos de trabajo.

BIBLIOGRAFÍA

1. Qing Li. El poder del bosque. Shinrin-yoku. Rocaeditorial.Barcelona, 2018.

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3. Wilson EO. Biophilia. Harvard University, 1990.

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Ursa-Herguedas AJ, Ursa-Bartolomé MI. El contacto con la naturaleza como medida preventiva de enfermedades y recurso terapéutico

Andrés J. Ursa Herguedas (1)

Mª Isabel Ursa Bartolomé (2)

1. Doctor en medicina y cirugía por la Universidad Complutense de Madrid

Director de la Clínica Naturista e Instituto de Medicina Integrativa (Valladolid)

Funcionario docente (área sanitaria) de la Junta de Castilla y León

Académico de número de la Ilustre Academia de las Ciencias de la Salud Ramón y Cajal

(Madrid)

C/ Espíritu Santo, 5, 2º izquierda

47006 Valladolid

Tel.: 983 308314 · ajursah@gmail.com

2. Técnico superior en Salud Ambiental y Monitor de Ocio y Tiempo libre

MEDICINA NATURISTA

2019; Vol. 13 · Nº 1 — I.S.S.N.: 1576-3080

https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6761083

Gestación, nacimiento y crianza desde el sur. Una mirada comprensiva-compasiva sobre la infancia, la salud y la vida.

Este es el título de la última obra escrita y publicada por, nuestra compañera, la doctora María Fuentes Caballero, editada, como sus libros anteriores, por la Editorial Icaria, dentro de la colección Milenrama.

 María Fuentes Caballero es médica, homeópata, médica naturista, y educadora de salud.

Desde hace 40 años centra su actividad médica en la salud materno infantil, la mejor forma de hacer medicina preventiva, de ayudar a criar niños sanos que luego serán adultos sanos. Durante esos 40 años ha atendido y acompañado a miles de familias.

 Se ha dedicado a algo tan bonito y tan esencial como enseñar a aprender a vivir. Además de curar.

 En su dedicatoria, al principio del libro,  habla de redescubrir la vida desde los ojos de una criatura, y una criatura es un ser creado por la divinidad, que forma parte de la creación. Porque la crianza tiene una doble acepción: crear y criar, es decir, dar ser a algo que antes no existía, producir, engendrar, procrear, facilitar el nacimiento y posterior crecimiento, cuidar, alimentar, nutrir, instruir, educar, dirigir a las criaturas, y que estas se desarrollen y crezcan.

La salud empieza por el principio, por el periodo peri natal, es muy importante la vida intrauterina, y los tres primeros años son fundamentales.

Ella se ha guiado siempre por el criterio naturista, enriquecido por el dominio de la homeopatía. Todo, admirablemente integrado en un trabajo multidisciplinar. Basado en un estudio integral de la familia. Siempre ha propiciado la autogestión de la salud, y para ello ha facilitado a sus pacientes toda la información que les pudiera ayudar en la toma de decisiones.

Siempre pone en primer plano la relación medico paciente (ahora tan importante en un mundo cada vez más dominado por la inteligencia artificial) y el acento en la escucha consciente.

María es defensora de la actividad grupal: ha organizado Grupos de crianza y Grupos de mujeres ha centrado su actividad en la Educación sanitaria para Empoderar en salud a la población.

En su libro denuncia la medicalización, una medicina enfocada exclusivamente en la enfermedad, y en la enfermedad como ente nosológico. Enfermedades inexistentes y tratamientos innecesarios. Se hace sobre diagnostico y sobre tratamiento, y el resultado es la yatrogenia (30000 españoles mueren al año por esta causa), y un galopante aumento del gasto sanitario de forma ineficiente (se derrocha el dinero de todos).

 La situación actual del sistema sanitario, el estilo de vida que se impone a las criaturas y el tratamiento sintomático y farmacológico imperante que está generando un aumento alarmante de las enfermedades crónicas, desde la infancia.

La dependencia cada vez mayor del sistema médico. El autoritarismo, la des humanización de la asistencia sanitaria y la relación de poder en el abordaje de la salud.

 Un modelo bio-médico cientifista, que es un lastre al avance del conocimiento.

Denuncia el trato que se le da a una mayoría de las mujeres, que tienen qu parir con unos protocolos que nadie les consulta y que incluyen procedimientos sanitarios que la OMS solo considera justificables en casos muy determinados, con falta de intimidad y de toma de decisiones, abuso de técnicas percibidas por muchas mujeres como una agresión. Demasiadas cesáreas innecesarias y procedimientos diseñados a la medida del personal sanitario y no de la mujer. Habla de la violencia obstétrica y del secuestro de la salud por los tecnócratas y por la industria farmacéutica.

Un sistema en el que lo convencional es una medicina mecanicista, reduccionista y cada vez mas especializada y supresiva. Un paradigma muy viejo.

Pronósticos injustos e inhumanos en los que se califica a priori como incurables. Los médicos no somos dioses. Y la amenaza que se cierne sobre el ejercicio médico actual: la pretensión de imponer, someter una deontología y práctica médica, consecuencia de errores de conceptos y de conflicto de intereses no declarados.

Frente a ello propone: El abordaje multidisciplinar del ser humano. Redefinir la materpaternidad. La terapia de los conflictos de pareja, que tanta influencia tienen en la crianza.

El ensayo de una asistencia sanitaria ideal, un modelo centrado en la prevención que, de generalizarse, sería muy beneficioso para la gente y ahorraría mucho gasto al sistema.

Una invitación a salir del modelo familiar patriarcal y abrirse a la familia extendida. Recomponer, de forma saludable, las relaciones familiares.

Transmitir a otros el deseo de transmisión. Formación de profesionales, de agentes de salud.. Con el convencimiento de que la mejor prevención es acercar a la población los instrumentos de auto cuidado. Y que lo profesional no puede separarse de lo personal.

Una mirada holística y feminista que parte de su propia experiencia personal.

Plantea una re-formulación de la figura de la doula y una re definición del papel de la comadrona. Hace una reflexión muy lucida sobre el estado actual de la ginecología, la pediatría y la medicina de familia, de todo lo que rodea a la gestación de la salud de las criaturas y el papel de madres, padres y educadores.

Defiende la medicina de la vida frente a la medicina del terror.

 Se pone como objetivo ayudar a alcanzar los más altos fines de la existencia, a dejar este mundo en mejores condiciones de como lo encontramos.

Y nos trasmite un mensaje de esperanza: “nunca debemos dar nada ni nadie por perdido”.

Mª ha tenido la valentía, la inmensa valentía de salirse del raíl, de las creencias sin fundamento, que se repiten sin conciencia de lo que se dice. En su libro da la voz a los pacientes en primera persona. Muy importante el apartado ciencia y conciencia, donde nos alerta de la dictadura del cientifismo. Sobre la poco acertada gestión de la reciente pandemia. Y, sobretodo, sobre el abordaje de la enfermedad desde la homeopatía y la medicina naturista.

Como dice nuestro amigo, el Dr. Marino Rodrigo en el epílogo del libro: “Tanto por los perjuicios sanitarios causados a ciudadanos y pacientes como por la inaceptable pretensión de usurpación del ejercicio médico y de la propia medicina, resulta inaplazable despejar la tiniebla totalitaria y lucrativa que va cogiendo cuerpo. Avanzar en la humanización asistencial. Blindar la independencia del acto médico de intereses ajenos a su vocación y misión. Dotar a personas y comunidades de herramientas para la autogestión de la salud. Facilitar el ejercicio de libertad y autonomía personales en las decisiones sobre la misma, desterrando un paternalismo obsoleto y ocasionalmente lesivo, el mismo que empieza aconsejando al paciente y termina pretendiendo decidir por él. Estudiar a fondo factores de salud, mecanismos homeostáticos, recursos internos con intención curativa y elementos naturales externos en su apoyo, para su mejor aprovechamiento en situaciones de enfermedad. Hay margen para el optimismo. Pacientes y profesionales sanitarios de todos los gremios humanizan cada día la asistencia en múltiples ámbitos. Como revela esta obra, en Arcos de la Frontera se sigue trabajando en la salud de la mujer, la gestación, el nacimiento, la lactancia y la crianza.”

Esperamos que cunda el ejemplo.

https://icariaeditorial.com/novedades/4710-gestacion-nacimiento-y-crianza-desde-el-sur-9788418826146.html

Cantando las cuarenta: Argumentos clínicos perennes diez años después*

criterio medico
Tonto el médico que desprecia el conocimiento adquirido por los antiguos. Hipócrates

(Hacia una Evidencia Basada en la Medicina)

Marino Rodrigo. Médico

  1. A lo largo de la vida de cada persona, situaciones y vivencias de todo tipo van configurando patrones individuales de sensibilidad, susceptibilidad y reactividad que condicionarán, a su vez, la presentación de las alteraciones de la salud: desde las disfunciones pasajeras del bienestar hasta las enfermedades agudas y crónicas.
  2. En el método reduccionista, propio de la medicina llamada convencional, se aborda la enfermedad desde una perspectiva tanto analítica sobre órgano o función, como estática y estandarizada, según diagnósticos de referencia y perfiles poblacionales.
  3. Métodos no convencionales de perfil holístico la abordan desde un enfoque sintético y dinámico, y tienen en cuenta el contexto y devenir de cada proceso, las peculiaridades de cada persona y el factor tiempo unificando ambos.
  4. El síntoma, en su significado más amplio, puede ser expresión de mecanismos saludables de defensa, adaptación o superación en plena actividad. Indicador, por tanto, de significado, propósito y eficacia.
  5. Un estado de supresión (cese o atenuación de síntomas sin curación de la anomalía que expresan), ya sea espontáneo o terapéutico, puede modificar susceptibilidad y reactividad previas de la persona, con la consiguiente variación de la expresividad clínica, gravedad y pronóstico de ulteriores afecciones.
  6. Tanto en enfermedades agudas como crónicas, la capacidad del organismo de mantener localizado el proceso parece una buena estrategia global.
  7. En sentido inverso, efectos distantes o sistémicos pueden darse a partir de lesiones, estímulos o intervenciones locales.
  8. El organismo reacciona como una totalidad frente a un estímulo al que es susceptible, aun cuando el proceso quede localizado, se exprese en una parte distante y distinta de donde actuó aquel o se presente en forma extendida.
  9. Así, la enfermedad de órgano o aparato más o menos localizada deviene sistémica en la medida en que nuevas luces permiten ampliar encuadre. En consecuencia, los objetivos terapéuticos devienen también sistémicos.
  10. Desde el punto de vista reduccionista, por ejemplo, parece incuestionable erradicar microorganismos asociados a determinadas enfermedades. Sin embargo, en ocasiones la interacción microorganismo-huésped reporta efectos potencialmente beneficiosos.
  11. Desde un enfoque ampliado, la mera presencia de un microorganismo, sin considerar contextos e interacciones, no siempre justificaría su erradicación como objetivo terapéutico.
  12. Demasiadas observaciones recogidas en la literatura médica no convencional nos recuerdan la importancia de contextualizar el síntoma y considerar su posible función positiva.
  13. Tiritona febril, fiebre, dolor, hipertensión arterial, convulsiones, acidosis, hipercapnia, bradicardia, etc. dejan de tener una interpretación unívoca cuando los síntomas, como expresión de procesos de reacción, no están suprimidos y se puede observar (sin riesgo clínico) su evolución potencialmente resolutiva o adaptativa.
  14. La literatura médica convencional recoge también observaciones clínicas e hipótesis positivas similares a las de modelos holísticos. Al respecto, es particularmente relevante la referida a la regresión espontánea en cáncer.
  15. La supresión sistemática de síntomas, sin valorar el posible beneficio de estos para el paciente o su proceso, no siempre es lo más adecuado.
  16. Modificar el terreno mediante la aplicación sistemática de tratamientos supresivos o de agentes de supuesta acción preventiva sin tener en cuenta el posible impacto en la salud futura global de la persona, sería revisable.
  17. Una adecuada respuesta terapéutica puede incluir una agravación.
  18. El empeoramiento de síntomas, ya sea espontáneamente o bajo cualquier tratamiento, sería mejor valorado si consideramos tanto la afección de la que dependen como el estado del paciente y su capacidad de manejar la situación con el menor intervencionismo posible.
  19. Se perfilan campos de colaboración en territorios frontera, que precisarían recursos y esfuerzos conjuntos en investigación y en terapéutica.
  20. Un primer paso podría ser la recopilación, análisis y puesta en común de casuística referida a estas áreas de confluencia.
  21. Me he referido a cuatro de ellas, destacando en particular la importancia de contextualizar: a) las alteraciones locales en las sistémicas; b) el microorganismo en su huésped; c) el síntoma en la globalidad del proceso reactivo, y d) el aparente empeoramiento de síntomas en la evolución global del paciente.
  22. De nuevo, la interacción microorganismo-huésped puede tener interpretaciones distintas y conllevar actuaciones diferentes según la persona en la que se produce.
  23. Lo mismo cabe decir de los procesos que conocemos como patología, en general, que pueden traducir declinación (precisando intervención, a menudo supresiva) o resolución, adaptación, compensación o reparación (precisando apoyo y fortalecimiento).
  24. La mejor aplicación de la ciencia y arte médicos debería suprimir, limitar o paliar los primeros, cuando la valoración riesgo/beneficio es desfavorable al paciente, y facilitar los segundos cuando no lo es.
  25. Así, el paciente puede evolucionar a un nuevo equilibrio dinámico, preservando y fortaleciendo la operatividad de sus propios recursos.
  26. En este escenario, el intervencionismo sanitario se reduce. La actitud expectante se impone cuando cabe considerar los síntomas (repito, en ausencia de peligro) como expresión de procesos reactivos.
  27. Los tratamientos no supresivos propuestos por métodos no convencionales adquieren nuevas justificaciones y oportunidades cuando de lo que se trata es de apoyar dichos procesos.
  28. Las dinámicas de los sistemas adaptativos complejos, como es el organismo humano, nos muestran que el todo es diferente de la simple adición de sus partes.
  29. En la continuidad dinámica que son los procesos de salud, enfermedad y curación el organismo, desplegando sus potencialidades reactivas, parece buscar a menudo la mejor solución global.
  30. Con todo, los excesos de ambos enfoques, el analítico-reduccionista y el sintético-global, pueden llevar a posiciones igualmente prescindibles.
  31. El exquisito conocimiento del esquivo gen puede resultar poco relevante en la comprensión de los problemas de salud de una persona, menos aún quizás con los descubrimientos de la epigenética.
  32. Los cantos de sirena de modelos “holísticos”, basados en ocurrencias de vuelo libre no asentadas en base racional ni empírica, llevan a ámbitos orbitales con escaso, si alguno, interés para el médico práctico, para no hablar del paciente.
  33. En términos operativos, el enfoque global debe fundamentarse en el mejor conocimiento de estructuras, funciones y procesos, y el reduccionista debe aspirar a interpretar y abordar la parte desde el conjunto.
  34. Esta complementación de métodos ayudaría a determinar en cada paciente el encuadre adecuado en cada momento: síntomas como objetivo inmediato a suprimir o como indicadores de procesos de curación en plena actividad.
  35. La eventualidad de trabajar conjuntamente desde enfoques en ocasiones tan distintos y distantes no pinta mal, pero ¿dónde empezar?
  36. El estudio de la individualidad y la globalidad de los procesos en cada persona, de la expresión clínica de los diferentes patrones de susceptibilidad y reactividad, así como la forma en que estos se modifican y evolucionan en el tiempo, sigue desarrollándose empíricamente en algunos de los métodos considerados no convencionales.
  37. Observaciones clínicas al respecto, registradas, compartidas y publicadas con rigor impecable, y extraídas de todo ámbito asistencial, darían lugar a argumentos e ideas que generarían teorías explicativas y propuestas de actuación.
  38. A partir de ahí, la formulación de hipótesis y su sometimiento a la experimentación, siguiendo métodos ya existentes, ya empleados y, no obstante, mejorables.
  39. En este proceso se requiere la colaboración, tanto de expertos en metodologías científicas (pero ciencia al servicio de la Medicina, no al revés) como de no menos expertos en clínica real (no solo “poblacional”), es decir, asistencial.
  40. Un objetivo muy concreto: abordar cada problema de salud en cada paciente desde SU propia forma de enfermar, facilitando sus propios recursos movilizados y disponibles. Es decir, individualizar: el reto permanente en Medicina.

__________

*M Rodrigo. El foco, la ventana, la luna y su reflejo: luz y encuadre en Medicina. Rev Med Homeopat. 2012;5(3):143-148.

https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-homeopatia-287-pdf-X1888852612811481

Reseña del XXXIX Congreso Nacional de Medicina Naturista

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Al fin pudimos celebrar el último congreso, dos veces pospuesto por motivo de la pandemia. Conseguimos reunir a 21 ponentes de un altísimo nivel científico, muchos de ellos catedráticos de diferentes universidades, con reconocido prestigio internacional..

Alrededor de 200 médicos participaron en los talleres y asistieron a las ponencias.

Fue un congreso importante, por una triple celebración, por el reencuentro tras el parentesis impuesto por la pandemia, porque celebramos el centenario de la Medicina Naturista española y el 40 aniversario de nuestra asociación.

Además tocaba renovar los cargos de la Junta Directiva, lo que se ratificó en asamblea extraordinaria en la que se presentó una sola candidatura. Ojalá, en próximas elecciones las candidaturas sean varias, síntoma de buena salud de cualquier organización.

El resultado de este congreso ha sido un alto grado de satisfacción, tanto de los asistentes como de los ponentes, con la excepción de valiosas opiniones diversas.

De este congreso, incluso han surgido las bases para futuros convenios de colaboración entre centros de investigación de  diferentes universidades.

El congreso, dedicado a la longevidad saludable, fue inaugurado por el eminente Dr. José Sabán, Director del Programa Endotelio, Medicina Antienvejecimiento y Salud Cardiometabólica,  que impartió una magnífica conferencia en la que nos habló de la importancia del endotelio como diana del envejecimiento.

Y, entre la actividad extra científica, cabe señalar la presentación y emotiva interprestación, a cargo de la soprano Blanca Ortiz, de un estreno, se trata de una romanza compuesta por el insigne Dr. D. José de Letamendi y Manjarrés, precursor de la Medicina Naturista española.

En definitiva, un memorable congreso, en el que bajo la eficiente batuta de la Doctora Beatriz Granero, pudimos compartir conocimiento, aprender y disfrutar en un ambiente fraternal, que solo entre  la singularidad de quienes concebimos una manera más coherente de ejercer la medicina puede darse.

EL TODO Y SUS PARTES. UNA APROXIMACIÓN DE LA MANO DE T. C. CAMPBELL

el todo y sus partes

Partiremos de una reciente publicación escrita por T. Collin Campbell, bioquímico americano, que analiza los efectos de los alimentos sobre la salud. Campbell es bien conocido por su defensa de la alimentación basada en plantas (plant-based diet) mínimamente procesada (whole foods) (WFPB diet). Fue uno de los investigadores principales del Proyecto China-Cornell-Oxford sobre alimentación y enfermedades, iniciado en 1980 (que fue descrito por el New York Times como “el Gran Premio de la epidemiología), bien explicado en su libro Estudio de China.

La referida publicación es: Nutritional Renaissance and Public Health Policy (El Renacimiento Nutricional y las políticas de Salud Pública). TC Campbell, Nutr Biol. 2017; 3(1): 124–138.

EL TODO.

Definimos nutrición, desde una perspectiva integrativa y holística, como la integración de innumerables factores nutricionales, reacciones metabólicas y sus resultados, biológicamente orquestados como en una sinfonía, con gran repercusión en la salud de las personas y en la salud pública en general.

Al observar las asociaciones entre la alimentación y la salud de las personas vemos como el patrón y las tasas de enfermedades crónicas cambian cuando los patrones alimentarios cambian con el tiempo o cuando las poblaciones migran a nuevos entornos y adoptan nuevas prácticas alimentarias.

La grandísima complejidad de la función de los nutrientes en nuestro organismo, especialmente si tomamos en consideración el impacto adicional de la interacción nutriente-a-nutriente, que se modifica constantemente en infinitesimales unidades de tiempo, nos permite comprender porque no es ni será nunca lo mismo la ingesta de algunos nutrientes en particular en forma de suplementos comparado cuando son ingeridos como parte integrante de un alimento en su totalidad. Cuando los nutrientes actúan colectiva y dinámicamente, crean salud.

De igual modo, y a raíz de lo dicho, es la totalidad de los alimentos ingeridos, tanto en cada una de las comidas como en el conjunto del patrón alimentario que es seguido por la persona, la que determinará la capacidad del organismo para mantenerse en salud, como se está demostrando en múltiples investigaciones. En el conjunto de las mismas se puede apreciar que cuando dicho patrón alimentario se basa en alimentos de origen vegetal, los efectos serán una mayor salud en la población que así se alimenta.

Imposible mejorar la reflexión de Campbell: “El número de entidades (unidades) químicas (nutrientes) en cada alimento que participan en las diferentes funciones nutricionales es infinitamente amplia y mayoritariamente desconocida. La proporción de nutrientes que pasan por cada fase digestiva, la absorción intestinal y los metabolismos en los que intervienen es incalculable y en constante cambio, en un sistema infinitamente dinámico. A esto hemos de añadir una propiedad, la comunicación órgano a órgano a grandes distancias dentro del cuerpo. Esta inmensa complejidad está altamente integrada y gestionada a través de una refinada homeostasis. El cuerpo posee una sabiduría infinita en cualquier momento y a lo largo de los años de su existencia, para saber que nutrientes y que metabolismo usar para cada una de sus muy diversas necesidades, a cada nanosegundo dentro de trillones de células que componen nuestro cuerpo. Esta es la esencia de la nutrición. Ninguna prescripción de pastillas o intervención podrá jamás imitar o superar esta maravilla de la naturaleza.”

LAS PARTES

Múltiples mecanismos, posiblemente ligados a la expresión de múltiples genes, causado por un único nutriente o molécula química, participa en el desarrollo del resultado final. “Cada vez que buscamos un mecanismo “clave”, se encuentra un mecanismo nuevo”.  En el caso de su investigación de “China”, se pudo analizar que la proteína alimentaria, fuera esta de origen animal o vegetal, determinaba totalmente la habilidad de un poderoso producto cancerígeno a producir tumores. El resultado más llamativo era que estos tumores hepáticos se podían desarrollar o revertir a partir de dos ciclos alimentarios, fuera la cantidad de proteína animal del 20% o del 5%, o fuera la proteína de origen animal o vegetal.

¿Por qué, pues, estamos presenciando pobres resultados en políticas de salud pública en lo que a dieta se refiere, e incluso en las actuaciones médicas en la asistencia clínica? Primero, nos apoyamos en asunciones en las que consideramos que los nutrientes actúan de un modo independiente. Segundo, que es consecuencia del anterior, hacemos recomendaciones nutricionales que se basan en la acción de la ingesta individual de ciertos nutrientes, como sería la proteína animal, la reducción de grasas saturadas, la cantidad de colesterol, los azúcares, etc.

Asistimos con frecuencia a personas que siguen una mala alimentación, que saben y se sabe es muy probable les determine enfermedad en el tiempo, que recurren con frecuencia a suplementarse con nutrientes aislados, con la falsa idea y la falsa esperanza de que de dicho modo pueden “contrarrestar” dichos riesgos.

Desde esta aproximación holística e integral de la alimentación es fácil entender porque las guías alimentarias de los diferentes estados y sus políticas de salud pública, concebidas desde una perspectiva reduccionista, sirve solo a las políticas de los gobiernos y a los intereses de la industria alimentaria y farmacéutica.

La visión holística de la alimentación no es abordada ni divulgada ni enseñada en las facultades de medicina de prácticamente ningún país. En estas se enseña la medicina desde un abordaje reduccionista, lo que crea una discordancia que lleva a los profesionales de la medicina a un sesgo a la hora de analizar la nutrición.

Sin embargo el objetivo debería más bien ser identificar el patrón, el conjunto, de alimentos utilizados en nuestra alimentación que nos permita: 1) minimizar el riesgo de la mayoría de enfermedades crónicas, 2) simultáneamente tratar y prevenirlas, 3) mostrar que la ingesta de alimentos integrales, en su totalidad, tiene un efecto muy superior a nutrientes individuales y aislados, 4) minimizar la necesidad de fármacos para restaurar la salud, y 5) promover una longitud de vida libre de enfermedades y más larga. Para el Dr. Campbell, y para mi mismo, no queda ninguna duda que una alimentación integral basada en plantas (WFPB diet, en inglés), mínimamente procesada, es la que más se acerca a ese patrón “ideal”, indiscutiblemente mucho mejor que cualquier propuesta de “fórmula” de pastillas y de “fragmentos” de alimentos.

Para finalizar, una acertada apreciación por parte del Dr. Campbell. “Cuidado” a la hora de asimilar el patrón alimentario por él propuesto (y otros autores), el WFPB diet, al de alimentación vegana o vegetariana, ya que en muchos casos, las personas que así se alimentan (veganos-vegetarianos) tienen un consumo medio elevado o muy elevado de azúcares, grasas totales y de productos refinados, e incluso ultraprocesados, en particular los alimentos “sucedáneos” o que intentan sustituir alimentos animales, pero en vegano.

Valencia, 22 de abril de 2022

Francisco Mata Rabasa, médico naturista.

BIREME presente en la II CUMBRE DE MEDICINA TRADICIONAL Y COMPLEMENTARIA: Hacia una Medicina Integrativa

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31 Ago 2021

La II Cumbre Mundial de Medicina Tradicional y Complementaria: Hacia una Medicina Integrativa, realizada entre 16 y 25 de julio, estuvo marcada por la participación de más de 180 renombrados ponentes de 30 países. Con el objetivo de compartir experiencias relevantes, creando la posibilidad de conocer diferentes realidades de cada región del mundo, el evento fue organizado por el Colegio Médico del Perúa través de su Comité de Medicina Tradicional, Alternativa y Complementaria, con el apoyo de la Red de Medicinas Tradicionales, Complementarias e Integrativas, el Consórcio Acadêmico Brasileiro de Saúde Integrativa (CABSIN) y la Academy of Integrative Health & Medicineademás del apoyo de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), a través de su Representación en Perú y con la presencia de los representantes de la OPS/OMS en Perú, Carlos Garzón y de Brasil, Socorro Gross, así como Embajadores de varios países.

El evento se llevó a cabo de manera virtual durante seis días de actividades, 60 horas de transmisión en vivo en dos canales de YouTube con traducción simultánea al inglés/español, lo que resultó en más de 50,000 visualizaciones.

La Conferencia magistral titulada “Estrategia de Medicina Tradicional de la Organización Mundial de la Salud” presentada por Zhang Qi, jefe de Medicina Complementaria, Tradicional e Integrativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), aportó una visión global de la medicina tradicional complementaria e integrativa y sus perspectivas de futuro con el fin de armonizar el desarrollo integral de la MTCI en todos los países.

El evento de inauguración contó con intervenciones de varias autoridades. A continuación destacamos algunas de ellas.

La representante de la OPS/OMS en Brasil, Socorro Gross, expresó: “esta red de medicina tradicional, complementaria e integrativa en las Américas es uno de los frutos del trabajo conjunto de los países, porque la organización promueve esta unión entre países para generar acciones que mejoren la vida de las personas. También quiero destacar y felicitar el esfuerzo que Brasil ha hecho, junto con BIREME, con la Biblioteca Virtual en Salud MTCI y con el Consórcio Acadêmico Brasileiro de Saúde Integrativa, que ha desarrollado los mapas de evidencia que dan más visibilidad a las evidencias pertinentes a la medicina tradicional e integrativa. Y que ayudan a posicionar prácticas integradoras en nuestros servicios y sistemas de salud, especialmente en la atención primaria y las políticas públicas en nuestros países.”

La Presidenta del Comité MTCI y del Comité Organizador, Martha Villar, quien destacó: “la OMS, junto con la OPS, en los 40 años de celebración de la atención primaria en salud en su Declaración de Astaná, afirma que el éxito en la atención primaria en salud dependerá del desarrollo de conocimientos y capacidades utilizando tanto el conocimiento científico como el tradicional. En este contexto, y con el objetivo de generar un espacio para compartir conocimientos desde diferentes lugares del mundo, es que el Colegio Médico del Perú, a través de su Comité de Medicina Tradicional, Complementaria e Integrativa está organizando esta Cumbre. Buscando siempre la articulación de la MTCI en los sistemas de salud, además de rescatar el profundo valor que representa el conocimiento ancestral para la salud de las comunidades.”

Según Carlos Garzón, Representante de la OPS/OMS en Perú, “la medicina tradicional y complementaria es una parte importante, y muchas veces subestimada, de la atención en salud, que se practica en todos los países del mundo, con una demanda creciente. La medicina tradicional, de calidad y eficacia probada, contribuye a garantizar el acceso a todas las personas para lograr el acceso universal a la salud”. Para apoyar, la OPS ha desarrollado un grupo de trabajo interdisciplinario, que ya ha sido comentado en presentaciones anteriores, que está integrado por muchas unidades. Sin embargo, me gustaría destacar al Departamento de Servicios de Salud, la Unidad de Equidad de Género y Cultura y el Centro Latinoamericano y del Caribe de Información en Ciencias de la Salud (BIREME). Además, como se ha comentado, también me gustaría destacar la Biblioteca Virtual en Salud MTCI, que tiene como objetivo facilitar el acceso, la visibilidad, el uso y la generación de contenidos científicos, técnicos y educativos de gran importancia en este momento”.

La II Cumbre Mundial también estuvo marcada por conferencias y debates relacionados con el tema “Investigación y gestión de la información en MTCI”, que se discutió en el Panel I sobre el panorama general de la investigación en medicinas tradicionales, complementarias e integrativas (MTCI). En ese momento, BIREME estuvo representada por su Gerente de Servicios y Fuentes de Información, Verónica Abdala, quien habló sobre el tema: “Publicaciones científicas y técnicas en MTCI de las Américas: visibilidad, acceso, uso y generación”. Verónica dijo aún que “todo este trabajo que hoy presentamos en nombre de la Red MTCI Américas comenzó con una semilla plantada en una reunión en Nicaragua en junio de 2017, a través de la iniciativa de Socorro Gross, en esa ocasión, como Representante de la OPS/OMS en el país, que promovió la reunión ‘Avanzando hacia la Salud Universal, aportes de la Medicina Tradicional y Complementaria’. Fue en esta oportunidad que presenté la propuesta de construir una BVS para promover, desarrollar, identificar, mapear y gestionar la información dentro del tema de la MTCI.”

Según Natalia Sofia Aldana, secretaria ejecutiva de la Red MTCI Américas, la II Cumbre cumplió el objetivo de permitir el intercambio de experiencias de los países sobre cómo han avanzado en la articulación de las MTCIs en sus sistemas y servicios de salud, en la academia, la investigación y la regulación, alineados con la Estrategia de Medicina Tradicional de la OMS. Además, sobre todo, permitió el encuentro y diálogo de conocimientos entre docentes, investigadores y antepasados conocedores de comunidades indígenas, tomadores de decisiones y colaboradores y actores sociales sobre el tema. En la opinión de los ponentes, la II Cumbre nos permitió observar que diferentes actores están trabajando con las MTCIs para contribuir a la Salud Universal, Equidad, Atención Primaria en Salud y el enfoque intercultural de los servicios de salud.

En sus palabras de cierre, Hernán En sus palabras de cierre, Hernán García Ramirez, Subdirector de la Dirección de Medicina Tradicional y Desarrollo Intercultural de México, destacó los temas centrales tratados en la Cumbre y las recomendaciones contempladas en la declaración que inevitablemente se convertirán en la hoja de ruta para seguir avanzando en la articulación de las MTCIs. Mencionó los seis ejes que se firmaron cada día en diferentes paneles y conferencias plenarias, donde se discutieron las políticas públicas y la regulación, investigación y gestión de la información, reconocimiento, protección, promoción, todo lo relacionado con la gestión de los servicios de salud, la formación académica, la generación de habilidades y la calidad de los recursos, insumos y productos terapéuticos. Al final, Hernán ratificó el compromiso de apoyar a los Estados Miembros en las recomendaciones indicadas en la declaración de la Cumbre, también para fortalecerlos y motivarlos a continuar utilizando el contenido científico, técnico y educativo disponible en la Biblioteca Virtual en Salud y compartiendo experiencias positivas para una Biblioteca Virtual Mundial. Y agrega: “Nosotros adherimos a las recomendaciones de la Declaración de esta II Cumbre para contribuir a la integración y articulación de la MTCI en los sistemas y servicios mundiales de salud, recomendaciones que están armonizadas en el Plan Estratégico de la OMS 2014-2023, así como la estrategia y plan de acción sobre Etnicidad y Salud 2019-2025 de la OPS, luchando por el derecho a disfrutar del más alto nivel de salud para que todas las personas puedan ser favorecidas y se promueva a la equidad, la interculturalidad y calidad para avanzar hacia la salud universal.”

Videos disponibles

Conferencia Magistral del evento, con la participación de la Representante de la OPS/OMS en Brasil, Socorro Gross. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=RzzHUbt_kII&t=145s

Participación de Verónica Abdala, Gerente de Servicios y Fuentes de Información de BIREME. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=jML4oa_3azQ

Todas las actividades realizadas en la II Cumbre Mundial están disponibles en: https://www.youtube.com/channel/UCUBPlnqF2Jd73n26TVtUxqQ

https://www.paho.org/es/noticias/31-8-2021-bireme-presente-ii-cumbre-medicina-tradicional-complementaria-hacia-medicina

INMUNIDAD Y DIETA

inmunidad y dieta

Según un estudio publicado en el BMJ Nutrition, Prevention & Health, las dietas basadas en plantas se asocian a cuadros menos graves de las personas infectadas por COVID-19. En este estudio se controló a personal sanitario con una gran exposición a pacientes con COVID-29 en seis países diferentes y se analizó sus hábitos alimentarios y las manifestaciones por COVID-19. Los participantes que siguieron una alimentación basada en plantas presentaron un 73% de posibilidades menos de desarrollar una enfermedad moderada a severa. Por el contrario, las personas que siguieron una dieta baja en hidratos de carbono y alta en proteínas tuvieron un 48% más de posibilidades de tener una enfermedad por COVID-19 entre moderada y severa. La alimentación basada en plantas era rica legumbres, frutos secos, y verduras ricas en fibra, así como vitaminas A, C y E, todo ello fortaleció su sistema inmunitario y su salud en general. [i]

Al mismo tiempo, en otro estudio de cohorte prospectivo “COVID-19 Symptom Study” que se realizó en el Reino Unido y en EEUU, en el que se incluyeron 592,571 participantes, de los que 31.815 desarrollaron la enfermedad de COVID-19. Se encontró que las personas que siguieron un patrón alimentario más rico en frutas, verduras y en general en alimentos basados en plantas se asoció a un 41% menos de riesgo de casos severos de COVID-19, comparado con dietas bajas en estos alimentos. [ii]

El Dr. Geert Vanden Bossche, formado en medicina veterinaria, especializado en virología y biología molecular, ha trabajado en el diseño de nuevas vacunas y como consultor de la industria biotecnológica. En su página web, y en particular en su charla “The only fight you should have, is the fight for your health” (La única luca que debes librar es aquella por tu salud) nos alerta que “Las personas deben cuidar su sistema inmunitario. Con ello quiero decir que deben cuidar su salud. Deben eliminar la grasa en exceso de su cuerpo y hacer ejercicio. Deben llevar un estilo de vida saludable. Ahora, en estos tiempos de COVID-19, es el momento de hacerlo. Lo juro por Dios, si hacen esto y no están vacunados, estarán protegidos de casos graves de la enfermedad, incluso sin ninguna vacuna.”[iii]

Nuestro cuerpo está equipado con un potente aliado, el sistema inmune, que nos protege de futuras infecciones. Lo que comemos juega un papel muy importante en el funcionamiento correcto del sistema inmunológico de nuestro organismo, facilitándole su capacidad de lucha contra los virus de nuestro entorno que intentan invadirnos.

¿Cómo potenciar nuestro sistema inmunitario de un modo natural?

La alimentación que se basa en alimentos de origen vegetal aporta una cantidad suficiente y constante de sustancias que son esenciales para potenciar nuestra inmunidad, en especial aquellos que están mínimamente procesados, más integrales. Entre los más potenciadores encontramos:

  • Los champiñones y setas en general: contienen antioxidantes y polisacáridos que regulan la inmunidad y reducen la inflamación.
  • Frutas y verduras: cuanto más, mejor. Variadas, de temporada, de colores variados, que nos indican la presencia de antioxidantes y fitoquímicos antiinflamatorios como los carotenos, polifenoles, flavonoides y antocianinas, entre otros.
  • Verdes amargos, como por ejemplo el diente de león y la rúcula, que promueven la salud del hígado, para reforzar la producción natural de las células del sistema inmune.
  • Cereales integrales y legumbres: aportan fibra para potenciar un sistema digestivo saludable. También contienen vitaminas B y zinc, para potenciar la inmunidad.
  • Lino: son una buena fuente de omega 3.

Cambiar a un patrón alimentario que se aleje de los alimentos procesados y de origen animal hacia otro que sea integral, con opciones basadas en plantas, es un paso poderoso que puedes dar a tu cuerpo las herramientas que necesita para luchar contra los virus. [iv],[v]


[i] Kim H, Rebholz CM, Hegde S, et al. Plant-based diets, pescatarian diets and COVID-19 severity: a population-based case–control study in six countries. BMJ Nutr Prev Health. Published online June 7, 2021. doi: 10.1136/bmjnph-2021-000272

[ii] Merino J, Joshi AD, Nguyen LH. Diet quality and risk and severity of COVID-19: a prospective cohort study. medRxiv. https://doi.  org/10.1101/2021.06.24.21259283, accessed September 7, 2021.

[iii] https://www.voiceforscienceandsolidarity.org/videos-and-interviews/the-only-fight-you-should-have-is-the-fight-for-your-health

[iv] 21/12/2020 How Does Nutrition Affect the Immune System? – Center for Nutrition Studies https://nutritionstudies.org/how-does-nutrition-affect-the-immune-system/ Center for Nutrition Studies.

[v] Para más información fiable y clara sobre los alimentos saludables para nuestro sistema inmune y para nuestra salud en general, os animo a visitar la página del Dr. Greger, “Docena Diaria” https://nutritionfacts.org/es/video/la-docena-diaria-del-dr-greger/

Dr. Francisco Mata Rabasa. Médico Naturista.

Valencia, 29.12.21