Las personas que han adoptado un estilo de vida saludable, tal como lo puede recomendar un médico que pone énfasis en la prevención, suelen enfermar menos y llegar a la edad madura con una buena calidad de vida.
En las últimas décadas se ha avanzado considerablemente en neurociencia, ya que se ha invertido en esta área de conocimiento de las Ciencias de la Salud numerosos recursos económicos. La preservación de la célula noble del sistema nervioso, la neurona, es clave para mantener intactas las facultades mentales a una edad avanzada.
Llegar a la vejez con un buen estado de salud no depende solo de nosotros, ya que hay elementos imponderables que no podemos controlar, pero en nuestra mano está empoderarnos respecto a la gestión de nuestra salud.
Puesto que las posibilidades de llegar a una edad longeva depende del estado de salud previo, es lógico que nos empecemos a preocupar por la salud desde las edades más tempranas. A este respecto son los padres los que han de inculcar a su descendencia la adopción de un estilo de vida saludable.
El mantenimiento de un estilo de vida saludable, pues, constituye un factor predictivo de envejecer con éxito.
Realizar actividad física diaria, alimentarse de forma sana, mantener una buena higiene del sueño, fomentar las relaciones sociales y diseñar un proyecto vital, son comportamientos que resultan siempre beneficiosos y cobran una importancia capital en la edad avanzada.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el envejecimiento activo y saludable es el proceso por el que se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social y mental durante toda la vida, con el objetivo de ampliar la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida en la vejez.
La genética, factores ambientales y la capacidad de adaptación son aspectos fundamentales que determinan cómo envejece una persona.
La mala salud no tiene necesariamente que ser una característica predominante de la edad avanzada, ya que la mayoría de los problemas de salud que padecen las personas mayores están asociadas a enfermedades crónicas, siendo muchas de ellas enfermedades que se pueden prevenir o por lo menos se pueden retrasar mediante la adopción de hábitos de vida saludable.
Actualmente contamos con una serie de factores adversos “nuevos” como la contaminación química, radiactividad, proliferación de ondas electromagnéticas, etc., que ponen en riesgo el envejecimiento saludable.
Aquellas personas que por las circunstancias de la vida les ha sido difícil adoptar un estilo de vida saludable, nunca es tarde para consultar con un profesional de la salud para que les reoriente en este sentido.
El empoderamiento en salud permite una autogestión de la salud, haciendo a la persona más independiente, reduce gastos sanitarios y hace los sistemas de salud más sostenibles económica y ambientalmente.
Muchas de las actividades que actualmente se aconsejan en el ámbito preventivo y/o curativo en gerontología que se implementan con aval científico, se vienen recomendando desde varias décadas antes por profesionales de la medicina naturista (MN) y disciplinas afines
Se puede afirmar que los profesionales de la MN son pioneros en la consecución del envejecimiento saludable.
Dr. Andrés J. Ursa
Valladolid