Una nueva herramienta para la Medicina Integrativa
En el taller se pudo comprender y vivenciar una parte de lo que supone el método de Bioconsciencia. Su objetivo es optimizar la calidad de vida de las personas, en éste caso del médico y de sus pacientes.
La principal aportación del método es el uso de la voz humana para promover estímulos positivos en la persona y contrarrestar la carga emocional que provoca el medio en el que se desenvuelve. En la opinión de Bioconsciencia , la mayor parte de los problemas vienen de nuestra infancia, en los primeros siete años de vida, y estamos bombardeados a diario por miles de estímulos negativos que acrecientan esos patrones. A muchas personas les afectan las preocupaciones de la vida cotidiana, aunque pesan más esas emociones negativas que cargamos desde la niñez. Uno de los padres poco presente en esos años, o cualquier otro acontecimiento en nuestro ambiente, provocó algún sentimiento de abandono o inseguridad que aún nos limita. Por eso, es tan importante utilizar medios como la Bioconsciencia para llenarnos de estímulos positivos y tener una vida más feliz y plena.
Recordar que somos sobre un 70 % agua, y saber que el sonido se transmite cinco veces más rápido en el agua que en el aire, nos abre a entender por qué la vibración de la voz puede afectarnos tan profundamente. La resonancia que provoca en nuestras células puede armonizarlas y tener efectos espectaculares en los aspectos físico, emocional, mental y espiritual.
Hay bastantes estudios científicos que demuestran la influencia de la palabra en el ser humano. Citamos los de un equipo de científicos rusos dirigido por Pjotr Garjajev que demostraba como el ADN puede ser reprogramado por palabras y frecuencias determinadas. Los lingüistas rusos de su equipo descubrieron que el código genético, especialmente en el aparentemente inútil 90%, sigue las mismas reglas en todos los lenguajes humanos. También observaron que el ADN puede ser afectado y reprogramado por palabras y frecuencias, sin cortar ni reemplazar los genes individuales. Ya Bruce Lipton, en su libro “La biología de la creencia” habla de la epigenética en este mismo sentido.
Además de estas fundamentaciones científicas, el equipo de Bioconsciencia ha desarrollado un estudio científico con el cuestionario SF36, validado a nivel internacional por diferentes sociedades médicas, en el que se evidencian espectaculares resultados en ocho áreas relacionadas con la salud. Destacan los cambios en parámetros tan diferentes como la función física, salud general, salud mental, función social y rol emocional. Los últimos resultados obtenidos recientemente al ampliar la muestra a 70 personas, son aún más llamativos que los presentados durante el congreso. Pudiéndose afirmar con ellos, que más de un 90 % de las personas que se comprometen con el método de Bioconsciencia obtienen esos excelentes resultados.
En el taller se habló de la importancia de a equilibrar la mente y el corazón. Tenemos la responsabilidad de prepararnos bien a nivel de nuestras técnicas médicas, pero también la posibilidad de trabajar desde el corazón y movilizar la actitud curativa de nuestros pacientes.
Es frecuente encontrar que a pocas personas les gusta su voz cuando se graban audios. Al igual que nuestra imagen, la voz es como nuestra firma o señal de identidad. En Bioconsciencia pensamos que nos ha de producir alegría escucharla. Cuando esto no sucede puede ser que aún quedan aspectos de nosotros mismos con los que reconciliarnos. En definitiva, seguir desarrollando lo que es el amor a uno mismo. Así es como podremos ser plenamente felices y transmitir esa experiencia a nuestros pacientes.
El trabajo con la voz, la visualización, el entrenamiento personal y la alimentación consciente, hacen de Bioconsciencia un método eficaz para contrarrestar la avalancha de pensamientos negativos que nos inundan cotidianamente. Consiguiendo con ello limpiar las emociones negativas que nos hacen sufrir y nos enferman. Las observaciones de Alfred Tomatis con el alto nivel de salud de monjes que se armonizaban a diario con el canto gregoriano confirma la importancia de la voz humana y del sonido como elemento sanador. También los trabajos de Masaru Emoto con el microscopio de campo oscuro fueron evidencias de cómo el sonido impregna el agua, y por tanto más del 70 % de nuestras células.
El método se está expandiendo con talleres en diferentes áreas. Para personal sanitario en Centros de salud y hospitales, en colegios con los profesores y los alumnos, en empresas, con parejas en crisis y con personas que desean mejorar su calidad de vida. Además de la labor docente en diferentes capitales de nuestro país, ya hay demandas en Costa Rica, Chile, Colombia y Miami.
Sirva este resumen para recordar la agradable experiencia que los asistentes al congreso nos refirieron al experimentar los efectos de su voz durante el desarrollo del taller en la ciudad del Turia.
Aquellas personas interesadas en el método nos pueden contactar en nuestra web www.bioconsciencia.es